El INTA Paraná evalúa aguas residuales de la agricultura para
uso en acuicultura
El trabajo se realiza en el marco del "Proyecto de Contaminación difusa por agroquímicos en los agros
ecosistemas", que el INTA lleva adelante en el Instituto de Recursos Biológicos en Castelar, Provincia de
Buenos Aires.
Paraná, Entre Ríos | Por Aldo Puig | La Argentina duplicó su producción de granos alcanzando las 100 millones de toneladas. Pero además tiene como meta seguir este incremento escalonadamente hasta llegar en el 2020 más de 150 millones de toneladas. Para alcanzar esta meta la adopción de tecnología es clave. Pero la innovación tecnológica conlleva a externalidades las cuales pueden ser positivas o negativas. Entre las negativas se encuentra la contaminación difusa por agroquímicos. En la actualidad el tema se ha transformado en una de las mayores preocupaciones en la sociedad y que requiere un análisis integral de causas, efectos y decisiones para contribuir a su gestión y disminución.
En este marco se plantea el proyecto de Contaminación difusa por agroquímicos en los agros ecosistemas que el INTA lleva adelante en el Instituto de Recursos Biológicos en Castelar, Provincia de Buenos Aires.
Dicho Proyecto se propone como objetivo general: Entender, Prevenir y Corregir conflictos ambientales y recuperar procesos de deterioro por el uso de agroquímicos en sistemas extensivos e intensivos de producción primaria para contribuir a la resiliencia socio agroambiental.
Trabajando en INTA Paraná
En este marco dicho Proyecto y en colaboración con el Módulo Nacional de Piscicultura del INTA, llega a la Estación Experimental Agropecuaria Paraná del INTA para realizar relevamiento en la Unidad de Piscicultura para estudiar los peces y determinar si pueden llegar a tener algunos efectos de agroquímicos de los campos adyacentes
“Estamos tratando de producir peces en función de los recursos que tenemos en Entre Ríos que son casi ideales y en general para Acuicultura es decir todo lo que se produce en el agua; vegetales y peces, entre otros organismos”, comentó Alejandro Ernesto Curto, de la Dirección Regional del INTA Entre Ríos.
Un equipo de profesionales visitó nuestra provincia para dar cumplimiento a una etapa de una actividad que tiene el Proyecto que es la de evaluar aguas residuales de la agricultura para uso en acuicultura.
Curto dijo al respecto que, “nos referimos al agua que se escurre de los lotes agrícolas y que va a parar a reservorios cercanos, tajamares, por ejemplo. El objetivo es comprobar si es apta o no, para darle destino a la acuicultura. Se ha hablado mucho del poder contaminante de los plaguicidas que usa la agricultura. Los peces se consideran entre los organismos más sensibles a los pesticidas en general. La dosis más pequeña les causa un gran daño”.
El equipo interdisciplinario de especialistas realizó un muestreo en la Estación Experimental de Piscicultura de la ciudad de La Paz , cuyas instalaciones se encuentran a la vera del río Paraná, pero lejos de la zona agrícola, por lo tanto no recibe influencia de los pesticidas. Luego se trasladó a Paraná para realizar los muestreos en el campo experimental de la Estación Experimental Agropecuaria Paraná del INTA que intensivamente produce granos.
“Es una situación ideal porque es una cuenca de alrededor de 150 hectáreas que vuelca todos los plaguicidas que se usan a un tajamar. Ese tajamar recibe por el arrastre o deriva durante todo el año plaguicidas. Hace más de 30 años que esa cuenca del tajamar está con prácticas conservacionistas de terrazas, siembra directa, y es muy intensiva con uso del suelo y plaguicidas”, comentó Curto.
El tajamar como ámbito experimental de la cría de peces
El tajamar ubicado en un bajío del campo del INTA Paraná, es un espejo de agua de más de una hectárea de superficie y cuatro metros de profundidad en el centro. En las lomas naturales que lo rodean está todo muy bien hecho y muy conservado. La actividad agrícola es intensiva pero está todo muy controlado, según las normas de uso de los productos.
“Hay mucha vida. Mucha actividad de micro y macro organismos. Allí introdujimos hace más de un año, tres especies de peces. Pacú, entre ellas. Están vivos y en vías de crecimiento. El supuesto es que haciendo bien las cosas, el agua residual de la agricultura se puede usar y pueden convivir los peces con la agricultura”, sostuvo Alejandro Ernesto Curto.
La acuicultura tiene la oportunidad de hacer carne de pescado sin contaminación.
Para certificar que esto sea posible están trabajando en forma conjunta la Universidad de La Plata, la Universidad del Litoral de Santa Fe y el INTA Castelar.
Se realizan muestreos en órganos de peces, agua y alimento de los peces. Se lleva al laboratorio para comprobar si en estos tres componentes del sistema hay aportes de contaminantes riesgosos para la salud humana.
Julie Brodeur, Investigadora del Conicet, cumpliendo funciones en el Instituto de Recursos Biológicos del INTA Castelar, como responsable del Proyecto de contaminación difusa por agroquímicos, dijo que, “estamos aprovechando los peces que se crían en el tajamar del INTA Paraná. Nos juntamos en esta oportunidad todos los ecos toxicólogos para estudiar los peces que pueden llegar a tener algunos efectos de agroquímicos de los campos adyacentes. Somos gente que trabaja en eco toxicología de distintos aspectos. Es muy novedoso y un gran logro poder juntarnos. Estamos aprovechado las capacidades de cada uno para hacer un estudio completo. El resultado nos mostrará con precisión que pasa a campo, en los animales que están recibiendo una contaminación difusa, indirecta, por el escurrimiento o la deriva de plaguicidas”.-
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Pensad: no hagáis lo que no os gusta que os hagan, sobre todo en cuanto a la forma de pensar...