Nota tomada del diario Río Negro en la que se explica un problema que se profundizará con el tiempo. Las temperaturas cada vez más altas en el mundo en general y en la región en particular afectan a todos los ecosistemas y sus componentes. Aquí el problema es el efecto de la temperatura sobre el desarrollo gonadal de los peces reproductores que están confinados en jaulas de cultivo y por ende no pueden buscar condiciones ambientales más apropiadas. Eso se puede agravar cuando las temperaturas de las aguas de incubación de ovas y alevinaje también se tornen menos apropiadas. El panorama obliga a planear cuidadosamente el desarrollo del cultivo de salmónidos en la Patagonia Norte. Habrá que mudarse al sur?, habrá que pensar más firmemente en los sistemas de recirculación RAS para salvar estos obstáculos?
Este cambio global que calienta el agua, hace que cambie el régimen hídrico y modifica la calidad del hábitat también afectará a nuestros peces nativos, que por ahora parecen adaptarse o no muestran problemas notorios. Igualmente no hay que descuicdarse y ya hay colegas, no solo de la Universidad del Comahue, que están estudiando el tema.
El calentamiento global obliga a modificar la genética de las truchas
El cambio climático afecta la producción de peces en los espejos de agua de la región, revelan estudios realizados en la Universidad Nacional del Comahue.
01 NOV 2016 - 00:00
Bariloche -
El aumento gradual de la temperatura del agua en arroyos y lagos de la región comenzó a impactar en la producción comercial de truchas, Así lo documentaron especialistas de la Universidad Nacional del Comahue (UNCo), quienes ya trabajan en una adaptación genética para sortear el problema.
El propósito es lograr individuos de trucha arco iris que aseguren “rangos óptimos” de reproducción y engorde para sostener el nivel de producción logrado -por ejemplo- en el embalse Alicura, donde se encuentran las pisciculturas más grandes.
El calentamiento global no afecta por ahora a la pesca deportiva, pero sí a los criaderos de truchas que abastecen a los restaurantes y supermercados. La ecuación económica de esos emprendimientos depende de la eficiencia de los reproductores y la velocidad de crecimiento de los peces.
Una de las carreras emblemáticas de la UNCo en esta ciudad es la de Técnico en Acuicultura. Durante muchos años esa especialidad que se dicta en el Centro Regional Universitario Bariloche fue única en el país, pero hace poco también la incorporó la Universidad Nacional de San Martín.
Los alumnos que cursan en esta ciudad realizan sus prácticas en el Centro de Salmonicultura ubicado sobre la ruta de acceso a Catedral. La doctora en biología e investigadora del Conicet Sonia Crichigno desarrolla allí un estudio mediante cruzamientos genéticos entre truchas adaptadas a las frías aguas cordilleranas, con otras de aguas más templadas, por ejemplo de Valcheta.
“Verificación hormonal”
El experimento consiste en obtener, pesar y medir ejemplares de uno y otro grupo para trabajar luego en la reproducción controlada y la “verificación hormonal”, en la búsqueda de peces que se reproduzcan y se alimenten con la velocidad requerida por los estándares comerciales.
Crichigno dijo que alcanzar resultados confiables puede llevar “años de prueba”, y que lo primero es definir “protocolos de selección de individuos”. Subrayó que la investigación apunta a frenar las mermas de producción relacionadas con el calentamiento global.
Aseguró que la temperatura tiene mucho que ver en el comportamiento de las truchas, que crecen y se reproducen de modo ideal con aguas a 11 grados. Pero en los embalses y lagos de la región se registran hasta 20 grados.
El Centro de Salmonicultura tiene varias piletas de agua circulante que toma del arroyo Gutiérrez. Allí se producen también reproductores para aportar a otros establecimientos comerciales como el de Colonia Suiza.
Un “área prioritaria” con pocos alumnos
La carrera de Técnico en Acuicultura tiene hoy no más de 25 estudiantes, cuando en otros momentos eran el doble. Además de la cría de salmónidos en la zona cordillerana, los estudiantes se capacitan para trabajar con peces de agua templada (por ejemplo en criaderos de pacú y otras especies en provincias del Litoral) y también en cultivo de mariscos.
El decano del Crub, Víctor Báez (graduado en Acuicultura), dijo que la idea es mantener la carrera a pesar de la baja matrícula, porque el gobierno nacional lo considera “un área prioritaria” para los próximos años. El complejo sirve como ámbito de práctica para los alumnos y mantiene “un fuerte hincapié en la investigación”, informó su responsable, Guillermo Mirena. Además, recibe periódicas visitas de turistas y de grupos escolares.
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