Nota de INFOBAE de diciembre de 2016. A propósito de otras entradas en las que hablamos de cultivo de especies exóticas y sus riesgos asociados, en este caso en jurisdicción de un país limítrofe, en donde hay escapes de peces. Un elemento importante es este del riesgo ambiental a la hora de definir normativas y políticas por parte de los gobiernos y autoridades de aplicación, que lleva a veces a pensar en el cultivo de especies nativas o ya introducidas. Y el artículo lleva también a reflexionar sobre la ignorancia de los peces, que no respetan fronteras ni jurisdicciones...
Pero claro, a US$ 16000 el kilo de caviar, cada esturión hembra que se escapa es un problema que le hará lavar el mate al oriental más pintado...
Preocupa la aparición de
esturiones rusos en el Paraná
Matías Pandolfi
17 de diciembre de 2016
Esturión siberiano pescado en San Nicolás (Crédito:
Jorge Liotta)
La invasión de especies exóticas es muy peligrosa para los ecosistemas
ya que generan riesgos ambientales severos. El factor caviar y el riesgo de
plaga.
El caviar es uno de los platos más codiciados del mundo. Se produce a
partir de los huevos sin fecundar del esturión. Las huevas de caviar suelen
pagarse a precios que van desde los 1.500 a los 3.000 dólares el kilogramo,
dependiendo de la especie de la cual provengan (hay unas 25 especies). Los
esturiones son uno de los peces más antiguos que se conocen. Su origen se
remonta al período Jurásico, hace 250 millones de años, en la época en que los
dinosaurios reinaban el planeta. Se los encuentra en los grandes sistemas
fluviales del hemisferio norte (América del Norte, Europa y Asia), así como en
el mar Negro y en el mar Caspio.
Se considera que el mejor caviar proviene de los esturiones que se
pescan en el mar Caspio en Azerbaiyán, Irán y Rusia. La sobrepesca y la contaminación de los cuerpos de agua han
llevado a una drástica reducción de las poblaciones naturales y esto ha estimulado
el avance en la piscicultura de esta especie en el hemisferio norte.
En 1996, la empresa Esturiones del Río Negro S. A. (actualmente
denominada Black River Caviar) se estableció en el Uruguay y fue pionera en la
producción de caviar en Sudamérica. El criadero se instaló en la zona de la
represa de Baygorria, en el río Negro. En esa primera instancia se cultivaron
dos especies: el esturión siberiano y el esturión sterlet, que son las especies
que mejor se adaptan a un amplio rango de condiciones ambientales. En el año
2005, esta empresa comenzó el cultivo de esturión ruso de donde se obtiene uno
de los caviares más caros, el ossetra. Finalmente, en 2010
se comenzó con el cultivo del esturión beluga, que es el pez de agua dulce más
grande del mundo (hasta 8 metros de largo y más de 3 toneladas de peso) y del
que se obtiene el caviar más caro de todos: en algunas subastas puede llegar a
venderse hasta 16 mil dólares el kilo.
Considerando que si se ingresa en los exigentes mercados internacionales
del caviar, el valor agregado de estos productos es altísimo y las ganancias
que puede producir son enormes, es interesante preguntarnos si la Argentina ha
intentado criar esturiones. Respecto a este tema, el doctor Pablo Scarabotti, especialista en ecología de peces del
Instituto Nacional de Limnología (Conicet), manifestó: "Al mismo tiempo
que en Uruguay importaban el esturión beluga, la firma Esturiones y Caviar
S. A. se instalaba en una antigua estación de piscicultura en la localidad
riojana de Anillaco, e iniciaba el cultivo de esturiones beluga, siberiano y
ruso". El investigador señaló además: "Esta estación había sido
construida por orden del entonces gobernador de La Rioja, Carlos Menem, para el
cultivo de truchas con el destino de promover la pesca deportiva en los ríos de
esa provincia. También hubo iniciativas de cultivo en la provincia de San
Luis".
En el mes de octubre de este año, un pescador
artesanal pescó un ejemplar de esturión en la laguna Coronda (Santa Fe) y
provocó cierto revuelo, aunque no es la primera ni será la última vez que estos
peces aparezcan por nuestras aguas continentales. Al respecto de
estas apariciones de esturiones en la cuenca del Paraná, el licenciado Jorge
Liotta, director del Museo de Ciencias Naturales P. Scasso de San Nicolás,
afirmó: "El primer registro documentado es de un ejemplar capturado en el
Río de la Plata en 1999; sin embargo, ya había comunicaciones previas de
pescadores y turistas que los habían pescado principalmente en el bajo río
Uruguay. En los años siguientes, continuaron apareciendo ejemplares, aunque con
baja frecuencia, llegando al río Paraná, al menos hasta la ciudad de Paraná (a
más de 750 kilómetros por agua de los establecimientos de acuicultura en
Uruguay)". El investigador añadió: "La especie más frecuente es el
esturión siberiano. En total, los registros reunidos suman más de veinte. En
general, se trató de ejemplares de buen tamaño, de entre 40 cm y 1 m de
longitud total, con pesos mayores a 1 kg y hasta 4 o 5 kg".
En nuestros lagos y ríos existen dos especies de
peces invasores que merecen particular atención. Por un lado, la trucha arcoíris, que ha sido introducida con fines
turísticos en buena parte de los ríos de montaña de la Patagonia, Cuyo y
noroeste, con grandes impactos sobre las especies nativas de peces, anfibios e
invertebrados que no se encontraban adaptadas a la presencia de depredadores de
ese tipo, con la consecuente disminución de la diversidad de estos ambientes.
Por otro lado, la carpa europea ha desarrollado poblaciones estables en todos
los grandes ríos del centro del país y muestra una rápida expansión hacia el
norte, el oeste y el sur. Esta especie, considerada como una de las peores
especies de peces invasores del planeta por su capacidad reproductiva, su
tolerancia a un amplio rango de condiciones ambientales y su dieta variada,
puede generar grandes impactos en las especies locales en la medida en que se
siga incrementando su importancia numérica en los ambientes naturales.
¿Sería posible que los esturiones que hoy en día
nadan por el Paraná y sus cuerpos de agua asociados se convirtieran en otra
especie plaga? Scarabotti afirma: "Hasta el
momento, no debe considerárselo una especie plaga, ya que no hay evidencia de
que las poblaciones silvestres de la cuenca del Plata sean estables. Los
registros son muy aislados y parecen no sostenerse en el tiempo; sin embargo,
continúan apareciendo a lo largo de los años, lo que sugiere escapes
reiterados. Respecto de las características de esta especie como potencial
invasora manifestó: "Si bien los esturiones tienen la particularidad de
tener una altísima fecundidad que puede superar el millón de huevos, requieren
de 4 a 10 años para alcanzar la madurez sexual, hecho que disminuye su
capacidad como especie invasora. Aun así, deben
exigirse mayores recaudos de los propietarios de los establecimientos para
evitar que nuevamente ocurran fugas". Respecto del mismo tema Liotta
advirtió: "Se desconoce si los esturiones pueden hacer uso de los recursos
de una manera diferente a las especies nativas y desarrollar de este modo
poblaciones estables. Por otra parte, un factor de importancia para el éxito en
una introducción es la cantidad de ejemplares que ingresan a un nuevo ambiente;
en este caso, se viene produciendo un goteo de ejemplares en los últimos 15
años". El investigador alertó: "El ingreso constante de individuos al
ambiente a lo largo del tiempo aumenta la probabilidad de que sea exitosa la
introducción".
La invasión de especies exóticas es muy peligrosa
para los ecosistemas, porque se generan riesgos ambientales severos y este
proceso puede cambiar el paisaje, la cultura y hasta la historia de una región. Esto no implica, en
el caso de las especies acuáticas, perder cultivos o cría de especies
económicamente redituables, pero es indispensable diseñar y llevar adelante
controles y seguimientos para evitar los escapes. Para ello, las ciencias
biológicas y la producción comercial deben establecer nuevas y mejores
relaciones, y el Estado debe fijar y hacer cumplir los controles
necesarios.
El autor es doctor en Ciencias Biológicas.
Investigador independiente, Conicet. Profesor adjunto de la UBA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Pensad: no hagáis lo que no os gusta que os hagan, sobre todo en cuanto a la forma de pensar...