lunes, 28 de mayo de 2012

Situación actual y perspectivas a futuro en la producción de alimentos acuícolas

Navegantes, de Panorama Acuícola, hemos "tomado" esta nota para vuestro solaz y esparcimiento. Como siempre decimos, pareciera que este tema de la producción de alimentos para peces es un problema lejano para nosotros, dados los volúmenes de producción argentinos. En la versión electrónica de la nota no encontré los gráficos que figuran en el texto, habrá que rebuscarse...



Situación actual y perspectivas a futuro en la producción de alimentos acuícolas

02 de mayo de 2012
El siguiente reporte muestra el estado actual de la producción de alimentos acuícolas y los desafíos que esta industria enfrenta para ser competitiva en el futuro. Resume la opinión de expertos en el tema, mostrando los avances actuales en la materia, y las oportunidades de crecimiento a futuro.
Por: Michael B. Rust, Fredric T. Barrows, Ronald W. Hardy, Andrew Lazur, Kate Naughten y Jeffrey Silverstein
La Administración Nacional de los Océanos y la Atmósfera (NOAA, por sus siglas en inglés) y el Servicio de Investigación en Agricultura del Instituto Nacional de Agricultura y Alimentación del Departamento de Agricultura (USDA, por sus siglas en inglés), dieron a conocer el presente reporte, preparado como parte de la Iniciativa en Alimentos Alternativos de la NOAA-ASDA, lan­zada en 2007.  
El propósito de dicha iniciativa fue acelerar el desarrollo y uso de ingredientes alternativos para die­tas, que al mismo tiempo pudieran mantener los beneficios que los pro­ductos acuícolas dan al ser humano. La iniciativa podría promover el descubrimiento y comercialización de alimentos alternativos mejorados, que resultará en una menor depen­dencia a los recursos pesqueros por parte de los productores de alimentos y acuicultores en todo el mundo. Estos desarrollos son críti­cos para el crecimiento sustentable a largo plazo de la acuicultura de los EE.UU., y deben cumplir con el incremento proyectado en las demandas de alimentos seguros y de alta calidad. 
La NOAA, la USDA y otras agen­cias siempre han apoyado en la investigación, desarrollo y transfe­rencia de tecnologías de alimentos a la industria. El reporte es una perspectiva del estado actual del conocimiento y los desafíos y opor­tunidades asociados con el descu­brimiento, desarrollo y uso comer­cial de varios alimentos alternativos. Fue logrado gracias a la coope­ración de expertos del gobierno, investigadores, empresas privadas, organizaciones sin fines de lucro y otros interesados, en talleres de tra­bajo donde se examinaron las impli­caciones económicas, a la salud humana, ambientales y prácticas de varias de estas opciones. 
Los resultados, recomendaciones y prioridades en la investigación que contiene, ayudarán a informar sobre las investigaciones actuales y las prioridades para nuevos estu­dios que la NOAA, la USDA y otros participantes deberán apoyar bajo el manto de la iniciativa federal.
Antecedentes 
En 2007. La NOAA y la USDA comen­zaron una consulta con expertos, investigadores gubernamentales, accionistas y el público en general  para reunir y filtrar información sobre las alternativas en alimentos acuícolas.
El conductor de este esfuerzo fue el interés de las partes en acelerar el desarrollo y comercialización de alternativas viables a los alimentos acuícolas y el aceite de pescado, usados en acuicultura. La meta de la iniciativa era identificar y priorizar la investigación para el desarrollo de alimentos que pudieran reducir la dependencia en las pesquerías silvestres, manteniendo los beneficios que el pescado aporta al ser humano, a través de su cultivo en granjas, y permitiendo que la industria acuícola se expanda de manera sustentable. Para que este desarrollo sea realista, la alternativa tiene que ser económicamente viable.
Así se presentan las tres características de la evaluación de alternativas, que toman en cuenta las implicaciones económicas, ambientales y de salud de cada opción (Fig. 1).
Situación de  la producción de alimentos en los EE.UU.
Norteamérica es el productor más grande y avanzado de dietas animales, seguido por la Unión Europea y China. Como un líder en el área, el desarrollo de los alimentos acuícolas que sucede en los EE.UU. puede ayudar a promover el cambio a nivel mundial. Es importante notar que aunque el país tiene un sector acuícola relativamente pequeño, los desarrollos en la industria y los avances tecnológicos en los ingredientes tendrán una gran importancia e impacto a nivel global. Actualmente, la producción de alimentos acuícolas en el mundo es el mercado de más rápido crecimiento en el sector de la producción de alimentos para animales, incrementándose un 6-8% cada año.
Los alimentos acuícolas podrían representar una oportunidad significativa de exportación desde los EE.UU. A nivel mundial, el desarrollo y comercialización de alimentos es crucial en la expansión de la acuicultura de peces y camarones. 
La harina y aceite de pescado utilizados hoy en día son obtenidos de la pesca pelágica (anchoas, menhaden o lacha y sardinas), y con algunos subproductos del procesamiento de pescado, tanto de la pesca como de la acuicultura. 
Aunque la producción mundial de harina y aceite de pescado ha sido relativamente constante en los últimos 20 años, el porcentaje consumido por la acuicultura se ha elevado, ahora equivale a 60 70% de la producción anual de harina, y 80-90% del aceite de pescado. Los alimentos para aves, cerdo y mascotas son la mayor parte del resto, con un incremento en el consumo de aceite de pescado por parte del ser humano. Los peces pelágicos también son consumidos directamente por los humanos y son usados como carnada para langosta, cangrejo y pesca recreativa. Dado que los stocks de estas pesquerías son limitados y actualmente se encuentran en su punto de explotación máxima, se necesitan fuentes alternativas de proteína y aceite. En su carácter de indicador, el precio de la harina de pescado se triplicó entre 2002 y 2010, y la oferta permanece limitada, mientras que la demanda de ingredientes para alimentos para peces continúa a la alza (Fig. 2). Al mismo tiempo, los precios del salmón y camarón de granja se han mantenido o incluso han bajado.
Las consideraciones ambientales también limitan la oferta. Los peces pelágicos proveen importantes beneficios al ecosistema marino. Aunque la mayoría de las pesquerías industriales tienen límites de captura, la mayor demanda de peces de forraje para el consumo humano directo, como carnada o para usos en acuicultura y agricultura, podría ser un incentivo para sobreexplotar estos lugares, con consecuencias negativas para el ambiente marino. Además, los cambios en la administración de pesquerías podrían empujar los límites de peces disponibles. En particular, las pesquerías administradas con respecto a la sustentabilidad de una sola especie pueden no ser sustentables desde la perspectiva de una especie si la importancia de estos peces en la alimentación de otros animales de dicho ecosistema no se toma en cuenta. Los límites de captura deberían ser reducidos para permitir que haya disponibilidad de peces de forraje en los océanos para mantener las funciones de los ecosistemas. 
El desarrollo de alternativas a la harina y aceite de pescado es un reto mundial por muchas razones. Estos ingredientes son commodities en todo el mundo. Asia consume la mayor parte de la harina, y Europa (con Noruega a la cabeza), es el consumidor dominante de aceite; Sudamérica produce una gran cantidad de estos. Los EE.UU. son un pequeño jugador en este mercado, con poco control en los precios o cantidades comerciadas. Además, la naturaleza concentrada de los productos hace que la oferta sea vulnerable, como se evidenció con el reciente terremoto en Chile.
En 2007, EE.UU. usó alrededor de 190,000 t de harina y 31,000 t de aceite de pescado. El consumo local es sobre todo para ganado y mascotas. Una porción de la captura de lacha, sardinas y anchoas es usada para la pesca comercial y recreativa, tabletas de aceite de pescado para uso humano, y fertilizante. La mayor parte de la harina producida en EE.UU. viene de la lacha, capturada en el Golfo y el Atlántico, seguida del procesamiento de los desper­dicios de peces blancos capturados en Alaska para su venta.
Después del derrame de petróleo del Golfo, no está claro si EE.UU. permanecerá como exportador, dados los poten­ciales impactos de esta sustancia en los stocks de lacha. Así, la necesidad de desarrollar alternativas está incre­mentándose.
Este reto global también repre­senta una oportunidad para los productos acuícolas y otros ingre­dientes alternativos, sobre todo para surtir a Asia, donde ocurre la mayor parte de la acuicultura. Las opor­tunidades para los productores de alimentos estadounidenses podrían ser significantes, y este país bien puede aprovechar esta oportunidad dada su fuerza en el sector de pro­ducción agrícola, los laboratorios de nutrición y la infraestructura para producir alimentos.
En noviembre de 2007, la NOAA y la USDA lanzaron la Iniciativa de Alimentos Alternativos con una petición de comentarios del público en muchos temas relacionados con los alimentos alternativos para acui­cultura. Las preguntas, que fueron publicadas en una nota del Registro Federal, incluyeron las siguientes:
1.¿En qué parte deberá el gobier­no federal centrar sus esfuerzos de investigación en el área de alimentos acuícolas alternativos? ¿Hay algunas áreas específicas que el gobierno federal no deba abordar?
2.¿Cuáles son las fuentes alterna­tivas de proteína y aceite para los alimentos acuícolas? Por ejemplo, ¿hay oportunidades específicas de un mayor uso de los desperdicios y otros subproductos acuícolas? ¿Hay obstáculos para usar estas alternati­vas como opciones de alimentación para peces?
3.¿Qué tipo de tratamientos o procesos prometen mejorar los ali­mentos existentes y desarrollar nue­vos? ¿Qué tan pronto podrían ser comercializadas estas tecnologías?
4.La harina y aceite de pescado contribuyen a la nutrición humana al agregar a los productos acuícolas ingredientes como ácidos grasos omega-3. Dado que la industria acuícola está buscando remplazar estas materias primas con ingredien­tes alternativos, ¿cómo pueden ser mantenidos o mejorados los bene­ficios de los pescados y mariscos de granja? Por ejemplo, ¿qué tecno­logías existen para producir ácidos grasos omega-3?
Análisis de datos obtenidos
Siguiendo a esta fase inicial de comentarios, los investigadores crearon paneles para discutir estas mismas preguntas e identificar otras para su consideración en la prepa­ración de un plan racional y basado en los hechos existentes, con el fin de identificar y priorizar la investi­gación y las necesidades de desa­rrollo del sector. El primer panel estuvo compuesto por científicos con experiencia en investigación en alimentos, nutrición humana y animal, bioenergía, procesamientos, agricultura y áreas relacionadas. El segundo se compuso de académi­cos, industriales, ONG’s y el gobier­no, con interés y/o experiencia en el tema. Los oficiales del gobierno responsables de la investigación, prioridades, regulaciones y políticas observaron ambos paneles.
Además de responder estas pre­guntas, se identificaron las restric­ciones y preocupaciones sobre los ingredientes de los alimentos que son usados actualmente, así como los que podrían utilizarse en el futu­ro. Además, se pidió identificar posi­bles soluciones al reto de remplazar la harina y aceite de pescado en los alimentos del futuro, identificar las investigaciones necesarias para hacerlo y los desafíos tecnológicos asociados con el desarrollo de pro­teínas alternativas viables, así como predecir el futuro de los alimentos acuícolas. Específicamente, se pidió identificar los retos y cambios que la acuicultura enfrentará, y los desa­rrollos que afectarán tanto a los pro­ductores como a los consumidores en los próximos 5 y 25 años. 
A continuación se presenta un pequeño sumario de los resultados y las conclusiones de estos ejercicios. 
Perspectivas en la producción de alimentos acuícolas
1. La harina y aceite de pescado no son requeridos a nivel nutricional para que los peces de granja se desarrollen. 
Cerca de 40 nutrientes, como son los aminoácidos, vitaminas, minera­les y ácidos grasos, son requeridos, pero pueden ser obtenidos de fuen­tes diferentes a la harina y aceite de pescado. Estos ingredientes han sido preferidos en los alimentos acuícolas porque contienen estos nutrientes en balance casi perfecto, son fáciles de digerir, promueven un buen crecimiento y superviven­cia, y proveen beneficios a la salud humana. La combinación de otros ingredientes para lograr el mismo balance sí es posible, pero requerirá un gran entendimiento de las nece­sidades de los peces y del desempe­ño de estas alternativas.
2. La acuicultura es una manera eficiente de producir proteína ani­mal y cubrir los requerimientos de la raza humana.
Los peces cultivados presentan un factor de conversión alimenticia (FCA) muy eficiente. Por ejemplo, el salmón del Atlántico de granja puede presentar un FCA de 1:1, es decir, convierte 1 kg de alimento seco en 1 kg de carne. En contraste, el FCA del pollo es de 3-5:1, y el cerdo presenta uno de 8:1. El pes­cado consume menos calorías por ser de sangre fría y no tener que soportar su peso. 
3. Los productores de alimentos para peces carnívoros y camarón han reducido ya su dependencia a la harina y el aceite de pescado.
Investigaciones anteriores logra­ron una sustitución efectiva utili­zando ingredientes alternativos, lo que ayudó a disminuir los costos de producción de estos alimentos, para lograr abaratar sus costos (Fig.2). En los últimos 15 años, el FCA para muchas especies acuícolas bajó de 3-4:1 a aproximadamente 1.5:1, gra­cias al uso de proteínas y aceites de origen no marino. La harina y aceite de pescado se reservan ahora para uso en dietas especiales (reproductores y alevines), y para dietas de término para mantener los beneficios alimenticios de estos productos. 
4. La economía es el mayor impulsor del uso de ingredientes alternativos por parte de los pro­ductores.
Los productores de alimentos sus­tituyen la harina y aceite de pescado de acuerdo a sus precios con res­pecto a las alternativas disponibles (las alternativas ara las cuales existe conocimiento y experiencia suficien­tes que permitan su uso). Los paneles identificaron algunos factores limitan­tes de cambio en las formulaciones, incluyendo información insuficiente o requerimientos nutricionales de especies específicas, especialmente las domesticadas recientemente, y los contenidos nutricionales dispo­nibles, así como los valores de los ingredientes alternativos para pes­cado y camarón. Esta área requiere una importante inversión en investi­gación para ayudar a los productores a comprender los costos y beneficios de incluir ingredientes alternativos a sus mezclas.
5. Los efectos ambientales de la producción y el uso de alternativas deben ser un punto a considerar.
Se debe observar el impacto ambiental que causa la producción de alimentos y el que podría causar el cambio de ingredientes en los organismos acuáticos. 
6. Las implicaciones de salud humana que el uso de alimentos alternativos puede generar deben ser investigadas y mejor entendidas.
Los ácidos grasos omega-3 y otros nutrientes encontrados en la harina y aceite de pescado pro­veen al cuerpo humano grandes beneficios. Los productos acuíco­las alimentados con dietas alter­nativas deben proveer los mismos beneficios. Las consideraciones a la salud humana deben ser tomadas en cuenta de igual manera que las económicas y ambientales, cuando se consideran las alternativas. Para lograrlo, los nutriólogos acuícolas deberán trabajar con nutricionistas de humanos y científicos de ali­mentos al considerar ingredientes alternativos prometedores, para así determinar los impactos de estas alternativas en la calidad final de los productos. 
7. La harina y aceite de pescado son contribuidores menores en la oferta de proteínas y aceites comes­tibles.
En 2007, la harina de pescado formaba el 2.3% del total de alimen­tos con proteína, y el aceite, un 2% de los aceites comestibles. La mayor fuente de proteína en la Tierra es la soya. Un aumento del 4% en los ali­mentos con proteína de soya podría igualar el total de la oferta mundial de harina de pescado. Incrementos en esta proporción han sido logra­dos cada 5 años, sin aumento en las tierras de cultivo, basadas en los incrementos del rendimiento por acre, por la intensificación, nuevos cultivos y prácticas agrícolas. 
8. Se debe fomentar e incremen­tar la recuperación y uso de desper­dicios de procesos pesqueros.
Este material ha mostrado tener valores biológicos similares a las harinas y aceites de pescado. La cantidad mundial de desperdicios de la industria pesquera y la acui­cultura podrían igualar la cantidad de peces de forraje usados para producir harina y aceite. Un incon­veniente es que la recolección de dichos desperdicios a veces no es económicamente viable debido a problemas económicos y téc­nicos. Se necesita investigación y financiamiento para recolectar estos subproductos de las pesquerías, que muchas veces se encuentran en regiones remotas o inaccesibles, con poca infraestructura.
Igualmente, se debe hacer inves­tigación en captura y reutilización de productos de desecho de la acui­cultura. El uso de desperdicios de organismos acuícolas para producir harinas y aceites podría convertir a la acuicultura en un productor de estos ingredientes. 
9. Las plantas producen la mayor parte de la proteína (94%) y aceites comestibles (86%) disponibles en el mundo.
Las plantas constituyen una pro­porción sustancial en la dieta de peces carnívoros (por ejemplo, for­man el 50-60% de la dieta de sal­món). Es probable que las plantas sean la principal fuente de aminoá­cidos y grasas en las dietas de peces cultivados en el futuro, debido a su abundancia, su potencial para aumentar la producción, y sus bajos costos. La investigación para aumen­tar el uso de productos agrícolas sustentables en los alimentos acuí­colas ayudará a aumentar la impor­tancia que estas dos actividades tendrán mutuamente. Esta área de investigación podría ser tan impor­tante para los granjeros como para los acuicultores y podría representar una oportunidad importante para los agricultores estadounidenses. 
10. El biocombustible basado en algas puede ser un área de oportu­nidad para la producción de ingre­dientes de alimentos dado que la proteína es un subproducto de la obtención de aceite de estas plantas, y las algas marinas producen ácidos grasos omega-3 y ciertos aminoá­cidos importantes para la salud de humanos y peces.
Es fácil entender las ramificacio­nes de la producción de alga para dietas de peces, aunque requerirá de la comunicación entre los cien­tíficos que estudian el biodiesel obtenido de ellas y los nutriólogos acuícolas. Se necesita apoyo en la investigación para la producción de omega-3, un producto potencial­mente más valioso que el biodiesel. 
11. Se espera que haya una cre­ciente demanda y producción de etanol y bioplásticos. Los subpro­ductos de estas industrias podrían ser buenos ingredientes para dietas de peces.
Los alimentos para peces se hacen mayormente con proteínas y aceites. El etanol y algunos bioplás­ticos están hechos de la fracción de carbohidratos de las plantas, lo que deja atrás las proteínas y aceites. En la futura producción de biodiesel podría cambiarse el foco de la producción de etanol a par­tir de carbohidratos de maíz, con procesos que degradan la calidad de los productos sobrantes. Si el grano continúa siendo una materia prima para la producción de etanol, se necesitarán nuevas maneras de procesarlo para recuperar proteínas y aceites de alta calidad, para poder usar estos ingredientes en la pro­ducción de alimentos. El biodiesel está hecho de la fracción del aceite, dejando la proteína concentrada que ya puede ser utilizada en peces. Los investigadores en nutrición de estos animales deberán trabajar y coordinarse con los investigadores en biocombustibles para asegurar­se de que los subproductos sean seguros y puedan ser utilizados en alimentos. 
12. En su calidad de sustitutos, muchas alternativas tienen costos por unidad mayores que las harinas y aceites de pescado.
Sin embargo, la tendencia desde 2006 es que las harinas y aceites de pescado aumenten sus precios más rápido que los ingredientes alterna­tivos. Se necesita investigación para abaratar los costos, o una mejora en el valor biológico, sin aumen­tar los precios, para que convenga aumentar el reemplazo de la harina y aceite de pescado. 
13. Los peces tienen necesida­des alimentarias y preferencias por compuestos específicos, que no se encuentran en las plantas, así que existe la necesidad de productos especializados que suplan estos compuestos y/o le añadan sabor a la dieta.
Estos ingredientes tal vez sean más costosos que la proteína y aceite y deberán contener sabores, nutrien­tes o propiedades no presentes en ellos, pero que son necesarios para el rápido crecimiento y salud de los organismos, o para el aumento en su consumo. Algunos ejemplos son las algas, invertebrados, subproductos animales y trazas de mariscos. Los ingredientes adicionales como los potenciadores del sistema inmune también son beneficiosos para uti­lizar más ingredientes alternativos. Es necesaria la investigación para desarrollar materiales que permitan un mayor uso de fuentes de proteína y aceite más económicas.
14. Las fuentes alternativas de proteína y aceite son commodities usados en alimentos para ganado y mascotas y son obtenidas de subproductos de otras industrias, recursos poco utilizados, o produc­tos completamente originales.
• Los commodities existentes que tienen el potencial de usarse en alimentos incluyen los concentrados de proteínas de granos y oleagi­nosas, y subproductos de proteína animal.
• Los subproductos originales de otras industrias incluyen proteínas recuperadas de la producción de biodiesel o proteínas unicelulares de recursos carboníferos baratos.
• Otras fuentes incluyen el proce­samiento de desechos de pescado o de capturas incidentales de la pesca.
• Los nuevos productos incluyen harinas hechas a partir de gusanos, insectos e invertebrados marinos, y harinas y aceites de las algas. Lo que tienen estos productos en común es que no son bien explotados o son fuentes de harina y aceite no desarrollados, y que requieren algún grado de inversión en investigación y desarrollo para convertirse en una opción más usada. Algunos tienen atributos que son perjudiciales para los peces (como los antinutrientes), o contienen niveles insuficientes de nutrientes esenciales o semi-esen­ciales y necesitan ser procesados, mezclados con productos comple­mentarios, o suplidos.
· Se necesita más información para poder evaluar los impactos ambien­tales asociados con el uso de varios ingredientes. La información sobre contenidos contaminantes de los productos alternativos es necesaria para poner en contexto los riesgos y beneficios que su uso pueda generar en el bienestar de los peces y el ser humano. Aquí también s encuen­tra la oportunidad de mantener o mejorar la seguridad alimentaria de los productos acuícolas. Todos estos temas necesitarán investiga­ción, inversión y desarrollo. 
15. Las plantas y otras alternati­vas contienen algunos compuestos (antinutrientes) perjudiciales para los peces.
Aunque hay procesos que remue­ven o inactivan muchos de estos compuestos, se necesita más inves­tigación y desarrollo para mejorar­los. Los peces también pueden ser criados de manera selectiva para hacerlos más tolerantes a estos anti­nutrientes. 
16. Es posible la cosecha de espe­cies de menor nivel trófico, como el kril, para las harinas y aceites, pero los beneficios ambientales que estas especies producen en el ecosistema marino debe ser tomada en cuenta junto con los aspectos económicos y nutricionales de su uso.
Mientras que esto puede ser una opción a corto término, la cosecha de cualquier población silvestre, incluyendo kril, requiere de una administración cuidadosa y deberá estar limitada a lo que la naturaleza puede ofrecer. 
17. El uso de capturas incidenta­les para la producción de harina y aceite de pescado podría equivaler a una cantidad sustancial de estos productos sin incrementar el impac­to actual de la pesca.
Aunque existen procesos tradi­cionales que convierten la pesca incidental en harina y aceite, se quiere crear un mercado de espe­cies no buscadas y se tienen que considerar los detalles logísticos asociados con el manejo de esta pesca en el mar. 
18. La demanda de ácidos gra­sos omega-3 de cadena larga para consumo directo y para alimentos se incrementará más allá de las cantidades disponibles de recursos marinos.
Es necesario encontrar y desa­rrollar fuentes alternativas, como las algas, microorganismos, y olea­ginosas. Se debe lograr un uso más eficiente de estos ácidos a través del mejoramiento en las prácticas de alimentación y formulación. La investigación que lleve a nuevas fuentes costo-efectivas de ácidos omega-3 será muy beneficiosa para la salud humana. También se debe apoyar la investigación para mejorar su producción y uso. 
19. Las especies criadas en gran­ja se han ido domesticando y su desempeño mejora a través de la selección genética y de desempeño de los alimentos basados en plantas y otros recursos no marinos.
Conforme se domestican las especies acuáticas, la selección podrá ser dirigida hacia un mejor uso de este tipo de alimentos. 
20. La información científica sobre los requerimientos nutriciona­les de las especies criadas en granja y los ingredientes de los alimentos, así como la interacción entre el pez y su dieta, tendrá que ser expandida para poder lograr mejoras sustancia­les en las formulaciones de produc­tos alimenticios comerciales.
Para esto es necesario actuali­zar regularmente los requerimien­tos de los peces en el Concilio de Investigación Nacional (NRC, por sus siglas en inglés), además de un apoyo constante a la investigación que ayude a definir los requeri­mientos nutricionales básicos de las especies acuícolas. 
Conclusiones 
Es seguro que los alimentos acuí­colas del futuro deberán estar for­mulados con mayores proporciones de alimentos no obtenidos a través de las pesquerías. Hace falta mucha investigación y desarrollo de tecno­logías para lograrlo. Este reporte es un buen indicador de lo que hasta el momento se ha hecho y de las alternativas que existen actualmen­te, para de allí partir y desarrollar productos alimenticios que cumplan con los requerimientos que la acui­cultura, industria que puede ser una fuente muy importante de proteína para consumo humano en el futuro, requiere.

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