domingo, 24 de abril de 2016

Reemplazo de harina de pescado en la dieta de randiá: se puede o no se puede?

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Una nota de Aquafeed (www.aquafeed.co), que comparto. Los colegas de la Dirección de  Acuicultura y el CENADAC informan resultados de experiencias de formulación de dietas para el viejo bagre sapo, actual randiá. Se sustituye harina de pescado, elemento constituyente del alimento balanceado que es preciso ir reduciendo por su costo y dificultad en la disponibilidad.



Crecimiento del “Randía” en Jaulas utilizando dietas con remplazo parcial de Harina de Pescado


Crecimiento del “Randía” en Jaulas utilizando dietas con remplazo parcial de Harina de Pescado
Crecimiento del “Randía” (Rhamdia quelen) en Jaulas de bajo Volumen y Alta densidad utilizando dietas con remplazo parcial de la Harina de Pescado
A fin de evaluar la posibilidad de reducir costos de alimentación en el cultivo de Ramdia quelen, se realizó un ensayo de crecimiento en jaulas para evaluar su desempeño productivo. Las experiencias fueron realizadas en el Centro Nacional de Desarrollo Acuícola (provincia de Corrientes, 27°32´S,58°30´W) utilizando dos dietas experimentales (15 y 11% de harina de pescado) junto a un Control (20%). Fueron utilizadas jaulas de 1 m3, con peces de un Peso Inicial promedio aproximado de 28 g,a una densidad de 300 individuos/jaula,durante 197 días de cultivo.
Los Pesos Finales promediaron 302,81; 287,07 y 273,39 g para las dietas Control, D1 y D2, respectivamente, observándose diferencias significativas (P < 0.05) en el IPD. La TEP obtenida con la dieta Control superó a la de la D2 (P < 0.05) no mostrando  diferencias significativas (P > 0.05) en el FCR alcanzado con las distintas dietas. Al analizarse los rendimientos obtenidos y los costos de las raciones suministradas, pudo evidenciarse que, si bien a medida que se reemplaza la proteína de origen animal, el precio por tonelada de dieta elaborada se reduce levemente. Sin embargo, este se incrementa, al analizar el costo del alimento por tonelada de pescado producido,como resultado del menor desempeño productivo de los peces.
INTRODUCCIÓN
El aumento en la demanda de productos pesqueros a nivel mundial se produjo tanto debido alaumento del consumo per cápita, que ha pasado a ser de 11,5 kg en la década del ´70 a superarlos 18,4 kg en 2009 (FAO, 2012), como al propio crecimiento poblacional, duplicado desde 1960, alcanzando los 7,2billones en el 2013 (Tacon, 2001; United Nations, 2013). Esto ha favorecido el rápido crecimiento de la producción por acuicultura para cubrir la falta de capturas pesqueras (Tidwell y Allan, 2001), considerándose como la única manera de abastecer la creciente demanda de productos de la pesca y ganando importancia como fuente de proteína para el consumo humano (Naylor et al., 2000; Tacon et al., 2006; FAO, 2012).
La producción acuícola mundial alcanzó en el 2012 un nivel máximo sin precedentes de 66,6 millones de toneladas (excluidas las plantas acuáticas y los productos no alimentarios), llegando a proveer más del 47% de los productos pesqueros destinados al consumo humano ese año(Sofia, 2014; FAO, 2013).
La industria de alimentos acuícolas se basa principalmente en el uso de harina de pescado y la proporción de su producción mundial utilizada para la elaboración de alimentos para peces, mostró un marcado incremento en las últimas décadas.
Dada esta creciente demanda mundial por la harina de pescado,utilizada en parte por la acuicultura, existe cada vez mayor interés por el uso potencial de fuentes de proteína alternativa(Glencross et al. 2003; Carter et al. 2003; Kaushik et al., 2004), procurando sustituir dichas fuentes por otras sustentables y renovables, o bien reducir su inclusión en los alimentos.
Entre los ingredientes vegetales más estudiados como sustituto de la harina de pescado en dietas para peces, la soja y sus derivados, son considerados la fuente de proteína vegetal más importante, utilizándose con buenos resultados desde hace unas décadas (Martínez Palacios et al. 1996; Dersjant-Li, 2002; Gatlin et al., 2007). Otro ingrediente ampliamente utilizado es el gluten de maíz, que aunque deficiente en lisina, al incorporarlo en forma conjunta con la harina de soja, reduce su deficiencia en metionina (Cho y Bureau, 2001). A pesar de no contener prácticamente factores antinutricionales, la incorporación de este insumo se ve limitado por su alto contenido en xantófilas que puede producir una coloración no deseable en la musculatura del pez (Cho y Bureau, 2001).
En Argentina, aunque la acuicultura es incipiente, muestra un crecimiento constante, superando según datos de la Dirección de Acuicultura las 4000 toneladas (2014), mostrando un potencial interesante para la actividad en el territorio(Dirección de Acuicultura, 2015).
Una de las especies nativas que muestra un gran potencial productivo es el randiá, Rhamdia quelen(Quoy y Gaimard, 1824). Representante del orden Siluriformes, posee una amplia distribución natural, desde el clima cálido al norte hasta el templado en la región central de Argentina (López et al, 2003), encontrándose además presente en Brasil y Uruguay. Según Silfvergrip (1996), su distribución alcanza incluso hasta el sur de México. Ello, junto a su excelente respuesta zootécnica, entre otros atributos, la convierten en una interesante especie con destino comercial. Las tecnologías básicas para su cultivo y manejo fueron desarrolladas en la década del ´80 y ´90 (Luchini, 1990). A estos resultados se han sumado otros, obtenidos en los últimos años en Brasil, al efectivizarse su producción comercial (Baldisserotto y Radünz Neto, 2004), que incentivaron la investigación, junto a otras especies autóctonas habitantes de la Cuenca del Plata (Rossi y Luchini, 2007).
La alimentación del randiá es bastante variada, siendo un pez omnívoro con preferencia por peces, crustáceos, insectos, restos vegetales y detritos orgánicos (Gomes y Schlindwein, 2000); aceptando muy bien alimento artificial elaborado con diferentes ingredientes, tanto de origen animal como vegetal.
Si bien existen trabajos relacionados a los requerimientos proteicos de Rhamdia quelen, muchos de los valores utilizados en el cálculo de las raciones se basan en las exigencias nutricionales conocidas para el bagre del canal (Baldisserotto y Radünz Neto, 2004; Graeff et al., 2006).
Además, aún se encuentra endebate cuál es el nivel de inclusión de proteína que provee un crecimiento rentable (Robinson et al., 2001), ya que el nivel de proteína y aminoácidos necesarios para alcanzar una mayor ganancia económica cambiaría según la variación del costo de los ingredientes. Adicionalmente, es dificultoso determinar el nivel óptimo de proteína para todas las situaciones de cultivo, debido a factores que afectan suutilización como la temperatura del agua, disponibilidad de alimento, talla de los peces, proporción de energía no proteica en la dieta, calidad de la proteína, y diferentes prácticas de manejo (NRC, 1993; Craig y Helfrich, 2002).
La producción de organismos acuáticos en jaulas suspendidas en un cuerpo de agua es una innovación relativamente reciente de la acuicultura (Tacon y Halwart, 2007), si bien su origen para mantenimiento o transporte de peces por cortos períodos se remonta a varios siglos atrás en la región de Asia. Los cultivos comerciales fueron pioneros en Noruega en los años ´70 con el desarrollo de la salmonicultura y han crecido rápidamente en los últimos 20 años (Beveridge, 2004).
En la actualidad el cultivo comercial en jaulas, se destina mayormente a especies de alto valor, en general a especies carnívoras marinas y de agua dulce (salmón, pez limón, dorada, lubina, cobia, trucha, corvina amarilla, entre otros) y en una proporción cada vez mayor a especies omnívoras de agua dulce (incluyendo las carpas chinas, tilapia, tambaqui, y varios silúridos). Por otra parte los sistemas empleados para la producción en jaulas son actualmente tan diversos como las especies que son cultivadas, variando desde las operaciones de corte familiar (principalmente en Asia) hasta las producciones comerciales desarrolladas en Europa y América (Pillay y Kutty, 2005; Grøttum y Beveridge, 2007; De Silva y Phillips, 2007; Masser y Bridger, 2007).
Las densidades óptimas utilizadas en las llamadas jaulas “de bajo volumen y alta densidad” (BVAD o LVHD según sus siglas en inglés), varían entre 300 y 500 individuos/m3 pudiendo alcanzar biomasas de entre 150 a 250 kg/m3 (Schmittou, 1992). Debido a las altas densidades de cultivo utilizadas, los peces se ven imposibilitados de procurar alimento natural que pueda suplir cualquier deficiencia nutricional en la dieta ofrecida, por lo que es importante brindar un alimento nutricionalmente completo, que asegure elbuen crecimiento y las condiciones saludables delos peces (Lee, 1973; Collins, 1975; Tucker, 1985; Lovell, 1991).
El objetivo del presente trabajo fue el de evaluar si la disminución de la proteína animal, en especial la harina de pescado (sin modificar el perfil de aminoácidos), afectaba al crecimiento de los peces. Asimismo se pretendió analizar si se podía lograr el mismo rendimiento productivo, reduciendo el costo del alimento.
MATERIALES Y METODOS
 El estudio fue realizado en las instalaciones del CENADAC (Centro Nacional de Desarrollo Acuícola) en la provincia de Corrientes (27º 32´S, 58º 30´W).
Se utilizó la especie Rhamdia quelen, llamado comúnmente “randiá”, provenientes de cultivos efectuados en el CENADAC.
Los peces provinieron de un mismo desove realizado el 19 de octubre de 2007. Éste se efectuó mediante inducción hormonal con GCH (Endocorion) aplicándose 700 UI por kilo de hembra (1,5 kg de peso corporal)en dos dosis y una dosis de 350 UI aplicada a los machos (0,73kg de peso corporal),junto a la segunda dosis en las hembras. El desove se desarrolló mediante stripping y los huevos fueron dispuestos en incubadoras.
Una vez eclosionados, las larvas fueron transferidas a bateas y permanecieron en las mismas siendo alimentadas con un alimento en pasta (40% hígado, 30%yema de huevo, 20% ensilado, 9% levadura y 1% vitaminas) hasta el 25 de octubre, cuando se sembraron en estanques excavados de 300 m2, a una densidad inicial de 100/m2. El 13 de diciembre se cosecharon, clasificaron y dividieron en tres estanques, sembrándose a densidades de 5/m2hasta alcanzar el tamaño necesario para ser utilizados en la experiencia.El peso promedio de los peces al inicio de las mismas fue de 25,3 g.
Durante el desarrollo del estudio los peces fueron alimentados con una dieta control y dos dietas experimentales.Las fórmulas de las tres dietas pueden observarse en la Tabla 1.
Si bien las tres dietas no son isoproteicas, fueron formuladas procurando mantener la misma relación energía/proteína, y calculadas según los valores de tabla mencionados por Tacon (1989). Asimismo, se priorizó mantener el perfil de aminoácidos limitantes entre las distintas dietas, en particular lisina y metionina. Ello resultó en dietas no completamente isoproteicas, siendo el contenido de proteina total de las dietas experimetales 1 y 2, levemente más elevado que la dieta control. El perfil de aminoácidos esenciales calculado para las tres dietas puede observarse en la Tabla 2.
Las dietas utilizadas para la experiencia in vivo fueron elaboradas en el propio CENADAC, los ingredientes secos fueron mezclados en una mezcladora industrial por 10 minutos y luego del agregado de los componentes líquidos, por otros 20 minutos. Esta mezcla fue posteriormente peletizada en una máquina picadora de carnede 1 HP cribada con orificios de 2 mm de diámetro. Los pellets húmedos fueron secados a intemperie bajo sombra (hasta un contenido máximo de humedad del 8%)y posteriormente almacenados en lugar fresco y seco. La experiencia totalizó 197 días de cultivo, iniciándose el 15 de febrero del 2008 y finalizando el 1 de septiembre del mismo año.
Tabla 1: Formulación y contenido proteico y de energía de las dietas Control y experimentales (Dieta 1 y Dieta 2)
Tabla 1
Tabla 2: Perfil de aminoácidos limitantes en las dietas control y experimentales (D1 y D2), y perfil de aminoácidos limitantes para peces omnívoros (con dietas con 35% de proteína) según Tacon (1989).
tabla 2
Para la fase de engorde se emplearon jaulas de bajo volumen y alta densidad de 1 m3, emplazadas en dos trenes dentro deun estanque de 0,5 hectárea y una profundidad media de 1,80m, sin renovación de agua salvo para compensar las pérdidas por evaporación y percolación. Se evaluaron las dietas experimentales (Dieta 1 y Dieta 2) frente a una dieta control (Control utilizada previamente en estudios sobre el “randiá”), con tres réplicas por tratamiento.
La densidad utilizada durante el cultivo fue de 300 individuos por jaula. El peso inicial promedio de los peces fue de 28,08 g para el Control, 27,10 g para la Dieta 1 y de 28,13 g para la Dieta 2.
Los peces se alimentaron durante 121 días, iniciando con una tasa diaria de alimentación del 6% de la biomasa existente, valor ajustado en función del descenso de la temperatura a 5% a partir del segundo mes de cultivo, a un 4% a partir del tercer mes y a un 3,5% del cuarto mes hasta el fin de la experiencia. Para la regulación de esta variable se siguió lo planteado por Luchini y Quiros(1990) en estudios de similares características desarrollados en Entre Ríos(31°S, 58°W).
La temperatura, el Oxígeno Disuelto (OD) (ambos con un equipo YSI A55) y el pH (mediante un pHmetro Hach EC 40) fueron registrados diariamente.
Los días 26, 56 y 87 días de ensayo se realizaron 3 biometrías. Posteriormente, debido a las bajas temperaturas no fueron efectuadas biometrías, para evitar el estres en los peces. Durante los muestreos, se cosecharon 30 peces por jaula, que se anestesiaron con benzocaína y se midió el largo y el peso individual (mediante ictiómetro y balanza Kern 824 con un error de 0,1 g).
Al finalizar el estudiose cosecharon los peces en su totalidad, tomando las medidas individuales de 60 individuos por jaula. A los peces remanentes se los pesó grupalmente en una balanza vascular y se contabilizó la totalidad de los individuos en cada jaula.
Se calcularon los siguientes índices:
  • Coeficiente de variación (CV) = Desviación estándar/promedio
  • Factor de Conversión Relativo (FCR) = Alimento suministrado / Peso obtenido
  • Incremento en Peso Diario (IPD) = (Peso promedio final – Peso promedio inicial) / días de cultivo
  • Tasa de Eficiencia Proteica (TEP) = Peso ganado / Proteína suministrada
En el análisis estadístico se utilizó un diseño completamente aleatorizado (DCA), con tres tratamientos y tres réplicas por cada uno. Los resultados fueron analizados mediante Análisis de la Varianza y posterior Test de Duncan para diferenciación entre medias a través del paquete estadístico NCSS 2000.
Adicionalmente, en la etapa final, fueron analizados los contenidos de proteína animal y vegetal de las distintas dietas, así como los rendimientos obtenidos con los costos de las raciones suministradas. Todos los insumos, a excepción de la harina de pescado, fueron adquiridos en la región del Nordeste argentino. La harina de pescado en cambio, procedió de Mar del Plata (38°00′S 57°33′W) por lo que, para el cálculo del costo de las dietas, al precio de este insumo le fue adicionado  el costo de 2.000 km de flete.
RESULTADOS
 Las variables ambientales registradas durante el período de estudio pueden observarse en la Figura 1. La temperatura mostró un valor promedio de 21,4°C, con una mínima de 9,2°C y una máxima de 33,4°C; los valores de ODmostraron una concentración máxima de 14,88 mg/L y una mínima de 1,89 mg/L, con una concentración promedio de 7,33 mg/L. Los valores de pH variaron entre 7,02 y 8,77, con un promedio de 7,93.
Figura 1: Valores de Temperatura y Oxígeno Disuelto registrados durante la experiencia de cultivo en jaulas.
Figura 1: Valores de Temperatura y Oxígeno Disuelto registrados durante la experiencia de cultivo en jaulas.
Durante el cultivo la sobrevida fue considerada satisfactoria, observándose un valor medio para el tratamiento control de96%, 89% para la Dieta 1 y 93% para la Dieta 2.
En la Figura 2, se presentan los Pesos Finales alcanzados, mientras que en la Tabla 3, pueden observarse, además de los Pesos Finales, los Incrementos en Peso Diario, los Factores de Conversión Relativos y las Tasas de Eficiencia Proteica obtenidos con las diferentes dietas. Un mayor peso final en la dieta Control, se corresponde con mayores Incrementos en Peso Diarios, menores Factores de Conversión y un mejor uso de la proteína. Inversamente, cuando se suministró la Dieta 2se observó un menor incremento diario de peso que resultó en un menor peso corporal final.
En este último caso, los peces alimentados con una dieta con menor contenido de proteína animal y mayor contenido de harina de soja arrojaron un Factor de Conversión mayor (sin diferencias significativas) y menor utilización de la proteína respecto del tratamiento Control.
Figura 2: Pesos Promedio finales obtenidos durante el cultivo.
Figura 2: Pesos Promedio finales obtenidos durante el cultivo.
 Tabla 3: Pesos Finales, Incrementos en Peso Diario, Factores de Conversión Relativos y Tasas de Eficiencia Proteica
Tabla 3
En la Figura 3 puede observarse el crecimiento obtenido por cada uno de los lotes de peces bajo los diferentes tratamientos alimentarios durante el período de cultivo.
Figura 3: Crecimientos obtenidos durante el cultivo.
Figura 3: Crecimientos obtenidos durante el cultivo.
En la Figura 4, se muestra la frecuencia de tallas con una distribución normal sesgada hacia la izquierda, con algunos peces de mayor talla en todos los tratamientos. Una mayor dispersión de tallas puede verse en la Dieta 2, aunque esta dieta es la que dispone de los individuos de mayor peso, mientras que en las dietas Control y Dieta 1 se observa una distribución similar.
Según Konikoffy Lewis (1974) esta distribución de frecuencia sugiere que no existió un crecimiento diferenciado de los peces bajo cultivo como producto de una inadecuada disponibilidad de alimento,sino debido a una variación en el crecimiento principalmente explicado por diferencias genéticas y de comportamiento.
Figura 4: Frecuencia de tallas.
Figura 4: Frecuencia de tallas.
Los Coeficientes de Variación obtenidos fueron de 33,33%para la dieta Control, 34,24% para la Dieta 1 y 40,88% para la Dieta 2. Estos valores son comparables a los obtenidos por Wicki et al. (2008) de 33,3 a 42%; por Luchini y Wicki (1994) de 41% para el R. quelen, y a los obtenidos por Williams et al. (1987) del 43% en cultivo de bagre del canal (Ictalurus punctatus).
A partir del análisis estadístico efectuado, se obtuvieron diferencias significativas (F = 10,06; p = 0,0121) entre los Pesos finales obtenidos con la Dieta 2 y el alimento Control; mostrando una mejor respuesta de este último.
Se observaron diferencias significativas (F = 11,60; p = 0,0086) en los Incrementos en Peso Diario para las tres dietas (Control ≠ Dieta 2; Dieta 1 ≠ 2 y Dieta 2 ≠ Dieta 1 y Control) (Figura 5). Los valores obtenidos son cercanos a los obtenidos por Wicki et al. (2008) en cultivos en jaulas de 0,88 a 1,07 g/día para peces entre 50 a 250 g y de 1,14 y 1,91 g/día con pesos entre 200 a 400 g; y ligeramente inferiores a los obtenidos porWicki et al. (2006) en cultivos desarrollados en estanques excavados en tierra (1,5 g/día). Luchini y Quiros (1990) en jaulas de volumen similar con peces de 40 g de peso inicial promedio y un alimento con 40% de proteína mostraron valores de IPD entre 1,5 a 1,9 g/día.
Valores de IPD similares a estos últimos reportaron Fracalossi, et al. (2004), en dos municipios de la región sur de Brasil; con 1,0 g/día, para la localidad de San Carlos (27°04′S 53°00′W),próxima a la frontera norte de Misiones) y de 1,97 g/día en las cercanías de Florianópolis (27°41’S, 48°46′W).Pedrón et al. (2008), en una experiencia en jaulas, con peces de la misma especie yun peso medio de 129 g, dietas isoproteicas con 32% proteína, conteniendo harina de carne y huesos, harina de soja y maíz triturado en su formulación,sin harina de pescado, obtuvieron un crecimiento medio de 0,94 g/día.  Se debe considerar que este estudio abarcó los meses invernales donde el crecimiento es menor, lo cual justifica las diferencias de IPD encontradas con otros trabajos con los que se comparan los resultados.
Figura5: Incrementos en Peso Diario obtenidos durante el cultivo.
Figura5: Incrementos en Peso Diario obtenidos durante el cultivo.
Respecto de los Factores de Conversión Relativos no se observaron diferencias significativas (F = 1,53; p= 0,2148) entre las distintas dietas estudiadas (Figura 6). Estos valores (entre 1,79 y 1,95) se sitúan dentro de los obtenidos por Wicki et al. 2008 (entre 2,23 y 1,66) utilizando dietas peletizadas de similar composición y levemente superiores a los obtenidos por Luchini y Quiros (1990) entre1,3 y 1,5 en el embalse de Salto Grande con la utilización de alimentos peletizados con 40% de proteína. Fracalossi et al. (2004) estudiando la misma especie, obtuvieron valores de FCR de 1,85 y 1,78.
Figura 6: Factores de Conversión Relativos obtenidos en el estudio.
Figura 6: Factores de Conversión Relativos obtenidos en el estudio.
En la Tabla 4, se resumen los FCR obtenidos en distintas experiencias realizadas con randiá y bagre del canal, analizadas en el presente trabajo.
Tabla  4: Comparación de los FCR obtenidos por diversos autores.
Tabla 4: Comparación de los FCR obtenidos por diversos autores.
La Tasa de Eficiencia Proteica (TEP) mostró diferencias significativas (F = 8,97; p = 0,015739) entre la dieta Control y la Dieta 2(1,78; 1,51 y 1,45, para la Dieta Control, Dieta 1y Dieta 2, respectivamente)(Figura 7).
Figura 7: Tasas de Eficiencia Proteica obtenidas en la experiencia.
Figura 7: Tasas de Eficiencia Proteica obtenidas en la experiencia.
Finalmente, se analizaron los rendimientos obtenidos vs los costos de las raciones suministradas, calculando en un principio la proporción de proteína animal y vegetal en las diferentes dietas (Tabla 5 y Figura 8), y sus costos (Tabla 6 y Figura 9).
 Tabla 5: Proporción de proteína animal y vegetal en las diferentes dietas,calculado según los valores de tabla mencionados por Tacon (1989).
Tabla 5
Si bien a medida que se reemplaza la proteína de origen animal (y en especial la harina de pescado) (Tabla 5y Figura 8), el precio por tonelada de dieta elaborada se reduce levemente, ocurre diferente al analizar el costo del alimento por tonelada de pescado producido, observándose que éste aumenta ligeramente (Tabla 6y Figura 9), por lo que se concluye que la disminución de la harina de pescado en las dietas, no necesariamente implica una disminución en el costo del alimento suministrado, debido a un menor desempeño productivo en los peces.
CONCLUSIONES
 Como ya fuera demostrado durante las primeras experiencias realizadas con randiá o “catfish sudamericano” en jaulas (Luchini y Quiros, 1990; Luchini y Wicki, 1994), utilizando densidades de 250 y 300 peces/ m3, se evidencia que esta especie posee una buena adaptación al encierro en jaulas, así como un aceptable comportamiento referente a crecimiento y a aprovechamiento de la ración no-flotante ofrecida.
 En el presente estudio, se observaron diferencias significativas entre la Dieta 2 y el alimento Control en cuanto al Peso Final observado, mientras que ninguna de estas difirió significativamente con la Dieta 1. Sin embargo, la dieta Control mostró el mejor crecimiento y mejores valores de TEP, aunque las diferencias en los FCR no fueron significativas.
Los resultados concuerdan en este caso con Lazzari et al. (2006), indicando un mejor desempeño productivo cuando la especie es alimentada con dietas compuestas por una combinación adecuada de harinas de origen animal (harina de carne y hueso, y harina de pescado) con harina de soja, y que su elección debería determinarse en cada circunstancia, según los precios de los insumos disponibles y los desempeños en crecimiento de los peces bajo cultivo. Se deberá  profundizar aún más, el estudio sobre el empleo de insumos alternativos a la harina de pescado, para el desarrollo de fórmulas que optimicen tanto el crecimiento como la conversión alimentaria de los peces y ensayar diferentes insumos de origen animal que permitan reducir los costos manteniendo la relación proteína vegetal/animal de la dieta control.
En vista de los resultados obtenidos, puede concluirse que la harina de pescado se puede reducir en las dietas para randiá. Es recomendable que las dietas contengan una combinación eficiente de proteínas de origen animal y vegetal. Si bien el remplazo genera una merma en el rendimiento productivo, con ello se permite la reducción de los costos en los alimentos.
Como se indicó anteriormente, es importante en la elaboración de dietas para peces la realización de mayores estudios para alcanzar una visión más integral que tome en cuenta tanto la composición de la dieta, como al costo por unidad de producto terminado.
AutoresSantiago Panné Huidobro1Facundo Sal2 y Gustavo Wicki2
Dirección de Acuicultura
Centro Nacional de Desarrollo Acuícola
Subsecretaría de Pesca y Acuicultura, Ministerio de Agroindustria


Resultados del uso de ensilados para cría de pacú: aquí te enteras si es una buena idea

Resultado de imagen para reciclado
De las distintas iniciativas y trabajos que los acuicultores y biólogos argentinos están   desarrollando para el crecimiento del sector acuícola en Argentina, comparto este trabajo de los amigos del CENADAC, que se publicó en la página de Aquafeed (www.aquafeed.co). Recordando,el ensilado es una forma de usar los restos de faena de los peces de cultivo para producir un alimento artificial para usar en sistemas semi intensivos de cría. Una suerte de reciclado, vea...


Utilización de ensilados ácidos en alimentos extruidos para pacú


Utilización de ensilados ácidos en alimentos extruidos para pacú
Avances en la utilización de ensilados ácidos en alimentos extruidos para pacú (Piaractus mesopotamicus)
RESUMEN
Se presentan los resultados de una experiencia de engorde de pacú  realizada en sistema semi-intensivo en estanques del CENADAC por triplicado. Los alimentos utilizados  fueron, ensilado 5%, 8%, 10% y una dieta manufacturada por la empresa ACA. El ensilado se fabrico con vísceras de peces molidas y ácido fórmico (2,11%P/V).
En la primera fase (77 días) se comparó la dieta D5 fabricada en forma extruida y pelletizada. Los pesos promedio iniciales fueron de 332 g y los finales de 453g para los alimentados con  Pelletizado (Incrementos en peso diario (IPD)= 1,58 g/día) y 569 g para los que recibieron Extruida (IPD=3,07g/día, p>0,05), mientras que los FCR fueron de 3,6 y 1,7 respectivamente, (p>0,05), mostrando  mejor performance  la dieta  extruida.
En la segunda fase (167 días) se compararon las dietas D5, D8, D10 y ACA todas  extruidas. El peso inicial promedio fue de 450g y los finales de 1039g (IPD = 3,23 g/dia (5%), 1139g (IPD=3,83 g/dia (8%), 1064g (IPD=4,4g/día, 10%) y 1002g (IPD=4 g/día, ACA) mientras que los FCR resultaron de 1,77, 1,58, 1,83 y 2,05 respectivamente (p>0,05). La D8 promovió mejor crecimiento y menor FCR, mientras que el mayor IPD resultó con la D10.
INTRODUCCIÓN
El crecimiento de la acuicultura a nivel global ha sido acompañado con un alto desarrollo tecnológico en la industria de los alimentos balanceados. Esto incluye la utilización de diferentes tipos de aditivos tales como probióticos, prebióticos, fitobióticos, nucleótidos, acidulantes, antioxidantes, etc . Pero en cuanto a macro-nutrientes se refiere,  las técnicas de extrusión han permitido la incorporación de altos porcentajes de lípidos utilizados como fuente de energía en los alimentos de salmón, y resultando en la disminución del porcentaje de proteína en dieta (Bureau, 2004). A esto se suma el beneficio que proporciona el proceso de cocción que optimiza la digestibilidad de los carbohidratos y mejora el aprovechamiento integral del alimento.
El proceso requiere además de una cuidadosa  molienda de los ingredientes, los  cuales no deben superar un diámetro de 1/3 del de la boquilla de salida del extrusor o un  máximo de 800 µm (kearns, 2005), lo que mejora el mezclado de los mismos  y expone mayor área de superficie para la digestión de la dieta. Además éstas poseen alta estabilidad en el agua (no se desintegran fácilmente) y es posible lograr tanto formulaciones que resulten flotantes, de hundimiento lento o boyantez neutra y de fondo.
Si bien los costos de este tipo de alimento son mayores que los pelletizados, han demostrado suficientes ventajas comparativas para tener una aceptación global, sobre todo en cultivos de tipo industrial.
El pacú es un `pez omnívoro con tendencia herbívora (Pereira de Godoy, 1975) que acepta altos contenidos de proteína de origen vegetal en la dieta, en experiencias previas llevadas a cabo en el Centro Nacional de Desarrollo Acuícola  (CENADAC) se utilizaron diversos ingredientes (soja, girasol, algodón, subproductos de maíz, arroz, entre otros) en la composición de diferentes dietas (Wicki y Luchini, 2004, Wicki et al 2007). Para la confección de las mismas  se respetaronlos requerimientos nutricionales conocidos para la especie. Estos fueron determinados por Cantelmo (1993) y son para engorde: proteína 30-35% y grasa mínimo 6%. Los aminoácidos esenciales se calcularon de acuerdo a los valores de tabla dados por Tacon (1989) para peces omnívoros.
 Los cultivos de tipo semi intensivo como el que es usualmente utilizado en Argentina para la cria de pacú, brindan la posibilidad de ofrecer alimentos con bajos contenidos de harina de pescado o sin esta sin resignar crecimiento (Wicki y Luchini, 2004, Wicki et al, 2012). En estos casos la utilización de ensilados ácidos ha demostrado ser un complemento viable para acompañar la proteína vegetal brindando palatabilidad y proteína de alta digestibilidad al alimento (Wicki, et al, 2007a).
  El presente trabajo compara en la primera etapa el rendimiento del mismo alimento fabricado en forma pelletizada y extruida, y en la segunda tres alimentos extruidos con diferentes tenores de ensilado y uno fabricado por la Asociación de Cooperativas Argentinas(ACA) con la finalidad de reducir costos de producción aprovechando las ventajas que proponen los alimentos extruidos.
 MATERIALES Y METODOS
Las experiencias fueron realizadas en el CENADAC (27º37”S, 58º30”W) situado en la región subtropical de Argentina, donde la estación de crecimiento para la especie es de 210 días al año coincidiendo con la época estival. Se utilizaron 12 estanques excavados en tierra de 300m2 cada uno, efectuándose tres replicas para cada experiencia.
La experiencia se realizó en dos etapas, en la primera de 77 días de duración se utilizó el mismo alimento con un contenido de 5% de ensilado (A) fabricado en forma pelletizada y extruida, amplíandose los resultados presentados por Wicki y Luchini (2013). En la segunda etapa se comparó este alimento en forma extruida (A) con otros dos variando el contenido de ensilado ácido 8% (B) y 10% para la dieta (C) y finalmente uno formulado con 4% de harina de pescado (ACA). Las composición  de los alimentos se muestra en la Tabla 1.
El ensilado químico se fabricó de manera artesanal (Manca y Carrizo, 2002) moliendo las vísceras de pescado en una picadora de carne con una placa de perforaciones de 4mm, para permitir un mejor contacto entre las partículas de vísceras y el ácido. Seguidamente se incorporó el ácido fórmico en cantidad suficiente hasta alcanzar un pH de 3,5 y se mezcló hasta homogeneizar la pasta. El valor de pH se midió a las 24, 48 y 72hs agregando ácido para mantener  un pH de 3,5. El  consumo promedio de ácido fórmico para todas las experiencias realizadas fue de 2,11%.
El tiempo de elaboración del ensilado varió de acuerdo a la temperatura ambiente, acelerándose la actividad de las enzimas proteolíticas a temperatura mayor de 30°C. Finalmente se logró un producto líquido, con una capa sobrenadante (aceites principalmente).
La composición promedio de los ensilados elaborados fue: proteína, 12,8%; grasa 8,6%; humedad 76,8% y ceniza 1,6%. El producto se mantuvo a temperatura ambiente, en recipiente tapado utilizándose a requerimiento para la fabricación del alimento balanceado.
Las dietas fueron pelletizadas o extruidas según el caso, el pelletizado se fabricó con una máquina picadora utilizando un disco con orificios de 4mm, obteniéndose un pellet denso de tipo hundible. El extruido se fabricó con una extrusora de tornillo simple (exteec micro 40) lográndose un pellet flotante de 3mm de diámetro, para la concreción de este proceso los ingredientes fueron micronizados a un diámetro de 300 µm.
Los análisis proximales de los alimentos utilizados mostraron un contenido de proteína bruta de  31,7% para la dieta A,  30,6% para la B, mientras que el alimento C contuvo un 28% y  la dieta ACA 29,5% de PB.
Las variables ambientales se registraron dos veces al día. Se obtuvieron mediciones de temperatura, contenido de oxígeno disuelto y pH a primera hora de la mañana y por la tarde antes de efectuar la alimentación.
El alimento ración se ofreció en una única entrega por la tarde, en el último tercio del estanque, cercano al desague. Este se suministró durante seis días a la semana ayunando los domingos. La tasa de alimentación inicial fue del 1,5% de la biomasa al inicio, reduciéndose al 1% de la misma hacia la finalización de la experiencia. En ningún tratamiento la oferta superó los 35 kg/ha/día.
Los muestreos se realizaron mensualmente sobre un 10% de la población bajo cultivo, Los peces se pesaron y midieron individualmente, calculándose la biomasa existente en cada estanque de modo tal de regular la ración alimentaria y controlar el estado sanitario de la población.A la finalización de las experiencias se contó la totalidad de los individuos, realizándose un muestreo del 20% de la población.
Pacu en Ictiometro
Pacu en Ictiometro
Los resultados fueron analizados mediante análisis de la varianza de una via con nivel de significancia de p<0 de="" duncan.="" p="" posterior="" test="" y="">
RESULTADOS Y DISCUSION
En el período comprendido entre los meses de Marzo y Junio la temperatura máxima fue de 28ºC. En Junio se registró la mínima de 10ºC, siendo la máxima de dicho mes de 20°C  por lo que se realizó el levante de la experiencia dado que la especie detiene su crecimiento a esta temperatura o inferiores. La concentración de oxígeno disuelto máxima  resultó de 7,5mg/L, mientras que los valores medios se ubicaron alrededor de 4mg/L.  los valores de pH se situaron entre 7,8 y 8,4 durante el primer ciclo.
En el ciclo comprendido entre los meses de Septiembre y Marzo la temperatura media se situó en 27ºC, mientras que la máxima resultó de 35ºC,y la mínima en 17ºC. el pH mantuvo valores entre 7,5 y 8,5. La concentración de oxigeno disuelto media resultó de 6 mg/L, mientras que los valores máximos fueron de 10 mg/L y los mínimos de 3,5 mg/L.
En la primera fase, llevada a cabo a la finalización de la  temporada estival  es posible apreciar como en 77 dias de cultivo  la dieta A  obtuvo una  mejor performance comparado con la misma fabricada en forma pelletizada.
Los Incrementos en peso diario (IPD) mostraron diferencias resultando de 3,07 g/día para los lotes que consumieron dieta extruida y de 1,58 g/día para los que recibieron pelletizado, si bien las diferencias no son significativas estadísticamente (F=4,63; P=0,37) es de resaltar el mejor desempeño del alimento extruido, asimismo los FCR siguen la misma tendencia y resultaron de 1,7 y 3,06 respectivamente, sin diferencias estadísticamente significativas (F=2,27; P=0,21).
Los resultados obtenidos con la dieta extruida son comparables a los registrados con alimentos pelletizados con contenido 20% de harina de pescado (IPD=3,5g/día; FCR=1,46) y  20% de ensilado (IPD=2,95;FCR =1,8) logrados en primera fase de engorde de pacú en plena temporada de crecimiento (Wicki et al 2004).
  La figura 1 muestra los FCR del presente ensayo junto con los reportados Wicki et al, en la experiencia mencionada.
Factores de conversión obtenidos con alimento pelletizado y extruido (5%de ensilado) y obtenidos por Wicki et al, 2004 (20% H de pescado y ensilado 20%).
Factores de conversión obtenidos con alimento pelletizado y extruido (5%de ensilado) y obtenidos por Wicki et al, 2004 (20% H de pescado y ensilado 20%).
Si bien los requerimientos nutricionales son mayores en la primera fase de engorde, en sistemas semi intensivos este hecho es minimizado por el aporte de alimento natural. En este sentido los resultados de esta experiencia muestran que es posible lograr crecimientos semejantes con alimentos extruidos sin harina de pescado a los obtenidos en forma pelletizada con inclusión de esta. Asimismo la experiencia no deja dudas al comparar el mismo alimento “pellet vs extruido” demostrando este último un crecimiento superior y menor FCR poniendo de manifiesto la buena digestibilidad de los carbohidratos de este y probablemente el mejor   aprovechamiento debido a su mayor estabilidad en el agua.
 En la segunda etapa, realizada en plena temporada de crecimiento  se comenzó la experiencia con peces de peso promedio inicial superior a los 400 g durante 167días de cultivo (dietas A y B) y 140 dias (dietas C y ACA).
Los crecimientos promedio obtenidos  resultaron similares con todas las dietas, los  alimentados con la dieta 5% de ensilado (A) arrojaron un peso final de 1039,2g, mientras que los que recibieron la B mostraron un peso ligeramente superior de 1131,7g, mayor incluso que la C que arrojó 1064g y los que recibieron alimento ACA (1002g).  Los IPD fueron de 3,23 g/día, 3,81g/día, 4,46 g/día y 4,02 g/día respectivamente.
Figura 2: Curvas de crecimiento obtenidas con las diferentes dietas (5%,A; 8%, B; 10%,C; ACA)
Figura 2: Curvas de crecimiento obtenidas con las diferentes dietas (5%,A; 8%, B; 10%,C; ACA)
Los factores de conversión relativos (FCR) promedio resultaron de 1,77 para los lotes que consumieron alimento 5% y de 1,58 para los que recibieron dieta 8%, mientras que se elevaron levemente con las dietas 10% de ensilado y ACA , con valores de 1,83 y 2,05. Tanto los IPD (f=2,32; p=0,16), como los FCR (f=1,75 p=0,24) obtenidos no mostraron diferencias estadísticamente significativas  en el análisis de varianza ni entre tratamientos en el posterior test de Duncan.
Los FCR logrados son auspiciosos si se los compara con los obtenidos con el suministro de alimentos pelletizados, por Wicki et al (2007,a), que resultaron de 2,37 para los que recibieron una dieta con  inclusión de un 20% de ensilado, 2,5 para un balanceado compuesto con 20% de expeller de girasol y 18% de ensilado y de 2,3 para una dieta formulada con subproductos de maíz. La tabla 2 compara estos resultados con los informados en estudios previos realizados en el mismo centro.
Las tasas de eficiencia proteica (TEP=peso obtenido/proteína suministrada) no mostraron diferencias significativas entre los alimentos utilizados (f=1,88;p=0,22), aunque resultaron ligeramente superiores para las dietas con 8 y 10%  de ensilado con valores de 2,08 y 1,96 con respecto a la dieta 5% y ACA que reflejaron valores de 1,83 y 1,65 respectivamente. Este indicador muestra para los dos primeros casos mayor crecimiento con menores porcentajes de inclusión de proteína o un superior aprovechamiento de la misma.
Los FCR resultantes de esta experiencia son similares a los obtenidos por Wicki et al (2004)  con dos alimentos con inclusión de 20 y 32% de harina de pescado, en el cual se reportan FCR de 1,5 y 1,64. En la misma se concluye que en estos alimentos pelletizados es posible suplantar H de pescado por otras de origen vegetal. La presente experiencia deja ver además el beneficio de la cocción del alimento ya que se mejoran los FCR reportados con alimentos pelletizados conteniendo altos porcentajes de harina de origen vegetal.
Al respecto Van Der Meer (1996) y Wicki & Luchini (2004) sostienen que no existe restricción de crecimiento debida a factores antinutricionales al emplear dietas incluyendo un 43 y 50% de harina de soja en cultivo de Colossoma  Piaractus  respectivamente.
Los crecimientos obtenidos en esta experiencia (3,23g/día, 5% y 3,81g/día, 8%, 4,4 g/día, 10% y 4 g/día, ACA) se encuentran entre los reportados por Wicki et al (2009) de 2,77g/día en ensayo de engorde total y los mencionados por Wicki y Luchini (2004) de 4,8 a 5,7 g/día durante la  fase final de engorde.
Al analizar los crecimientos de la experiencia objeto de este trabajo y las mencionadas, se debe notar que las tasas de alimentación de la actual estuvo entre 1,2 al inicio  y 1%  del peso corporal a la finalización,  mientras que Wicki et al, (2007, a) mencionan crecimientos entre 2,45 y 2,89 g/día, con una tasa fija de 1% de la biomasa. Wicki y Luchini (2004) obtuvieron crecimientos entre 4,4 y 5,8 g/día con una tasa de alimentación inicial de 1,5% y final de 1% de la biomasa.
  La duración de este estudio (150 a 167 días) fueron  similares,  todas se llevaron a cabo en plena temporada de crecimiento y los pesos promedio de los peces al inicio se encontraba entre 400 y 600g.  Las experiencias que comenzaron con tasas de alimentación mayores obtuvieron mayores crecimientos finales (1,5 y 1,2 % al inicio), por lo que deduce que es probable que peces de este porte ingieran y aprovechen exitosamente tasas de alrededor de 1,5% de su peso.
 CONSIDERACIONES  FINALES
El alimento extruido promovió mayor crecimiento que el pelletizado.
El alimento extruido con inclusión de ensilado ácido alcanza crecimiento similares al pelletizado con inclusión de harina de pescado y al alimento extruído con la incorporación de un  4% de harina de pescado. Los FCR obtenidos son mejores en todos los casos a los logrados con pelletizados
El alimento con inclusión de 10% de ensilado ácido promovió mejor crecimiento  que el de 5% y 8% aunque sin diferencias significativas. Si bien los mejores FCR se obtuvieron con el alimento que contuvo 8% de ensilado (1,58) se deberán ajustar las tasas de alimentación para continuar mejorándolos. Las mejores tasas de eficiencia proteica se obtuvieron con las dietas 8 y 10% de ensilado, aunque sin diferencias significativas con las otras dietas testeadas. Se deberán ensayar dietas con porcentajes crecientes de ensilado ácido.
Autores:  Wicki G1., Candarle P, Galli Merino O1 y Sal F1.
Centro Nacional de Desarrollo Acuícola (CENADAC) Dirección de Acuicultura, MINAGRI,Argentina. Correo: guswicki@gmail.com