viernes, 26 de agosto de 2016

Competencia entre pescados silvestres y de cultivo: a ver quién llega a tu plato...

Imagen relacionadaUna nota de Aquahoy, de estos días. El informe de FAO, cuyo vínculo de acceso está más  abajo, es interesante. Aparecen por aquí la oferta y la demanda, un mercado que pide y también exige y, finalmente, que el crecimiento de la acuicultura aún requiere de la pesca para la provisión de insumos. Se complica si eres pez, no?



Competencia comercial entre el pescado de cultivo y silvestre

Roma, Italia.- Una nueva publicación de FAO identifica las interacciones de competencia comercial entre la pesca y la acuicultura, y analiza sus consecuencias en base a la literatura existente.
Resultado de imagen para nemo en la redEl estudio elaborado por Trond Bjørndal y Jordi Guillen indica que la producción pesquera se ha estancado durante las últimas dos décadas, con un alto porcentaje de las poblaciones pesqueras totalmente explotadas o sobreexplotadas, mientras que la producción acuícola continúa creciendo a altas tasas. Esta situación en las capturas pesqueras también puede limitar la capacidad de expansión de la acuicultura, debido a la dependencia de la actividad acuícola en dietas basadas en insumos pesqueros y el abastecimiento de semilla.
Las interacciones entre la pesca y la acuicultura son amplias y más frecuentes, debido a que comparten los mismos recursos de peces, ecosistemas comunes y mercados comunes. Las interacciones causadas por compartir los mismos recursos puede resultar en la transferencia de biomasa desde la pesca a la acuicultura a través de los piensos basados en pescado (harina, aceite y descarte de pescado), y a través de la recolección de semilla y reproductores silvestres.
“Los efectos negativos causados por compartir ecosistemas comunes incluyen: (i) modificación de los hábitats que afectan los recursos y actividades pesqueras; (ii) eutrofización de los cuerpos de agua por el exceso de liberación de nutrientes, lo que genera condiciones de anoxia y mortalidad de los peces, que a su vez impacta negativamente en la biodiversidad y las poblaciones de peces silvestres; (iii) liberación de enfermedades y químicos” destacan los investigadores.
Las interacciones comerciales, consideradas desde un punto de vista económico muestra que la acuicultura reduce los precios de los alimentos de origen acuático, debido al incremento del abastecimiento. Si dos productos (cultivo y silvestre) son sustitutos cercanos, el pescado de cultivo ganará mayor participación en el mercado. Si la demanda no es perfectamente elástica, el precio disminuirá, así como los ingresos de los productores de pescado silvestre.
Los investigadores Bjørndal y Guillen destacan que la mayoría de los estudios sobre interacciones competitivas entre la pesca y la acuicultura se basan en un reducido número de especies y mercados. Los estudios mayormente están focalizados en las especies más comerciales (salmón y trucha, camarones y langostinos, bagre y tilapia, y lubina y dorada) y los principales mercados consumidores (EEUU y la UE).
Por otro lado, los investigadores reportan que hay un creciente interés entre ciertos consumidores por comprar alimentos de origen acuático locales.
Referencia (abierto): 
FAO. 2016. Market competition between farmed and wild fish: a literature survey, by Trond Bjørndal and Jordi Guillen. Fisheries and Aquaculture Circular No. 1114. Rome, Italy. 


domingo, 21 de agosto de 2016

Una guardería de centollas bebé (un tanto salvajes con sus primos, por lo que se ve) para recuperar la pesquería fueguina de la especie.

Resultado de imagen para mapa tierra del fuegoUna noticia tomada del portal de noticias Shelknam Sur (www.shelknamsur.com), que cuenta qué está pasando en nuestra provincia más austral, Tierra del Fuego.
Este caso de las centollas, la sobreexplotación, las dificultades para coordinar acciones entre los actores, la falta de discusión y los problemas para formular, implementar y/o sostener políticas públicas es una excelente oportunidad, en estos tiempos, de ejercitar nuestra forma de pensar la explotación de un recurso, incluyendo su recuperación, la inclusión de los actores involucrados en la toma de decisiones y gestión, la resolución de un problema en definitiva, que no deje a la gente afuera.

Cultivan larvas de centolla en laboratorios para repoblar el Canal Beagle

La iniciativa, desarrollada por investigadores del Centro Austral de Investigaciones Científicas (CADIC) dependiente del Conicet y que ya superó su etapa experimental, consiste en el cultivo de larvas en laboratorio y se aproxima a liberar unos 50 mil ejemplares jóvenes que podrían llegar al mar a fines de este año o durante 2017, explicaron los expertos a Télam.
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 “La sobreexplotación de la centolla en Ushuaia está expuesta por la disminución en el rendimiento de las capturas en los últimos 15 años. Centollas casi no se extraen y las conocidas como falsas centollas o centollones, también se encuentran en riesgo de sobrepesca”, explicó Gustavo Lovrich, doctor en Biología de la Universidad de Buenos Aires e investigador del Cadic. 

selknamsur.com)Según Lovrich, las centollas no tienen predadores naturales: “Son animales que están al tope de la trama trófica y son omnívoros, por lo que se alimentan de todo lo que la naturaleza les ofrece. El hombre es el único predador a través de la pesca”, precisó.
La especie se captura desde 1930, y los niveles de mayor extracción se produjeron en las décadas del 70 y del 80, cuando empezó a dar muestras de sobreexplotación.
Por ejemplo, la Secretaría de Desarrollo Sustentable y Ambiente fueguina aseguró que en 1975 se extrajeron 212.810 kilos de centolla del Canal Beagle; en 1980, 148.897 kilos, y en 1990, 96.004 kilos.
Entre 1990 y 2003, la cifra decreció (también producto de las vedas de pesca) hasta los 1295 kilos, aunque luego volvió a aumentar hasta alcanzar promedios de entre 30 y 60.000 kilos en los últimos años.
“El crecimiento de las centollas es muy lento. Un ejemplar tarda 8 años hasta convertirse en adulto y poder formar parte de la fracción pesquera. El Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (Inidep) monitorea periódicamente la especie y documentó la disminución de animales que quedan adheridos en las trampas”, sostuvo María Paula Sotelano, bióloga y una de las investigadoras del Cadic a cargo del proyecto de repoblamiento.
La especialista mencionó que pese a los períodos de veda, implementados en la década del 90 del siglo pasado, las características de crecimiento de estos crustáceos y la ausencia de controles exhaustivos llevó a que la especie no lograra recuperarse, y motivó a los científicos a evaluar distintos proyectos de regeneración, como por ejemplo la transgénesis.
“En materia de crustáceos no se conocen muchos casos de animales transgénicos. Para ello habría que desarrollar las técnicas y es muy posible que aun lográndose, sean rechazadas por determinados mercados”, opinó Lovrich.
En cambio, tomó fuerza la idea de cultivar larvas y ejemplares juveniles de centolla, mejorando los porcentajes de supervivencia en los primeros estadios de vida, que son los de mayor mortalidad, para luego devolverlos al mar en un momento que permita la recuperación de la especie a largo plazo.
“Hay una etapa experimental ya cumplida. Ahora estamos dentro de un proyecto de innovación productiva con el acompañamiento de la provincia. Nos encontramos en un momento de producción a escala piloto. Este año vamos a generar unos 50 mil centollas para después poder liberarlas”, detalló Sotelano.
La investigadora explicó que la principal limitante es la falta de espacio, no solo por la cantidad de huevos que puede portar una hembra (se estima en unos 60.000) sino porque los primeros ejemplares juveniles, cuando miden en el orden de los dos milímetros de caparazón, incurren en canibalismo y hay que separarlos.
“Las larvas no se alimentan de manera externa, sino que consumen reservas de la madre, pero los primeros juveniles atraviesan por una etapa en la que mudan el caparazón y llegan a comerse entre sí”, confirmó la bióloga.
Mientras tanto, las autoridades siguen trabajando en mecanismos de control sobre la pesca de centollas y centollones, una actividad que ha estado sujeta a incidentes y a discusiones normativas.
Una ley provincial que regula la captura de centollas entró en vigencia en mayo de 2013, pero después de una controversia que involucró al gobierno provincial, al Cadic y a las asociaciones de pescadores artesanales.
La norma fue sancionada en diciembre de 2012, vetada por el Poder Ejecutivo e insistida luego por la Legislatura.
La postura del gobierno y del organismo científico era proclive a la prohibición de la pesca hasta lograr la recuperación de la especie, mientras que la ley 931 terminó regulando condiciones para la extracción, como por ejemplo que solo puede ser llevada a cabo por pescadores autorizados, y solo puede incluir a “ejemplares machos adultos de un tamaño mínimo de 12 centímetros de ancho de caparazón”.
También se fijó una veda estacional entre el 1 de marzo y el 30 de junio, que tiene basamento en que para esa época los animales mudan su caparazón y acumulan mucha agua, por lo que su carne no posee la misma calidad.
A pesar de ello, la pesca furtiva de centollas es una preocupación constante de los funcionarios y da lugar a incidentes regulares, como el secuestro de trampas ilegales por parte de personal de la Prefectura Naval Argentina.
El año pasado, funcionarios argentinos llegaron a plantear una queja formal ante autoridades chilenas, por la aparición repetida de embarcaciones de ese país descubiertas mientras pescaban en aguas argentinas del Beagle.
El llamado “Clúster de la Pesca Artesanal de Tierra Del Fuego”, que integran organismos públicos y privados relacionados con la actividad, funciona desde noviembre de 2013 con la idea de articular los intereses de cada sector, y de solucionar los principales problemas que se presentan.
El clúster realiza ahora, junto a científicos del Cadic, un estudio para determinar la población actual de centollas en el Canal Beagle, a través de muestreos sistemáticos en los sitios de colocación de trampas.
En noviembre del año pasado, un grupo de pescadores artesanales logró la reapertura de la única planta de procesamiento de pescado de la ciudad, que permanecía inactiva desde hacía 10 años.
La iniciativa fue gestada por agrupaciones nucleadas en la Federación de Cooperativas de Tierra del Fuego, que se asociaron con el Municipio de Ushuaia para poner en funcionamiento y administrar en conjunto la “Planta de Procesamiento de Pescadores Artesanales del Fin del Mundo”.
La idea era que los 10 pescadores dedicados a los crustáceos, 3 marisqueros y 3 a pesca con red pudieran “traer su producto a la planta y llevárselo controlado por la autoridad provincial, certificándose su calidad en caso de animales vivos y, caso contrario, procesándolo y envasándolo”, explicó entonces Francisco Núñez, el ingeniero y jefe responsable de las instalaciones.
Sin embargo, el emprendimiento padeció problemas edilicios y de falta de capacitación de personal que obligó a suspender las actividades, y la Municipalidad prometió que reactivarán el establecimiento en los próximos días.
“La mayoría de la pesca artesanal de centollas se comercializa localmente, aunque una porción se exporta. Como recurso gastronómico, sigue siendo una de las principales atracciones para el turista”, comentó Sotelano, al fundamentar la importancia del proyecto de repoblamiento que se encuentra en pleno desarrollo
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sábado, 13 de agosto de 2016

Chaco y Formosa aportan pacú y yacaré a la oferta acuícola nacional

Margarito Terere y su pandillaNavegando por el sitio de acuicultura del NEA Rural (www.acui.nearural.com) encontramos estas dos notas que aquí se presentan unificadas. Se consolida la producción de pacú y crece de a poco la producción de yacaré, en una región del país con gran población y, por ende, potencialidad de consumo. Es interesante saber también cómo interviene el SENASA en estos procesos productivos, para asegurar una calidad certificable de productos.

Entre enero y julio se fiscalizó la faena de más de 450 toneladas de pacú en Chaco



Ciudad de Corrientes, Corrientes, | NEA RURAL |En el primer semestre de 2016, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) informó que fiscalizó la faena de 452.401 kilogramos de pescado de la especie pacú (Píaractus mesopotamicus) en Chaco. El principal destino es el consumo interno en esta provincia y en Formosa, Misiones, Corrientes, Entre Ríos, Santa Fe, Buenos Aires, Salta y Jujuy.

La faena fue realizada en un frigorífico bajo control oficial 4969, ubicado en la localidad de Puerto Las Palmas, que cuenta con habilitación del Senasa para el tránsito federal y para la exportación a la República del Paraguay.

En este establecimiento, el Senasa fiscaliza la faena de pescados, controla la implementación de Buenas Prácticas de Manufactura (BPM), los Procedimientos Operativos Estandarizados de Saneamiento (POES), el Manejo Integrado de Plagas (MIP) y el Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control (HACCP, por sus siglas en inglés). Además, controla la documentación obligatoria y emite los certificados sanitarios correspondientes, entre otras actividades.

Cabe señalar que el Organismo brindó asesoramiento en la construcción y ampliación de esta planta frigorífica, y asistió en el diseño de los planos, de acuerdo a la normativa higiénico-sanitaria vigente.

El frigorífico está ubicado en un complejo productivo en el que también existen 800 hectáreas destinadas a la explotación combinada y rotativa de pacú y arroz. Este novedoso método de rotación es una alternativa al tradicional sistema de cultivo de arroz sobre arroz, aumentando la producción de alimentos por unidad de superficie y disminuyendo labores y prácticas agrícolas. Lo producido en el estanque ingresa a la faena bajo fiscalización del Senasa.



Pero también hay yacarés...
En el primer semestre en Formosa se faenaron más de 3.334 kilogramos de carne de yacaré

De enero a junio de 2016, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) informó  a través de un comunicado oficial que fiscalizó la faena de 3.334 kilogramos de carne de yacaré en Formosa cuyos principales destinos de comercialización fueron la provincia de origen, Santa Fe, Buenos Aires y Córdoba.

La faena corresponde a 2.838 ejemplares –también llamados caimanes– y fue realizada en el frigorífico bajo control oficial Nº 4393, que cuenta con habilitación del Senasa para el tráfico federal y la exportación.

El frigorífico forma parte de un emprendimiento productivo ubicado en el Parque Industrial de la ciudad de Formosa, dedicado a la cría intensiva y posterior faena de yacarés. El criadero comenzó en el 2001 con 7 mil reptiles de las especies Caimán latirostri (yacaré overo) y Caimán cocodrilus (yacaré negro), y actualmente cuenta con alrededor de 57 mil animales.

El proceso productivo se inicia con la búsqueda de los nidos de yacarés en la zona ribereña. Una vez hallados, se realiza su geoposicionamiento para conocer el origen de los animales y se marca –con lápices de cera– la ubicación en la que fueron encontrados los huevos porque un cambio de posición puede causar la muerte del embrión. Luego se los traslada al criadero, donde permanecerán por unos 70 días en incubadoras con material vegetal envoltorio similar al de los nidos, a una temperatura de 31°C y a 98% de humedad.

Sobre la base de los lineamientos de la Dirección de Fauna de la Nación, la empresa cumple con el sistema de conservación de caimanes que establece la liberación en el ecosistema del 15 por ciento de los yacarés que nacen en cautiverio una vez que alcancen un tamaño que les permita defenderse de sus depredadores naturales.

Los yacarés recién nacidos son trasladados a piletas techadas con agua donde reciben alimentos balanceados especiales a base de expeller de soja, maíz, vitaminas y minerales, mezclados con cabezas de pollo. Las piletas poseen un tamaño de 5 metros por 5 metros, 80 centímetros de altura y 30 centímetros de agua. Los reptiles pasarán allí alrededor de 2 años, hasta alcanzar un tamaño que pueda dar carne comestible (cuando pesen entre 4 y 5 kilos).

Además del criadero, la empresa cuenta, desde 2008, con una planta frigorífica fiscalizada por personal oficial del Centro Regional Chaco-Formosa del Senasa y un depósito en el que se produce el secado de los cueros que posteriormente son enviados a una curtiembre de Lanús, provincia de Buenos Aires, donde se los tiñe y termina para la exportación.

Como es habitual en la inspección de frigoríficos, el veterinario del Senasa que cumple funciones en este establecimiento se encarga de controlar el cumplimiento de la Ley de Policía Sanitaria de los animales y aplicar el Reglamento de Inspección de productos, subproductos y derivados de origen animal y el Código Alimentario Argentino.

También vigila la entrada de materia prima al establecimiento y dispone la ejecución de los análisis de laboratorio necesarios para asegurar la sanidad del producto a elaborar. Inspecciona las elaboraciones y los distintos sistemas de conservación de carnes en el establecimiento, vigila las cargas en los transportes y que se cumplan las disposiciones sobre exigencias sanitarias en los diversos departamentos.

miércoles, 10 de agosto de 2016

Autoridades patagónicas se juntan para potenciar la pesca recreacional y deportiva en la región: la buena noticia es que hay hartos antecedentes de trabajo y gente con buena formacion para ayudar con eso

Una buena iniciativa, que tomamos de una nota del diario Jornada de Chubut (http://www.diariojornada.com.ar/noticias/noticia.aspx?id=166768&s=economia&t=Intentan_potenciar_la_pesca_deportiva_en_Patagonia).

Resultado de imagen para logo gemari crubEl asunto de la pesca deportiva en Patagonia, su importancia en cuanto a generación de recursos económicos, la creación de puestos de trabajo directos e indirectos, su valor  multiplicador y complementariedad con otras actividades recreativas, su renombre que convoca a pescadores de otras latitudes, todo eso junto hace que sea imprescindible organizar, coordinar, potenciar y sobre todo cuidar de manera integral este recurso, que no es solo el de los peces, ya que las pesquerías tienen un comopnente ambiental, uno biótico (los peces objeto de la pesca y los demás seres vivos que interactúan) y un componente humano (los pescadores, los prestadores de servicios, los otros usuarios del recurso).

El grupo de investigación del que formo parte, el Grupo de Evaluación y Manejo de Recursos Ícticos, trabaja en temas relacionados con la evaluación y la creación de información y herramientas para la gestión pesquera desde hace más de 25 años, habiendo producido publicaciones y presentaciones a reuniones científicas específicas, participado de encuentros y ámbitos específicos de la pesca recreacional, tanto con gestores como con usuarios y se ha abocado a buscar la puesta en valor de la pesca recreacional deportiva como una actividad que debe atenderse desde los ámbitos estatales para su ordenamiento y fomento.



Intentan potenciar la pesca deportiva en Patagonia

Referentes de la actividad mantuvieron un encuentro con la comisión de marketing del Ente Patagonia Argentina de Turismo.

La Comisión de Marketing del Ente Patagonia Argentina junto a referentes de pesca, llevaron a cabo un encuentro en Buenos Aires para evaluar acciones regionales orientadas a difundir la pesca deportiva en Patagonia. Durante el encuentro también se abordaron aspectos de la próxima edición de la Fiesta Nacional de la Trucha a realizarse en Río Grande en abril del 2017.
 
A fin de abordar temas vinculados a la pesca deportiva en Patagonia, los integrantes de las provincias patagónicas que conforman la Comisión de Promoción y marketing del Ente regional, mantuvieron una reunión de la que participaron referentes del producto pesca y representantes del Ministerio de Turismo de la Nación y del Instituto Nacional de Promoción Turística.
 
En el encuentro se definieron pautas de trabajo para relevar datos estadísticos sobre la demanda actual del producto pesca en cada provincia y las características propias de la oferta en cada lugar. Asimismo, ante la problemática de la proliferación del alga didymo en la región, se buscará impulsar gestiones para lograr que se establezcan metodologías de desinfección de equipos en aeropuertos y pasos fronterizos, como existe actualmente en otros países.
 
Por otra parte, la edición 32º de la Fiesta Nacional de la Trucha que corresponde a la temporada 2016/2017 tendrá lugar en Río Grande en el mes de abril.

El objetivo central de este evento patagónico que propicia el Ente Patagonia Argentina es el de promocionar la pesca deportiva en la región y concientizar sobre el recurso y su preservación; por ello se consensuó que el evento deje de tener una impronta competitiva, y además cuente con un espacio donde representantes todas las provincias de Patagonia puedan brindar información sobre sus destinos y modalidades de pesca a los participantes.

Asimismo, durante el desarrollo de la Fiesta se llevarán a cabo clínicas, presentaciones de productos, jornadas de pesca y una cena de camaradería al cierre con un espectáculo musical.
 
Del encuentro participaron por Tierra del Fuego la Secretaria de Política Interna del Infuetur, Silvia Gigli, y el Jefe de la delegación Río Grande del Infuetur, referente del producto pesca, Sebastián Novelli; la Directora de acciones promocionales de Río Negro, Carolina Ciliberto; por Neuquén la Presidente de Neuquentur, Marisa Focarazzo junto a Débora Calore; la representante de la Secretaría de Turismo de Santa Cruz en Buenos Aires, Valeria Pellizza; la directora regional en Buenos Aires del Ministerio de Turismo del Chubut, Daniela Rodríguez Paulet; el Coordinador de turismo aventura del Inprotur, Nicolás Platz; Matías Piegari, del área de promoción y marketing del Ministerio de Turismo de la Nación; y la Directora Ejecutiva del Ente Patagonia Argentina, Miriam Capasso
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martes, 2 de agosto de 2016

Desovando el mero pescado: intercambio científico técnico entre españoles y argentinos


En camino de ampliar el número de especies cuya factibilidad de cultivo sea atendible, aquí comparto una nota aparecida en la página de IPAC. Aunque nos falte mucho, es importante empezar. El tema del pasaje de la escala experimental a la comercial queda aún por  resolver en varias de estas experiencias argentinas, que se desarrollan en varios institutos y centros de investigación del país, desde las costas bonaerenses a las fueguinas. Precisamente, en el proyecto estratégico de desarrollo económico ligado al mar Argentino, el conocido como "Pampa Azul", hay conformada una Comisión de Maricultura que busca vincluar, alentar, ordenar y apoyar este tipo de proyectos. Seguiremos contando cómo va la cosa  

Intercambio de conocimiento científico entre Argentina y España para avanzar en gestión de reproductores de cherna

ipac - 2 de agosto de 2016
  
Una experiencia de intercambio científico entre Argentina y España, a través del IEO y el INIDEP (Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero), ha permitido conseguir mejoras en la gestión de los reproductores de cherna, o mero, así como incrementar la experiencia en desoves y abrir las puertas a nuevas colaboraciones entre ambos países. Todo ello gracias al programa en el que ha participado el técnico Adrián Vega, responsable de maduración y reproducción del cultivo de la cherna, perteneciente al Programa de Maricultura y Biología Experimental (MARI) del INIDEP, que realizó una estancia de un mes en Vigo para participar en las actividades relacionadas con el proyecto Diversify en el cultivo de esta especie. El proyecto se realizó bajo la dirección de la Montserrat Pérez Rodríguez, investigadora especialista en genética del IEO-Centro Oceanográfico de Vigo (COV), quien a su vez estuvo hace un año en el Gabinete de Biología Molecular y Microbiología de Inidep para continuar un trabajo iniciado en España, a partir del uso de la genética como herramienta para diferenciar poblaciones de anchoíta argentina.
La estancia del científico argentino se planificó teniendo en cuenta la primavera europea, ya que es la época más propicia para las puestas. “Es una experiencia que nosotros aún no tenemos y que esperamos lograr esta primavera o el año que viene ya que nuestros meros alcanzaron la talla de primera madurez”, indicó. “Cuando esto suceda nos encontrará con la experiencia y capacitación necesaria para afrontar este nuevo desafío”, dijo.
Gracias a la experiencia obtenida en el viaje y el contacto permanente de Vega con sus compañeros en el INIDEP, se fueron realizando cambios que ya muestran resultados positivos: “Hicimos un nuevo cronograma anual de temperaturas. En nuestro caso las teníamos un poco altas. Determinamos establecer una mínima de 12 ºC y máxima de 16,5 ºC. Ya notamos que las condiciones del agua se mantienen más estables respecto al tema bacteriano y propiedades físico-químicas, como así también el estado fisiológico de los individuos. Un dato no menor es que en los centros que visité no tienen control de la temperatura del agua, mientras que nosotros contamos con intercambiadores de temperatura, lo cual es beneficioso para manejar las épocas de puestas”.
Dos larviculturas al año
Adrián Vega adelantó que “al estar en otro hemisferio tenemos las temporadas de reproducción diferidas, lo cual permitiría realizar dos larviculturas al año en vez de una. Esto daría la posibilidad de intercambiar técnicos e investigadores durante cada primavera”. “Podemos trabajar con un stock en reproducción, como el de Vigo, e inducir al desove al nuestro”. Por tal motivo, estamos generando un anexo al convenio general que ya existe entre Inidep y el IEO, para el cultivo de peces con el Centro Oceanográfico de Vigo, donde la cherna es la especie principal.