jueves, 28 de abril de 2011

Buenas Prácticas de Producción Acuícola. Parte 2: más información básica para saber de qué se trata esto.

Seguimos compartiendo la Guía de Buenas Prácticas de Somoza (Gustavo, no Leandro) y Núñez (Pablo, no Leonel) (2010).


Los objetivos de las Buenas Prácticas en acuicultura son básicamente los mismos que para cualquier otra industria o proceso. 
             


 Últimamente distintos gobiernos han impulsado su utilización con el objeto de reducir no sólo los costos de producción sino también la producción de desechos, con la consiguiente disminución de la contaminación, para así obtener productos de mejor calidad y eventualmente ganar nuevos mercados.

Desde el punto de vista de la producción de alimentos, la utilización de Buenas Prácticas ayudará a producir alimentos seguros para el consumo humano y desde el punto de vista ambiental ayudará a reducir la producción de residuos. De esta forma las buenas prácticas en acuicultura tienen como objetivo asegurar el principio de inocuidad alimentaria del alimento producido y minimizar el impacto sobre el medio ambiente, para asegurar de esta manera la sustentabilidad de la actividad.   

En el caso específico del consumo de productos provenientes de la producción acuícola, están específicamente relacionados con evitar peligros biológicos como por ejemplo parásitos, bacterias y virus así como residuos de sustancias químicas utilizadas en el proceso de producción o derivadas del medio ambiente como plaguicidas, herbicidas, fármacos, metales pesados, etc. En este sentido, estos peligros pueden evitarse mediante la utilización y el cumplimiento de buenas prácticas de producción, junto con normas de regulación y vigilancia por parte de las autoridades competentes. 

Las buenas prácticas de producción y procesamiento posterior de los productos derivados de la acuicultura incluyen:
1) Selección del sitio de construcción del emprendimiento.
2) Calidad del agua. Implementación de programas de monitoreo del agua. Estudio de mecanismos de control de la calidad de la misma.
3) Organización del área de producción.
4) Implementación de programas de manejo y control de los alimentos y fármacos utilizados.
5) Organización del proceso productivo.


Todos estos procesos, de ser posible, deben ser controlados basándose, como se dijera anteriormente en los principios de Análisis de Peligros y Control de Puntos Críticos (HACCP).


Si unimos estos puntos con el concepto de inocuidad daremos lugar a los siguientes conceptos:

1) El sitio debe ubicarse en un lugar con abastecimiento de agua sin riesgo de contaminación a raíz de descargas de otros efluentes. Esto es preferentemente alejado de zonas agrícolas para evitar el contacto con herbicidas o pesticidas cuyos residuos serán lavados hacia las aguas. 

2) La calidad del agua debe estar de acuerdo con las condiciones de calidad de agua de la especie a cultivar y en la cantidad adecuada a la carga a colocar en el sitio de producción.

3) Independizar las distintas áreas de proceso del área de producción propiamente dicha.

4) Los alimentos utilizados deben provenir de industrias que utilicen Guías de Buenas Prácticas y deben estar libres de cualquier tipo de contaminante. El establecimiento acuícola debe controlar la forma de almacenamiento y protocolizar el método de alimentación de los peces.

5) La fuente de huevos, alevinos o juveniles debe garantizar la ausencia de cualquier tipo de contaminación así como demostrar estar libre de enfermedades.

6) Priorizar, durante el proceso productivo, todas aquellas medidas preventivas con el objeto de disminuir el riesgo de enfermedades infecciosas y evitar de esta manera el uso de fármacos para combatirlas.

7) Extremar los cuidados de la higiene en las instalaciones del emprendimiento. Ello implica no sólo el cuidado de la higiene del personal sino también de los materiales que se utilizan en el proceso.


De la enumeración de estos puntos se desprende que, como se dijera más arriba, el proceso de producción debe contar con sistemas de registro, monitoreo y evaluación de los resultados de manera que es importante documentar cada paso para dar garantía del proceso realizado.


De aquí se desprende otro concepto importante en cualquier protocolo de Buenas Prácticas que es la trazabilidad. Ésta puede definirse como la habilidad para rastrear la historia, aplicación o localización de un elemento por medio de identificaciones registradas. 
Otra definición importante, que va más allá de la producción acuícola puede encontrarse en el Reglamento Europeo (CE, Nº 178/2002) en cuyo artículo 18 expresa:
18.1. En todas las etapas de la producción, transformación y distribución deberá asegurarse la trazabilidad de los alimentos, los piensos (alimentos balanceados), los animales destinados a la producción de alimentos y de cualquier otra sustancia a ser incorporada en un alimento o un pienso, o con probabilidad de serlo.
18.2. Los explotadores de empresas alimentarias y de piensos deberán poder identificar a cualquier persona que les haya suministrado un alimento, un pienso, un animal destinado a la producción de alimentos, o cualquier sustancia destinada a ser incorporada en un alimento o un pienso, o con probabilidad de serlo. Para tal fin dichos explotadores pondrán en práctica sistemas y procedimientos que permitan poner esta información a disposición de las autoridades competentes si estas lo solicitan.
18.3. Los explotadores de empresas alimentarias y de empresas de piensos deberán poner en práctica sistemas y procedimientos para identificar a las empresas a las que hayan suministrado sus productos. Pondrán esta información a disposición de las autoridades competentes si estas así lo solicitan. 
18.4. Los alimentos o los piensos comercializados o con probabilidad de comercializarse en la Comunidad deberán estar adecuadamente etiquetados o identificados para facilitar su trazabilidad mediante documentación o información pertinente de disposiciones más específicas.


A su vez pueden diferenciarse distintos tipos de trazabilidad:



  1) Trazabilidad hacia atrás: Es la capacidad de conocer, a partir de un producto, los diferentes ingredientes y otros elementos que han intervenido en su elaboración, y los proveedores de los mismos.  
 2) Trazabilidad interna: Es la información que permite relacionar los productos que se han recibido en la empresa (materias primas, aditivos, envases, etc.), las operaciones o procesos que estos han seguido dentro de la misma, los productos finales que salen, incluyendo los resultados de los autocontroles.  


















3) Trazabilidad hacia delante: Es conocer el destino de un producto (qué y a quién se le entrega), así como toda la información relativa a su comercialización.





De aquí que un sistema de trazabilidad debe permitir localizar un producto inseguro de forma rápida y eficaz, y en base a los datos del producto, llegar a conocer el motivo del problema para retirar otros productos que pudieran también verse afectados, y evitar que este se repita en el futuro. Estos conceptos, que exceden el marco de la producción de productos de acuicultura, resaltan la necesidad de protocolización y documentación del proceso de producción en acuicultura.

viernes, 22 de abril de 2011

Una materia a desarrollar: las buenas prácticas acuícolas. Parte 1: de qué hablamos?

Durante 2010, un grupo de profesionales argentinos trabajó en la idea de confeccionar una guía de buenas prácticas acuícolas, que ayudase a los productores a desarrollar sus propios manuales de buenas prácticas. Porqué es tan importante el tema de las buenas prácticas?. Comenzamos a desarrollar esa idea a continuación, tomando como base la Guía de Buenas Prácticas de Pablo Núñez y Gustavo Somoza, que fue presentada en sociedad en el Aula Mayor del Centro Regional Universitario Bariloche (Universidad Nacional del Comahue), ante un importante grupo de productores, investigadores, funcionarios y estudiantes relacionados con la actividad acuícola. El resaltado y comentarios son propios de este bloggero.
El material presentado a continuación ha sido escrito por Pablo Núñez & Gustavo Somoza, supervisado por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) y revisado técnicamente por la Dirección de Acuicultura dependiente del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación.

Definición del concepto de Buenas Prácticas

Esta guía de Buenas Prácticas de Producción Acuícola está confeccionada sobre la base de la producción de trucha arco iris en sistema de engorde en jaulas flotantes y se aplica a la producción de esta especie como producto para el consumo humano. Es también idea de esta guía servir como base para la elaboración de manuales de buenas prácticas de producción para otras especies cuando los volúmenes de producción así lo requieran pero teniendo en cuenta las características especiales de esas especies y los sistemas de cultivo. 



Fue elaborada tanto como una guía para los productores como para los organismos de regulación de la actividad sanitaria y acuícola tomando conceptos básicos dictados por la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación), la WHO u OMS (Organización Mundial de la Salud), la USEPA (United States Environmental Protection Agency, Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos de América), la OIE (Organización Mundial de la Salud Animal). Se basa también en datos bibliográficos que se citan en la sección correspondiente.

Sin embargo es importante hacer notar que esta guía es susceptible de ser modificada de acuerdo a la evolución de los conceptos de inocuidad y calidad alimentaria, salud y bienestar animal y sustentabilidad del medio ambiente. En ese sentido la interacción de los organismos de gestión y control sobre el sector productivo acuícola con los propios productores juega un papel fundamental.

En este punto es importante aclarar el significado del concepto de Buenas Prácticas ya que éste es utilizado en múltiples actividades. En sentido amplio las Buenas Prácticas constituyen no sólo el plan de organización sino también las acciones que se llevan a cabo en un proceso determinado que finaliza con la producción de un producto de calidad considerada óptima. Este proceso de producción debe ser necesariamente dinámicofundamentalmente mejorable, de manera que debe contar con sistemas de registro, monitoreo y evaluación de resultados de manera que es importante documentar cada paso para dar garantía del proceso realizado.

En síntesis las Buenas Prácticas son una herramienta básica para la obtención de productos seguros tanto para el consumo o para el medio ambiente y hacen su eje fundamental en la higiene y la forma de manipulación.
A pesar que el uso de Buenas Prácticas es voluntario, éstas ayudan al normal funcionamiento de cualquier establecimiento y son absolutamente necesarias para la aplicación del sistema HACCP (Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control), del programa de Gestión de Calidad Total (TQM) o de algún sistema de control de calidad como el ISO 9000. De esta forma se asocian con el control del funcionamiento y de la producción de cualquier establecimiento que las aplique.

La guía no está concebida con el objeto de definir métodos específicos a seguir sino para ofrecer un listado de opciones que pueden ser seleccionadas por los productores y ser adaptadas, en caso de considerarse apropiadas y necesarias, para casos específicos. pesar que el uso de Buenas Prácticas es en principio voluntario, es importante definir que este tipo de programa puede tener puntos específicos que las autoridades de aplicación comiencen a considerar como obligatorio.
Por ejemplo, en virtud del aumento de la conciencia pública y privada sobre la protección ambiental y con el objeto de aumentar las posibilidades de acceso a mercados más exigentes, los productores pueden comenzar a aplicar las normas de Buenas Prácticas en su establecimiento productivo. Por otro lado las autoridades regulatorias pueden hacer que algunas pautas sean consideradas obligatorias con el objeto de alcanzar niveles considerados adecuados de protección ambiental. Sin embargo es importante tener en cuenta que, a pesar que la forma más deseable de implementación es la voluntaria, ésta es en general una forma de implementación insegura. 

De esta forma y como se dijera anteriormente, las Buenas Prácticas deben ser dinámicas ya que el mejoramiento continuo del proceso de producción es uno de los objetivos. Las Buenas Prácticas de hoy deben pasar a ser normas en el día de mañana. Debido al incipiente desarrollo de la acuicultura en nuestro país, éste representa el primer intento para generar una Guía de Buenas Prácticas de Producción Acuícola, sin embargo para que éstas puedan ser adoptadas y utilizadas en forma corriente se deben cumplir algunos puntos que se consideran importantes:
1) Concientizar a los actores involucrados en el tema incluyendo a los productores y las organizaciones que los agrupan, industrias proveedoras de materias primas, etc.
2) Comprender el efecto de las actividades humanas sobre el agua en la que se produce el producto de la actividad y por ende sobre los mismos.
3) Una vez estudiada la Guía de Buenas Prácticas de Producción Acuícola, seleccionar algunos puntos importantes con el objeto de comenzar a aplicarlos.
4) Estudiar los costos y beneficios de la implementación de las mismas. 
5) Establecer en común acuerdo con las autoridades los procedimientos de verificación y cumplimiento de las buenas prácticas.
6) Establecer programas para la difusión de la información a otros interesados y talleres de discusión de las Buenas Prácticas.

Una vez que estos puntos fueran consensuados y establecidos, el productor estará en condiciones de implementar una Guía de Buenas Prácticas de Producción Acuícola en forma dinámica para generar su propio manual de Buenas Prácticas de Producción. De esta forma, el objetivo final de la utilización de una Guía de Buenas Prácticas de Producción Acuícola, que se centren en la higiene y en la forma de manipulación, hará que el producto emergente de la actividad, a pie de producción y luego del transporte, sea inocuo para la salud humana, entendiendo por inocuidad la garantía de que este producto no causará daño al consumidor cuando el mismo sea preparado o ingerido.
Además de garantizar la inocuidad del producto, hecho de por sí importante, la adopción de una Guía de Buenas Prácticas de Producción Acuícola puede además ofrecer:
1) Posicionar la imagen del emprendimiento (empresa) en el mercado y abrir las puertas de los mercados internacionales.
2) Facilitar el diálogo y la interacción con las autoridades sanitarias locales.

Hasta aquí llega una transcripción casi literal de las primeras páginas de la guía. Como se ve, la implementación de las buenas prácticas no tendría aspectos negativos y no debería dudarse en su puesta en práctica... pero...
Pero como se puntualiza en el texto, es necesario un compromiso de productores y autoridades de gestión y control. Es necesario desarrollar una "cultura de las buenas prácticas", por la que cada uno sepa y acuerde con que no es lo mismo hacer las cosas de una manera o de otra, que los protocolos y registros son importantes y deben respetarse y que esconder la basura debajo de la alfombra (de la jaula, en este caso) solo podría significar escaparse para adelante. La inocuidad alimentaria y la protección del medio ambiente son puntos muy sensibles para los consumidores y otros usuarios del recurso agua sobre los que hay que trabajar para potenciar el crecimiento del mercado. En sucesivas entradas estaremos desarrollando más en profundidad algunos de los aspectos de la guía de buenas prácticas. La idea es discutir esas ideas para cumplir algunos de los requerimientos que por allá arriba, al inicio de esta entrada, se mencionaban como necesarios: informar, crear conciencia, estudiar y acordar.
Un desafío importante, creo yo, para la consolidación del sector, teniendo en cuenta su grado de dispersión y "lessez faire" actual.



domingo, 17 de abril de 2011

BREVE ANALISIS COMPARATIVO DEL MARCO LEGAL EN ACUICULTURA EN ALGUNOS PAISES DE LA REGION

Lucas Maglio, Ingeniero en Acuicultura y docente del Centro Regional Universitario Bariloche, se anima a abrir el fuego con una opinión sobre la actualidad acuícola en Argentina. Se pregunta y nos invita a preguntarnos: 

POR QUE ES IMPORTANTE EL MARCO LEGAL?   
Argentina necesita urgentemente un marco legal bien definido que permita dar inicio al crecimiento inevitable de la Acuicultura en la Argentina porque, de seguir así, el desorden, la desconfianza, el desconocimiento, solo logrará un crecimiento parcial e inconsistente. Es necesario establecer la visión y la misión sobre la actividad, aspectos fundamentales para establecer una plataforma viable de inversión / investigación, y crecimiento general de la acuicultura. Es para muchos el primer paso para que la actividad madure definitivamente.

Una Ley Nacional de Acuicultura en conjunto con un Plan de Desarrollo Estratégico aprovechando el enorme potencial ambiental que tiene la Argentina, tal cual lo están haciendo países de la región. Esto permitirá entregar un marco de confianza a inversionistas, investigadores y todas aquellas personas relacionadas con la actividad.


Según la FAO (organización mundial para la alimentación), “Uno de los elementos que restringen el desarrollo de la acuicultura es la carencia de un marco legal específico para la actividad, que regule las diferentes escalas de producción acuícola, en materia de definición de objetivos y propósitos, permisos, concesiones y restricciones requeridos para el desarrollo de los cultivos, así como la simplificación de los procedimientos y trámites legales, con miras al establecimiento de una “Ventanilla Única”.”


Qué pasa al respecto en la Patria Grande ( o en parte de ella al menos)?



(Figura tomada de Nacionysalud.com)


ARGENTINA
A la fecha la acuicultura en la Argentina sigue siendo una actividad casi desconocida y poco difundida. Inmersa en un estadio de “surgimiento” desde hace mas de 20 años. Si bien las causas de este estancamiento son atribuibles a un conjunto de factores, a saber; estado, productores, empresarios, proveedores, profesionales, universidades, etc., el rol del Estado como ordenador primario de toda actividad productiva en este caso es casi ausente. La creación de la Dirección de Acuicultura (en el ámbito de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca SAGyP) fue en su momento un prometedor inicio, sin embargo hoy todos los países de la región han superado ampliamente a Argentina en materia del marco legal para el desarrollo acuícola. Por último tampoco se aprovecha el impulso a la producción agropecuaria (y en distintos ámbitos) que se han visto en los últimos años después de la crisis del 2001. La situación es por lo menos preocupante.
Decimos esto por dos razones;
1) La Acuicultura es la actividad de producción animal que más ha crecido en los últimos 30 años y la que mayores proyecciones tiene en los próximos 30, según la FAO, la contribución de la acuicultura al suministro mundial de pescado, crustáceos, moluscos y otros animales acuáticos sigue en aumento, y ha pasado de un 3,9 % en 1970 a un 36,0 % en 2006 de la producción total en peso que el ser humano consume de estos organismos.
En el mismo período, el crecimiento de la producción acuícola fue más rápido que el de la población, así el suministro de organismos acuícolas per cápita pasó de los 0,7 kg en 1970 a los 7,8 kg en 2006, lo cual supone un crecimiento medio anual del 7,0 %. (FAO, 2008).


2) Argentina cuenta con más de 5000 km de costa marina y ríos y cuerpos de agua dulce a lo largo y ancho del país. Cuenta con el potencial para ser una potencia en la producción acuícola a nivel mundial. No aprovecha el impulso de la región. El crecimiento de la producción acuícola en América Latina y el Caribe en los últimos años triplica el promedio mundial, según el informe sobre el Estado Mundial de la Pesca y la Acuicultura 2010 (FAO), América Latina y el Caribe son las regiones que juntas tienen las tasas de crecimiento acuícola más altas del mundo en los últimos años. Tres países de la región, Chile, Brasil y México, representan en conjunto el 79% de los volúmenes y el 75% de los valores producidos en esta zona durante 2001-2003. Si se suman Ecuador y Colombia, estos cinco países aportan con el 89% del valor y del volumen de la acuicultura local. Si bien hay particularidades en cada país, ya no quedan excusas para justificar la no producción, existen tecnologías y sistemas aplicables a casi cualquier ambiente acuático, por otro lado si no la hubiera para nuestro ámbito es el momento de fomentar la investigación, pero difícilmente alguien quiera investigar sobre una actividad que además de no tener una producción aceptable, servicios, insumos, etc, ni siquiera esta normada. Lo mismo ocurre con un inversionista, la producción acuícola ni siquiera puede asegurarse porque no esta hasta el momento tipificada en los sistemas de seguros, por lo tanto si la situación en general es riesgosa para un inversor ya que ni si quiera esta la posibilidad de asegurar la producción.



URUGUAY
El sector es regulado por la Dirección Nacional de Recursos Acuáticos (DINARA – http://www.dinara.gub.uy), bajo la órbita del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca
(MGAP).
Ley Nº 14.484 (18/12/75) - Ley de creación de la DINARA (ex–INAPE) en cuyo artículo 3
promueve la acuicultura en todas sus formas.
Decreto 259/996 (26/6/96) – Declara de interés nacional la actividad de la acuicultura en
todas sus formas, etapas y especies; las empresas deberán presentar proyectos de
inversión.
Decreto 149/997 (7/5/97) – Incluye los requisitos técnicos específicos que deben incluir los
proyectos de acuicultura para ser declarados de interés nacional.
Uruguay se destaca por el cultivo de esturión y hoy está dentro de los principales productores de caviar del mundo.





BOLIVIA
Decreto Supremo Nº 22581 de 14 de agosto de 1990, que ha sido desarrollado mediante una serie de Resoluciones Administrativas del Centro de Desarrollo Pesquero. De acuerdo con lo previsto en los capítulo IV y VII del Reglamento de Pesca y Acuicultura.
En los últimos dos años el crecimiento del cultivo de trucha es significativo sobre todo en el lago Titicaca y en otras zonas rurales (ver nota anterior en este blog). Tomando como referente a su vecino Perú, que lleva mas tiempo en el desarrollo de la producción de Trucha en agua dulce en el mismo lago. Existe un proyecto operativo denominado “Desarrollo de la acuicultura y extensión de tecnología para el altiplano boliviano”. Este es un proyecto a largo plazo, que abarca todo el altiplano boliviano, comenzando en su primera etapa por las regiones vecinas al lago Titicaca, donde debe involucrar a unas cien comunidades campesinas en total. Bolivia tiene un acuerdo con la JICA (Japan International Cooperation Agency) y la Misión Británica en Bolivia.



BRASIL
Decreto Ley №221/67 que establece la ordenación pesquera y de acuicultura (Código de Pesca).
Decreto (Portaria) №1582/89 Ibama, que establece registro y normas para actividades acuícolas.
Se crea en el 2008 el Ministerio de Acuicultura y Pesca garantizando una mayor autonomía para las acciones anunciadas a través del programa “Mas Pesca y Acuicultura” – Plan de Desarrollo Sustentable.
Se invirtieron en el programa mil millones de dólares hasta el año 2011, además se han previsto líneas de créditos por otros mil millones de dólares. La meta es incrementar la producción pesquera del país de 1.0 millón a 1.430 millones de toneladas.
Brasil, el mayor país de América Latina, sin siquiera esforzarse ya es uno de los principales productores acuícolas, ubicándose en el lugar 17 a nivel mundial y siendo el segundo en importancia en América del Sur.
Brasil inicio el cultivo de Cobia en alta mar, y se prevé que el crecimiento en producción off shore marítima crezca rápidamente. El mismo Presidente Lula da Silva inauguro el primer centro de producción off shore de Cobia en Brasil, centro de producción que tiene previsto alcanzar las 10 mil toneladas para el año 2012.


PERU
LEY Nº 27460
Ley de Promoción y Desarrollo de la Acuicultura
Luego las Leyes 27460, 28326 y 27592 modifican y complementan la ley original 27460.
Mediante el Decreto Legislativo Nº 1032, se ha declarado de interés nacional a la inversión y
facilitación administrativa de la actividad acuícola.
El 7 de enero de 2010 por decreto supremo N 001-2010 se crea el PLAN NACIONAL DE DESARROLLO ACUICOLA (Promovido por la Dirección General de Acuicultura).
La Dirección de Acuicultura entre otras herramientas tiene un catastro on line de todas las instalaciones, la cual es además una plataforma de asistencia a los productores http://gis-dga.produce.gob.pe:8181/CATASTRO_ACUICOLA/mapviewer.jsf?width=1133&height=676.
La Dirección de Acuicultura creo la “Estrategia Nacional para el desarrollo de la Acuicultura Sostenible en Perú” acción por la cual se desprendieron las leyes y por medio del decreto 032 se declaro a la actividad de interés nacional a la inversión.
Perú produce mas de 30 mil toneladas (2007) en el ámbito marino entre concha abanico y langostino, además están en fase experimental del cultivo de atún en mar abierto. Con respecto a la acuicultura continental, la principal producción es Trucha, seguido por la Tilapia y especies autóctonas, como el Paiche, Paco y Gamitana entre otros, especies que fueron desarrolladas a través de investigación apoyada por del estado. Entre estas especies se producen mas de 10 mil toneladas anuales (2007). Probablemente este año el crecimiento sea notable y las cifras anteriores queden superadas ampliamente.

CHILE
Junto con Noruega los mayores productores de salmónidos del mundo y dentro de los salmónidos el primero en trucha. El país más desarrollado de la región en acuicultura. Con un marco legal consistente tomando como muestra le reciente nueva ley de pesca y acuicultura (2010). Tres diferentes organismos del estado tienen injerencia sobre la materia desarrollando entre ellos el marco normativo de la actividad, ellos son Sernapesca, Servicio Agrícola Ganadero, y Subsecretaria de Pesca. Por otro lado el complejo sistema legal tiene un fuerte componente dinámico el cual se adapta a la situación de la industria, es así como después del episodio del virus ISA se modifico la nueva ley LGPA, además de la generación de nuevos decretos específicos. Se desarrollaron reglamentos ambientales para el sector, como el Acuerdo de Producción Limpia ( 2001-2005) el Reglamento ambiental para la acuicultura (RAMA) entre otros. Si bien para muchos aún queda mucho por corregir, la situación sería claramente peor si no existiera nada.



PARAGUAY
“Actualmente, la producción supera levemente las dos mil toneladas, y las especies más importantes son la tilapia Oreochromis niloticus, la carpa Cyprinus carpio y el pacú Piaractus
mesopotamicus. Al igual que sus vecinos de Argentina, la acuicultura en Paraguay está dando sus primeros pasos. Y a pesar del pequeño tamaño del país, los niveles de la producción acuícola paraguaya también son similares al país rioplatense. Sin embargo, la principal diferencia de ambas naciones con respecto a esta actividad, estaría centrada en las políticas gubernamentales.
Mientras en Argentina éstas aún no se visualizan claramente, las autoridades paraguayas ya están enfocadas en desarrollar un plan nacional de acuicultura, el cual estará integrado con el sector agropecuario del país. Es así como dentro del Programa de Programa Nacional de Desarrollo Agrario y Rural, se pretende llevar a cabo el Programa Nacional de Desarrollo Acuícola como instrumento para el desarrollo de la producción acuícola. De esa forma se quiere diversificar la producción, además de mejor la calidad de vida en las zonas rurales del país.” (Extraído de mundo acuícola (http://www.mundoacuicola.cl/revista/revistaleer.php?noticia=58)).
El VMG (Vice Ministerio de Ganadería) solicito asistencia técnica a la FAO y en atención a la misma se formuló el proyecto TCPF/PAR/3201, para la elaboración de un Diagnóstico Actualizado del sector acuícola Nacional y la Formulación del Plan Nacional de Desarrollo sustentable de la Acuicultura en Paraguay.


CONCLUSION


Es evidente que la actividad está tomando un rol preponderante como una fuente enorme de suministro de proteína a la población a nivel mundial, los países vecinos y de la región vienen tomando sobre todo en los últimos 5 años un nuevo impulso en la Acuicultura, siendo Latinoamérica el polo productivo de acuicultura de mayor crecimiento en los últimos años (Según informe FAO 2010 “El estado mundial de la pesca y la acuicultura”. Países con recursos mucho más limitados que la Argentina, están tomando el camino correcto y superan en volúmenes de producción a Argentina. Si bien no se mencionan en este escrito, la realidad de otros países como Ecuador, Colombia y Venezuela es también considerablemente superadora a la realidad Argentina.

Si la evidencia demuestra un crecimiento sostenido en los países vecinos en cuanto a la producción acuícola, al punto tal de posicionar a la región primera en el ranking de tasas de crecimiento, y que el mismo se consolida a partir del ordenamiento y apoyo por parte del Estado, por lo menos deberíamos preguntarnos ¿porque Argentina no ha crecido en esta materia? Y ¿porque no tiene el Argentina un marco legal nacional?
Si se visita la pagina web de la SAGyP y se dirige a la normativa en acuicultura solo aparece un boletín oficial que menciona la creación del Registro Nacional de Establecimientos de Acuicultura y un resumen de un código de buenas prácticas de la FAO.
La inmensidad de recursos y la industria que no se esta desarrollando necesita un rdenamiento, una ley, un plan estratégico de desarrollo y reglamentos específicos por áreas acuícolas. Es por lo menos alarmante que por ejemplo Paraguay con 7 millones de habitantes y con casi una séptima parte de la superficie de Argentina y sin salida al mar tenga los mismos volúmenes de producción que Argentina y lo que es más alarmante aun (para Argentina) es que Paraguay tenga un plan de desarrollo nacional y aqui hasta el momento no hay indicios de ninguna acción concreta. En el mejor de los casos Argentina habrá sido el último país de la región en desarrollar legislación en el ámbito de la acuicultura