Esta nota es del portal de noticias Aqua.cl (http://www.aqua.cl/2017/03/22/en-argentina-acusan-que-salmon-chileno-contiene-restos-de-antibioticos/). La página es muy interesante porque incluye otras noticias referidas al tema. Más abajo comparto también la nota original de uno de los diarios argentinos que la difundió. Vale la pena hacer un seguimiento del tema, ya que los hermanos trasandinos dicen que puede ser un error, pero otras notas de Aqa.cl discuten la necesidad de reducir el uso de antibióticos. Esta misma nota aclara que el nombre "salmón rosado" es una denominación "de fantasía" para el producto salmón (de dos especies, Salmo salar, salmón del Atlántico y Oncorhynchus kisutch, uno de los salmones del Paciífico) que se exporta a Argentina, pero luego dice que ese (este) país no compra el verdadero salmón rosado (que es el nombre común de la especie Oncorhynchus gorbuscha, ootro de los salmones del Pacífico). Ahora resta contrastar los resultados de la UADE con los de las autoridades sanitarias chilenas. Nada de esto sería un problema si se consumiera pescado de cultivo argento. Y ya hay productores en Patagonia buscando producir trucha grande gente trabajando en esto...
SalmonChile rechazó investigación sobre salmón chileno con antibióticos
Investigadores de la Fundación UADE analizaron más de 100 muestras provenientes de 38 comercios de Buenos Aires y detectaron que 66% de los casos presenta restos de flumequina y, principalmente, clorhidrato de oxitetraciclina.
Recientemente, el Centro de Investigación y Desarrollo de Alimentos Saludables del Instituto de Tecnología de la Fundación UADE publicó los resultados de una investigación -liderada por el ingeniero Pablo Rosito- donde se asegura que más del 60% de los filetes de salmón rosado -denominación utilizada en el país trasandino-, que son importados casi en su totalidad desde Chile y que se comercializan en pescaderías de la ciudad de Buenos Aires, contienen presencia de antibióticos.
De acuerdo con lo detallado por el Instituto, dicha conclusión se produce luego de analizar más de 100 muestras provenientes de 38 comercios de la Capital Federal y detectar que 66% de los casos presenta restos de flumequina y, principalmente, clorhidrato de oxitetraciclina, ambos compuestos de los antibióticos utilizados en los centros de cultivo para contrarrestar enfermedades que provocan la muerte de los peces, mayoritariamente por Septicemia Rickettsial Salmonídea (SRS), patología bacteriana presente en Chile y no así en Noruega, que es el principal país salmonicultor del mundo.
El estudio afirma que los “salmones presentan residuos de antibióticos superiores al límite permitido por el CODEX Alimentarius Internacional (Código Alimenticio) y pueden provocar consecuencias negativas en la salud de quienes los ingieran”.
Más adelante, subraya que el “consumo no intencional de medicamentos a través de residuos presentes en los alimentos que ingerimos puede generar una selección de bacterias resistentes a los antibióticos, que en un futuro serán más complicadas de eliminar del organismo ya que contrarrestarán los efectos de las medicinas, por lo que la persona afectada sería más propensa a contraer enfermedades”.
Durante 2016, el consumo de pescado en Argentina anotó 7,2 kilos per cápita, y el salmón fue uno de los más demandados gracias a sus propiedades para contrarrestar -entre otras cosas- enfermedades cardiovasculares; esto, porque ayuda a disminuir los niveles de colesterol malo y a normalizar los triglicéridos.
Declaración de SalmonChile
Luego de conocer la información emanada desde la Fundación UADE, la Asociación de la Industria del Salmón de Chile A.G. (SalmonChile), a través del Instituto Tecnológico del Salmón (Intesal), emitió una declaración donde dijo verse en la “obligación de hacer importantes precisiones”.
A continuación la reproducimos íntegramente:
- Chile no exporta salmón rosado a ninguno de sus 75 mercados de destino (‘salmon pink’ y/o Oncorhynchus gorbuscha), especie a la que se refiere la prensa argentina.
- En nuestro país existen exigentes y acuciosos mecanismos de fiscalización por parte de la autoridad para acreditar la calidad e inocuidad de nuestros productos de exportación. En los últimos cuatro años, el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca) y el Ministerio de Salud (Minsal) han tomado y analizado más de 6.500 muestras de salmón producido en Chile (aproximadamente 1.700 por año) sin encontrar en ninguna de ellas incumplimientos a la normativa nacional ni de los mercados de destino.
- Estos muestreos oficiales se realizan bajo las más avanzadas técnicas de laboratorio, las cuales son aprobadas y auditadas por las autoridades competentes de cada mercado. Y, en paralelo, las empresas asociadas a nuestro gremio toman anualmente cerca de 80.000 muestras, justamente para garantizar la calidad de sus productos.
- En Chile, el uso de medicamentos en la industria acuícola está regulado por el Reglamento de Medidas de Protección, Control y Erradicación de Enfermedades de Alto Riesgo para las Especies Hidrobiológicas, también conocido como Reglamento Sanitario para la Acuicultura (RESA), el cual está normado por el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura.
- Es importante recordar que en nuestro país el uso de antibióticos se realiza en total cumplimiento a las normas internacionales y a las recomendaciones de la OIE (Organización Mundial de Sanidad Animal), y están 100% aprobados en los mercados de destino. Y en el caso particular del mercado argentino, las normas están sujetas al CODEX Alimentarius y es fiscalizado por el Senasa (Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria) de ese país.
- Dado de que aún no existe información oficial por parte de la autoridad trasandina ni nacional, creemos que la información puede considerar errores, más aún si se entiende que nuestros productos cuentan con un 100% de trazabilidad sanitaria. Esperamos que esta situación no afecte nuestra profunda relación comercial con Argentina y se trate solo de un mal entendido.
La nota del diario Río Negro dice:
El 66% del salmón rosado importado de Chile tendría restos de antibióticos
Los datos surgen de un estudio realizado por la Uade. Es uno de los pescados más consumidos y se asocia a beneficios en la salud.
20 MAR 2017 - 22:03
Tras una investigación del Instituto de Tecnología de la Fundación UADE, se pudo determinar que el 66% de los filetes de salmón rosado que se importan desde Chile y es comercializado en las pescaderías de la Ciudad de Buenos Aires, contienen presencia de antibióticos “que pueden afectar la salud de quienes la consumen”, aseguraron. Es uno de los pescados más consumidos, y además se asocia a propiedades favorables para contrarrestar enfermedades cardiovasculares, disminuir los niveles de colesterol “malo” y normalizar los triglicéridos.
En el estudio se explica que los salmones “presentan residuos de antibióticos superiores al límite permitido por el CODEX Alimentarius Internacional (Código Alimenticio) y pueden provocar consecuencias negativas en la salud de quienes los ingieran”.
En los experimentos se realizaron más de 100 productos en 38 comercios de Capital Federal. Hallaron que “el 66% de los casos presenta restos de flumequina y, principalmente, clorhidrato de oxitetraciclina, ambos compuestos de los antibióticos utilizados en los criaderos de salmón para contrarrestar las enfermedades que provocan sus muertes”, precisaron.
Durante el 2016, en Argentina se consumió unos 7,2 kilos per cápita de salmón rosado y siempre se consideró un alimento tipo gourmet, exquisito y codiciado. En los últimos años pasó a estar de moda por el aumento en el consumo de determinados platos, como por ejemplo el sushi.
“Si bien no se estableció una tendencia general, los barrios de Almagro, Barracas, Belgrano, Boedo, Caballito, Colegiales, Nuñez, Palermo, Parque Chas, Recoleta, Villa Crespo, Villa del Parque y Villa Urquiza fueron los que tuvieron un mayor porcentaje positivo. Mientras que los barrios de Balvanera, Monserrat y San Telmo arrojaron datos negativos”, aseguró Pablo Rosito, director del estudio.
Los investigadores, que también son profesores de la carrera Ingeniería en Alimentos, llegaron a la conclusión de que durante el verano aumenta la cantidad de salmones con presencia de antibióticos. “Tomamos muestras durante todo un año y encontramos resultados positivos en el 77% de los casos analizados en verano, el 63% en primavera y el 41% en invierno”, sostuvieron.
Detallaron además, que el consumo no intencional de medicamentos “puede generar una selección de bacterias resistentes a los antibióticos, que en un futuro serán más complicadas de eliminar del organismo ya que contrarrestarán los efectos de las medicinas por lo que la persona afectada sería más propensa a contraer enfermedades”, indicaron.
La mayor cantidad de este pez que se consume en el país “es importada fresca desde Chile cuya industria es sumamente relevante a punto tal que se ha convertido en el segundo productor mundial de este pescado, detrás de Noruega”, resaltó el estudio. Allí los peces se crían en reductos artificiales sobre el mar y “suelen administrarles pesticidas y antibióticos, para controlar las enfermedades”.
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