Una nota de Acuí rural, con data de policultivos y cultivos integrados en Misiones. La nota plantea también necesidades y dificultades para un mejor o mayor desarrollo de la acuicultura.
Posadas, Misiones |
NEA RURAL | En el marco de su doctorado realizado en la Facultad de Agronomía
de la UBA (FAUBA), Ariel Zajdband se concentró en el estudio de explotaciones
familiares que incorporaron la cría de peces como una alternativa para
diversificar la producción. La iniciativa no sólo apunta a aumentar los
ingresos económicos, sino también a mejorar la dieta de la población y la
resiliencia del sistema.
Actualmente,
Zajdband vive en San Francisco, Estados Unidos, donde desarrolla tecnologías
vinculadas con la agricultura de precisión. El investigador adelantó los
resultados de sus investigaciones sobre la resiliencia de sistemas
agropecuarios diversificados (agro-acuicultura) en la provincia de Misiones.
¿Cómo están
conformados estos sistemas? “Una explotación típica está
compuesta por 25 hectáreas, donde el productor vive y produce junto a su
familia. En general, hay algunas hectáreas dedicadas a la yerba mate, al
cultivo de té y, en algunos casos, al tabaco. En otra superficie hay
plantaciones forestales, áreas de pastoreo y cultivos domésticos como batata,
mandioca y caña de azúcar para el autoconsumo”.
Allí se
construyeron estanques de unos 700 m² donde se siembran diferentes especies
(mayormente de la familia de las carpas), lo cual genera sinergias entre ellas.
Este es un aspecto destacado de las prácticas que se utilizan en Misiones. “El
policultivo es un sistema milenario y muy interesante que se originó en el
sudeste asiático”, explicó Zajdband, y aclaró que la mayor parte de los insumos
que se usan provienen de la misma explotación.
Resultados mixtos. La adopción
de la acuicultura en pequeña escala se propone como un modo de promover la
diversificación y una mayor resiliencia. Desde el punto de vista ecológico, la
resilencia es la capacidad que tiene un sistema para mantener su estructura
luego de sufrir un disturbio externo. Es un concepto que se empezó a estudiar
hace unas cuatro décadas. No obstante, la tesis de Zajdband es el primer
estudio académico que evalúa casos concretos en los que se introdujo la
acuicultura en explotaciones familiares para favorecer la resiliencia.
“Los resultados de
las experiencias con agro-acuicultura son todavía poco concluyentes. El éxito o
no depende del objetivo de la introducción de la cría de peces en las
explotaciones. En muy pocos casos se logró mejorar significativamente la
economía de las familias. En cambio, en la mayoría de las explotaciones, que
cuenta con sólo un estanque, la producción se utilizó para el autoconsumo; no
se obtuvieron ingresos monetarios sustantivos pero se logró diversificar la
dieta. Sucede que la mayor parte de la proteína de estas poblaciones proviene
de la carne vacuna, porcina y aviar”.
“Es una actividad
que tiene potencial, pero habría que volver a pensar el objetivo de introducir
la acuicultura en estas explotaciones. Si está ligado a aumentar el ingreso
monetario, deberíamos pensar en maneras de no saturar el mercado misionero
rural. Hoy, la mayor parte de las ventas de pescado se realizan entre vecinos
al pie del estanque. Habría que ampliar el mercado a otras áreas, incluso
dentro de la provincia, y apuntalar el procesamiento y la logística. Para
comercializar pescado en regiones extra misioneras también habría que cultivar
otras especies con mayor demanda que las carpas”.
Extensión y
conocimiento aplicado. Según Zajdband, las principales limitantes para el desarrollo de la
actividad no son económicas, puesto que la construcción de estanques está
subvencionada por diferentes programas estatales. “No son gratis pero hay
bastantes facilidades de financiamiento”. En cambio, Ariel consideró que los
obstáculos se relacionan con la escasa preparación técnica de los productores y
la ausencia de mecanismos de extensión. Estos factores condicionan el manejo y,
por lo tanto, la cría de peces. “Se necesita hacer más extensión y mejorar el
entendimiento de cómo debería ser un manejo óptimo de los estanques en estas
explotaciones”, afirmó.
Por último, se
refirió al uso de los insumos: “A mayor nivel de uso de insumos
hay una mayor cosecha, o sea mayores niveles de productividad. Por eso es
preciso aumentar la cantidad de insumos utilizados en los estanques de una gran
cantidad de explotaciones. Esto no necesariamente representa mayores costos
porque muchos de estos insumos son generados en los mismos sistemas, con lo
cual estarían disponibles”.
Fuente: Sobre la Tierra, FAUBA