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jueves, 17 de agosto de 2017

El avance de la carpa en Argentina: un problema de gran escala


Resultado de imagen para romanos de asterixEl tema de la diseminación de especies para cultivo o explotación es grave, como venimos  documentando en varias entradas, cuando no hay una análisis serio y profundo de consecuencias, riesgos y alternativas. El tema del cultivo de carpas lo comenzaron los romanos hace ya muchos siglos y aquí, en nuestro país, la introducción y diseminación se dio desde fines del siglo XIX. En los últimos tiempos ha habido preocupación en ámbitos de gestión, académicos, técnicos e incluso entre los pescadores, por el avance de la especie con efectos aún no dimensionados. Aquí presento un afiche que resume el trabajo de varios colegas que utilizan un índice de características ambientales para especular sobre el alcance geográfico de los movimientos y establecimiento de las poblaciones de carpas en el país. Imposible de eliminar, difícil de controlar, la pregunta es cómo hacer para reducir impactos, frenar dispersión y, si se puede, aprovechar su biomasa como hemos comentado en otras oportunidades, a través de la pesca extractiva o la pesca recreacional. Este trabajo da herramientas para el análisis y la búsqueda de alternativas de intervención. No resuelve el problema, para el que no hay soluciones mágicas. 


lunes, 12 de diciembre de 2016

Carpas en el río Negro: manejo o dinamita?

Nota aparecida en el diario regional Río Negro, que habla de la carpa del río homónimo y se suma a las entradas que ya hicimos con el punto de vista del pescador deportivo. Problema muy complejo este de las invasiones de organismos exóticos en ecosistemas de por sí bastante vapuleados por prácticas humanas. El problema lleva a pensar soluciones posibles, mejores prácticas, más educación ambiental (y ética, porqué no, cuando alguna gente considera que una ley es opcional), valoraciones de nuestros ecosistemas, entre  otros temas.
Resultado de imagen para dinamita dibujoLa carpa ya está en el río, no llegó sola (así como no llegaron solos las vacas, caballos, perros, gatos, álamos, sauces, trigo y soja...) y no se va a ir sola. Hay que estudiar muy a conciencia los efectos de las acciones humanas y sus resultados. Hay ya trabajos en curso que permitirán tener una idea del grado impacto de la presencia de la carpa sobre otros integrantes de la biota, así como de otras prácticas humanas, el calentamiento global, etc.

Se puede plantear una explotación racional y sustentable del recurso en lugar de proponer extinciones masivas (que además no serían selectivas, créanme...) por vaya a saber qué medios? 

Esta nota permite pensar sobre eso y deja interrogantes a resolver por todos los actores involucrados: cómo llegó la especie? porqué se distribuyó tan expansivamente? cuales son sus efectos concretos sobre el ecosistema? se puede controlar y cómo? soporta una explotación que permite aprovechar esa proteína en tanto se reducen los números? Cómo evitamos que haya nuevas introducciones sin control, sin seguimiento y sobre todo sin conocer efectos directos e indirectos?

Uno de los entrevistados realiza una explotación muy artesanal y propone aprovechamiento integral del animal pescado. Valdría la pena estudiar esa ecuación económica un poco, habiendo necesidad de trabajo y alimento, a la vez que de control de los números poblacionales de la carpa.

Les dejo la inquietud...


La carpa lucha contra su mala fama y sus defensores revelan los beneficios

La principal característica de la carpa es su modalidad invasora en los ecosistemas, su capacidad de reproducción y la adaptación a los distintos ríos.

12 DIC 2016 - 00:00




Desde su aparición en la cuenca del río Negro, las carpas, o como se las denomina científicamente Cyprinus carpio, generaron gran sorpresa en propios y extraños de la pesca, la ciencia y la gastronomía. Con el tiempo, se convirtieron en una especie más dentro del ecosistema y dejaron la “mala prensa” de lado.


De origen asiático, se cree que llegaron al río Negro a través de los canales de riego desde el Valle Medio, y por su capacidad reproductiva lograron expandirse hasta el río Limay inferior.
Una de sus características es moverse en cardúmenes y lograr una rápida adaptación en los lugares donde habita, como en nuestra zona a los ríos correntosos, y a diferentes temperaturas.
En los últimos años lograron una gran aceptación entre los pescadores y cocineros, que despertaron el interés comercial en la región y realizan distintas comidas con la carne del pescado. “Todo lo que podemos hacer con otros pescados, lo hemos realizado con carpa” dijo Leandro Pistagnesi, cocinero de Allen.
Romper el mito
“Tenemos una gran aceptación. Aprovechamos cada espacio para romper con el mito de su gusto barroso” dijo Leandro, y caracterizó al color de la carne como “rosada”. En su emprendimiento desarrollan un sistema para quitar las espinas de una forma “más práctica y efectiva”
“Llegan hasta Arroyito por suerte, porque es una gran barrera mecánica” admitió Guillermo Blasetti, ecólogo y trabajador de la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas (AIC), quien en conjunto con la dirección de Piscicultura de la provincia de Neuquén, realizaron un estudio sobre la situación de las carpas en el río Limay inferior y su convivencia con el resto de las especies.
En el estudio determinaron que sigue predominando el pejerrey, y a pesar su gran capacidad de reproducción, por sobre los demás peces, “la carpa (en numero) está por debajo del resto de los peces”.
“La carpa es un integrante más del ecosistema” afirmó Blasetti y agregó que “para no tener problemas en el ecosistema, tenemos que regular y controlar las especies presentes en el río Limay inferior”.
Aunque no se la considere una amenaza, Blasetti deslizó que “tenemos una especie en expansión que va a generar una competencia sobre individuos que tengan las mismas necesidades que ella, que como todo animal inserto en un ecosistema, puede generar problemas”.
Alarma de ecologistas
Desde que se empezaron a encontrar ejemplares en la zona, se encendieron las alarmas de grupos ecologistas que temían por complicaciones que podría traer un pez como la carpa para la vida de los ríos. Lejos de esta situación, el ecólogo explicó que “siempre existe un equilibrio, que aun no está, pero existirá cuando alguna especie frene la capacidad de reproducción”.
“Hasta que no venza la capacidad de reproductiva y dispersión que tiene el pejerrey y la perca, nunca va a ser dominante” prosiguió en su explicación Blasetti, y aseguró que “las arco iris ó marrón, no se comen los huevos de las carpas. Si puede ser que se coman los alevinos”.
Una especie invasora, que tiene antecesoras
El estudio de la AIC, determinó que la carpa no es la única especie que ha sido insertada en la región, ya que mojarras y almejas fueron introducidas artificialmente en el río Limay inferior.
Una carpa de cuatro kilos desprende por año cuatro cientos mil ovas de una sola vez.
Por kilo puede arrojar 100.000 huevos al año
Guillermo Blasetti:
“La carpa tiene ventajas por sobre la trucha marrón por ejemplo, ya que no necesita un ambiente de desove tan sofisticado. Puede esparcir sus huevos en raíces, ¿y que tenemos en las costas? muchas raíces. Esto facilita su tarea”.
“El pejerrey necesita una gran cantidad de oxigeno en agua. La carpa no, es la que menos necesita. Estas facilidades que brinda el ecosistema en la región, potencian la reproducción de la carpa, que puede arrojar hasta cien mil huevos por kilo al año, mientras que una trucha ronda los tres mil en el mismo período”.
“La carne es muy aprovechable...”
Leandro Pistagnesi:
“Un día estaba pescando pejerrey y saqué una carpa, no entendía nada. Pregunté, me dijeron qué era y empecé a averiguar. Descubrimos que es uno de los peces más consumidos del mundo”.
“Decidimos cocinar en vivo en las ferias, para romper el mito de su sabor ‘barroso’, una vez que la prueban, la gente se rectifica. Se puede hacer todo lo que se hace con otros pescados. Su carne es muy aprovechable. Se debería enseñar a la gente, porque está en el río y se puede comer con facilidad si se sabe cocinar. Podría ayudar a las familias”.

lunes, 2 de marzo de 2015

COOPERACIÓN SUR - SUR (NO COMANDO SUR, ME ENTIENDE?) PROGRAMA DE ARGENTINA Y PARAGUAY - PISCICULTURA E INTEGRACIÓN FRONTERIZA

Navegar depara descubrimientos, así es...
Así descubrí que hay un Fondo Argentino de Cooperación Sur - Sur y triangular. De su página en internet (www.foargentina.cancilleria.gov.ar) tomo esta información
Su objetivo es:

La Cooperación Sur-Sur, también denominada Cooperación Técnica entre Países en Desarrollo (CTPD), fue definida en el marco de las Naciones Unidas como un "proceso consciente, sistemático y políticamente motivado, elaborado con el objeto de crear una estructura de vínculos múltiples entre países en desarrollo". Se trata de un tipo de cooperación que contribuye a que los países adquieran, adapten y transmitan conocimientos y experiencias en beneficio mutuo, respetando la no interferencia en los asuntos de otros estados, destacando la igualdad entre los asociados y el respeto por los contenidos locales del desarrollo. Participa, por lo tanto de una tradición que sostiene que un nuevo enfoque de la cooperación debería resignar definitivamente el concepto de "ayuda", abandonando la concepción de la cooperación como una práctica puramente asistencialista.
Y en ese Programa hay una intervención llamada Piscicultura e integración fronteriza, que se describe más abajo. esto se lleva a cabo con participación de técnicos misioneros y paraguayos. resalto en negrita en el texto las ideas que resultan de interés. Esto pasa desde 2009, es una experiencia por demás interesante, pero al parecer no ha tenido gran difusión en el ámbito acuícola argentino. Desconozco si está aún en vigencia, pero vale la pena el mencionar otro antecedente en el desarrollo acuícola argentino, que no ha tenido gran difusión en nuestro país.


Y el Programa consiste en:
Paraguay posee una larga experiencia con la piscicultura, cuyos orígenes se remontan a la década del ’60, cuando colonos japoneses introdujeron el cultivo de la carpa en arroyos y ríos al este de Asunción. Sin embargo, a lo largo de los años, la actividad no ha podido alcanzar todo su potencial, debido a numerosos problemas, como la falta de asistencia técnica y capacitación a los productores, presencia de depredadores nativos, o deficiencias en la construcción de las piletas. A pesar de ello, en las últimas dos décadas se ha dado un desarrollo considerable del sector, que se ha duplicado en tamaño e importancia.
En 2008, la Argentina inició un proyecto de apoyo a la piscicultura rural fronteriza, aprovechando las buenas experiencias que había tenido la provincia argentina de Misiones en el cultivo de la carpa, sobre todo en lo que se refiere a diversificación de la alimentación de la población rural pobre de la región. Dos años después, el Gobierno del Paraguay lanzó el Plan Nacional de Desarrollo de la Acuicultura Sostenible en el Paraguay, por el cual busca fortalecer y potenciar el desarrollo de la actividad en el país. En este contexto, la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad de Asunción del Paraguay solicitó el apoyo de la Argentina y del Japón para implementar un proyecto de piscicultura rural, profundizando el trabajo que se había venido realizando con técnicos argentinos en el marco del Proyecto ‘CARPA’
Así, a principios de 2009 se inició este proyecto triangular entre Japón, la Argentina y Paraguay, enfocado no tanto en la diversificación de la dieta de pescadores pobres de zonas rurales, como el CARPA, sino más bien en el desarrollo de la piscicultura como una fuente de ingresos alternativa para pequeños productores rurales de distintos departamentos de Paraguay. El proyecto se inició en seis zonas del país, en las cuales los productores se habían asociado en comisiones. 
Se realizaron talleres de planificación participativa, para que los productores pudieran ir construyendo junto con los técnicos extranjeros el diseño del futuro proyecto y su línea de base. Posteriormente se inició una serie de capacitaciones de expertos argentinos del INTA a distintos miembros de la red extensionistas que posee la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional del Asunción. Ellos fueron quienes, a su vez, comenzaron a transferir el conocimiento y las técnicas a las comisiones de productores.
Las actividades de capacitación incluyeron, no sólo talleres sobre metodologías de extensión y estrategias de intervención para técnicos locales de los diferentes distritos, sino también la elaboración de un manual y la realización de visitas a las provincias argentinas de Misiones, Formosa y Corrientes, todas limítrofes con el Paraguay, y con una tradición en materia piscícola. Como resultado del trabajo se firmaron convenios con comités de productores, se realizaron cursos de capacitación a profesionales de la Facultad de Ciencias Veterinarias, se dictaron cursos de alimentación alternativa de peces y se refaccionaron y acondicionaron dos estanques.


martes, 28 de mayo de 2013

Carpas en río Negro y Limay inferior, el regreso: especial para mosqueros...

Es así... a veces pasa mucho, a veces no pasa nada... en tanto surja noticia para comentar o   escriba lo prometido acerca de la Red de Fomento de la Acuicultura argentina, les socializo esta bonita página escrita por Diego Flores, que ha dado en pescar carpas con mosca aquí en los ríos Negro y Limay, que remite a cómo aprovechar la aparición de carpas en el río Negro, que rutea para que las autoridades de aplicación de la provincia puedan formular planes de manejo de este novedoso recurso, que a su vez vincula con el interés de alentar y colaborar en ese trabajo por parte de este bloguero (una suerte de colaborador espiritual de los compas de la Dirección de Pesca de Río Negro), que lleva a su vez a que el escaso tiempo disponible será ocupado con semejante tarea, que llevará a que seguiré aprovechándome de los trabajos de Diego para colgar en esta página cada vez que haya necesidad de mover el blog... todo cierra así...
 Pero ya hablando en serio, cuelgo la nota porque puede resultar de interés para plantear que es necesario un estudio del río y la formulación, si no de un plan de manejo que puede resultar complicado de implementar, al menos de pautas concretas de ordenamiento del recurso. Se estudió el río Negro en 1995 y 2005. Particularmente en ese año, se caracterizó la ictiofauna, se estudió el estado sanitario de los peces, se analizó la factibilidad de cultivo de esturión en territorio bonaerense de la zona del valle inferior y se estudió la posibilidad de éxito del asentamiento de una población de trucha arco iris que diera lugar a un run de peces que vivieran en el mar y volvieran al río para que los pescadores tuvieran solaz y esparcimiento...  Bueno, lo del esturión no va por el calor y lo de la steel head no va por el calor tampoco. Hace calor en la Patagonia norte en verano!!. Alguna de la gente mencionada en este artículo estuvo participando de este trabajo. 

Casi diez años después, las inquietudes son parecidas: explotar racionalmente la pesca deportiva o recreacional en la cuenca. Ese es el punto a discutir en una provincia como Río Negro, en donde parecería que la pesca se debe gestionar con los recursos generados por la propia actividad (lo que se recauda con la venta de permisos de pesca), que gestiona la pesca deportiva y recreacional de la cuenca del Limay por medio de Mesas Directivas honorarias conformadas por usuarios, la Universidad, los clubes de pesca... original sin dudas pero con necesidad de una análisis profundo de los pros y contras de esta forma de gestión y, sobre todo, de un análisis de la necesidad de la asignación de mayor cantidad de recursos.


Carpas con Mosca en los Ríos Negro y Limay Inferior (Patagonia)

Marzo 26, 2013 por   
Archivado en Fly FishingNotas de Pesca y VideosPesca
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Textos Diego Flores. Fotos Gabriel Distilo, Diego Flores y Gustavo Monteseirin.
A fines de 2012, Gustavo Monteseirin me escribió para invitarme a pescar al río Negro, en General Roca –está repleto de carpas enormes, pero es imposible sacarlas. Les tiramos con la caja completa de moscas, nos saltan en la cara y nada. Vos que las has pescado por tus pagos,¿ te gustaría venir a enseñarnos como pescarlas?-.  Fue así que esta loca idea comenzó a crecer, a sumar muchos involucrados, y terminó en un gran evento organizado por la Municipalidad de General Roca.
Que decir sobre la carpa, una especie de características súper deportivas para la mosca. Lentamente los muros culturales van cayendo, y este pez considerado como una plaga o un azote de Dios, va tomado el lugar deportivo que se merece. Un pez con la sutileza de una trucha selectiva, que se pesca a pez visto como un bonefish y desarrolla el tamaño y la potencia física de un pacú. ¡Imposible pedirle más!
Los ríos Negro y el Limay Inferior, poseen grandes poblaciones de carpas, de excelente tamaño, en aguas claras y que ofrecen una lucha tremenda por haber crecido en correntada. El potencial es enorme, transformando este recurso en disfrute de muchos pescadores y motor económico para numerosos servicios turísticos.
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Nunca en una nota me preocupó tanto el reiterado comentario, “no las podemos sacar con nada”, más sabiendo que el Alto Valle posee mosqueros talentosos y muy experimentados, muchos versados en ninfas y secas. Conversando con Tito Fontana, el hecho que las carpas no picaran podía deberse a dos factores: eran realmente imposibles, o el abordaje era incorrecto. Y como era de esperarse, la razón fue la segunda. Para hacer la conexión hay que dejar el chip truchero, insertarnos el chip un carpero(completamente distinto). Dejar de pescar a ciegas o estructura, entender que son peces recolectores (no cazadores) y que se ubican en otros sitios del río. Olvidarse de echar raíces en una corredera, para caminar por brazos muertos y solo castear si vemos un pez, un wake, un burbujeo o una nube de barro que delate una alimentación sobre el fondo.

PRIMER CONTACTO

La primera tarde salimos a recorrer el Negro con Gustavo y Salvador Pilafis (Tili), partiendo desde el Náutico de Roca. El río explotaba de gente por un feriado, y navegamos aguas arriba escapándole a la multitud y el barullo de las embarcaciones. El río Negro posee accesos permanentes cada 500 o 1000 m, y con mucho calor se transforma en el balneario de la ciudad. Al respecto aconsejo las prácticas en días de semana, donde el río se encuentra más tranquilo.
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Realmente el Negro Superior se trata de un curso hermoso, de aguas transparentes pero de tinte verdoso, y muy variado anatómicamente. Es un río “casi de llanura”, pero muy caudaloso y pechador que invita a un vadeo cuidadoso. Su módulo medio anual es de 1014 m³/seg., cuatro veces mayor que el Limay Superior. Posee pozos profundos, largos runs, extensas correderas de guijarros, muchas islas, sauces en las orillas, costas peladas y algunos raigones atorados en las partes bajas. Bastante divagante, posee innumerables brazos menores (que se cortan con el agua baja), lagunas anexas y desbordes, estos últimos los hot spots carperos por excelencia. Su caudal está regulado por las represas de los ríos Neuquen y Limay, pero como se compensan  entre sí, el efecto es bastante atenuado
A poco de andar los muchachos me llevaron a aguas profundas, donde si bien se veían carpas, el abordaje con mosca resultaba imposible. Necesitábamos zonas bajas y quietas donde cazarlas con la vista y que permitan una presentación a centímetros del hocico. Las carpas aman los “corners” de agua calma, por lo que elegimos un brazo muerto perdido en medio del campo. A motor muy lento, dejamos el bote a 200 metros y le entramos caminando. Resultó un nidal de carpas, aunque pequeñas (entre 500 gr. y 2,5 kg). En el Negro los cardúmenes parecen dividirse por clases de edad o tamaños; mientras en algunos sitios las hay más pequeñas, en otros prácticamente iguales encontramos grandes ejemplares. Un detalle a tener muy en cuenta al buscar ejemplares trofeos…
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Con aguas tan bajas y planchadas el rececho debe ser muy sigiloso. Uno piensa que cuantas más carpas hay en un sitio (por un tema de competencia) más fácil será tentarlas. Una verdad a medias, basta que una sola del cardumen nos detecte, para que todas huyan despavoridas. A veces es mejor abordar ejemplares aislados, ya que un par de oídos escuchan menos que 50 o 100!!!
Esta afirmación tiene correlación con el poderoso sistema sensorial de las carpas. Un motivo es el Aparato de Weber, que conecta el oído interno con la vejiga natatoria, a través de una serie de huesecillos derivados de las primeras vértebras. La vejiga natatoria hace de amplificador, ya que el aire es más compresible que el agua y mejora la estimulación del nervio auditivo. Y cuanto más grande es el pez, mayor es el efecto. El Sistema de Weber tiene la función de intensificar el sonido que pierde fuerza en la transición de un medio a otro (aire/agua), o mejorar la discriminación de sonidos simples en ambientes muy ruidosos. Mientras los peces generalistas como las truchas escuchan en frecuentas de 30 a 500 HZ, los especialistas como la carpa pueden abarcar frecuencias de 40 a 2500 Hz. Otro carácter es que poseen una reacción de miedo producida por una feromona de alarma. Esta última explica muy claramente el comportamiento cuando nos descubren, cambiando inmediatamente su actitud o huyendo en perfecto bloque.
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En ese brazo Gustavo tuvo el primer pique sobre un ejemplar crucereando, el cual marró. Luego tuvo otro errado en un rool cast al sacar la mosca del agua. Por fin me tocó a mí, y después de varias seguidas, clavé un ejemplar pequeño y rompimos el maleficio: ¡las carpas del Río Negro no eran imposibles! Desde allí exploramos otros brazos cortados, hasta llegar a una gran laguna cercana al Zoológico, donde encontramos ejemplares enormes, roleando en superficie. Pescando a vista, Gustavo clavó una carpa de espejos de 7 kilos que dio 20 minutos de una guerra impresionante.
Indudablemente se trataba de un ejemplar muy activo porque tirando a un rise, sorbió la mosca sin clavarse y dos estripadas después le entró con todo. Se utilizó un equipo Nº 6, línea de flote, tippet 1X y como mosca una Coyote Carp Fly gris oscuro (con pelo de guarda y dubbing “del perro” de Tito Fontana) que horas antes atara en el ómnibus camino a Roca. Gustavo quedó tan conmovido con la experiencia, que por minutos se perdió mirando el río, buscando tranquilidad “hablando consigo sismo”…
Poner ese bruto en seco y fotografiarla nos consumió casi todo el atardecer. El lugar era una postal idílica con enormes ejemplares saltando ruidosos o formando delicados rises en superficie. Con la noche encima y tirado a nubes de barro tuve el pique de un ejemplar de 4 kilos, que corcoveo en superficie y zafo de la mosca. Y fue así que cerramos cerrando un día inaugural espectacular….

CHARLA Y EXPERIENCIAS EN ARROYITO

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El día del evento, las condiciones eran verdaderamente horribles: nublado, frío y con vientos de 50 km/h. El primer lugar elegido, fue un lagunón donde las carpas wekean y saltan como locas. Lo que Barry Reynold en su libro describe como “Hell Raisers”, un evento normalmente asociado a un comportamiento reproductivo que otorga nulas posibilidades de pique. Ciento por cien relacionable con la gran cantidad de algas que allí existen y que sirven de sustrato del desove. A pesar de ello el Tili pinchó un buen ejemplar que se desprendió en la primera corrida. Luego navegamos aguas arriba hasta las lagunas del día anterior, a las que encontramos muertas y con el agua turbia (atribuible al viento que remueve el limo o a un cañadón que las haya ensuciado con algún chaparrón lejano). Era tiempo de pegar la vuelta y tomar una siesta reparadora…
La charla, abierta a todo público, tuvo una concurrencia de 70 personas, incluidos pescadores de varias ciudades vecinas. La introducción biológica fue dada por el Biólogo de la AIC, Guillermo Blasetti de la AIC. La charla técnica de pesca con mosca fue dictada por quién escribe. mi percepción es que el evento fue muy valorado, todo un éxito.
En pleno brindis, arreglamos usar el tercer día en Arroyito, invitados por Daniel Valls, Gabriel Distilo y su barra de amigos que se habían acercado hasta Roca. Así pude conocer las lagunas ubicadas abajo del Embalse Arroyito, un verdadero “carp paradise” descubierto por Alejandro Beckmann. El día amaneció soleado, sin viento, y empezamos a buscarlas a vista en un canal de aguas bajas.
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La cancha de pesca es una combinación de aguas lentas, que combina el viejo canal por el que se desvió el río durante la construcción, más varias lagunas que se forman por filtraciones de la pared. El sitio es sumamente variado, con espejos de agua que presentan diferentes densidades de peces y transparencias del agua. Ideal para caminar y experimentar hasta el hartazgo…
De entrada Daniel nos llevó a una esquina donde normalmente se juntan varios ejemplares. Allí, desde la barranca y en agua completamente clara encontramos varios carpones oscuros de entre 4 y 7 kg, en diferentes actitudes: crucereando, alimentándose, tomado sol, formando muds… Con un vadeo sumamente cuidadoso me dedique a uno, que comiendo sobre el fondo, dejaba en superficie una nube de burbujas finamente gasificada. El equipo utilizado fue un Nº 5 potente, con línea de flote  Echo Sphere – Streamer / Nymph y leader de 9 pies terminado en un tippet 0,26 mm Súper Raiglon. Tomó una imitación de ninfa de dragon Nº 8 invertida (con patas de goma) y dio una pelea de perros de más de 25 minutos con corridas de más de 50 metros. Dicen que las carpas generan poco acido láctico al pelear, y con tanta concentración de oxígeno, no había forma de someterla. Otro punto es la belleza de los ejemplares: muculosos, con las aletas intactas y vestidas de una brillante coloración ocre/dorado. Los verdaderosgolden ghost de Dave Whitlock!!!
Tras las fotos nos entregamos a un exquisito asado a la sombra de un sauce añejo, donde la delicatessen culinaria del día fueron unas peras al escabeche verdaderamente exquisitas. A la tarde salí a explorar una laguna de aguas más turbias, donde se veían enormes ejemplares tomando su siesta de sol. El tiro desde arriba de una barranca repleta de arbustos y alpatacos, no era para nada fácil. La mayoría se espantaron ante la presentación, y las que seguían lo hacían de curiosas, sin ninguna intención de atacar.
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Hasta que tuve la suerte de encontrar otra muy buena rascando el fondo en menos de 50 cm de agua. Con un rool cast presente una imitación invertida de Damsel Nº 8, y tomó agresivamente sin dudar. La pelea nuevamente fue terrible, con largas corridas y no menos de 20 minutos para introducirla en la red. Completamente hechos, nos dedicamos a pescar arco iris y pejerreyes con secas al atardecer, aunque el excesivo calor hizo que solo capturemos algunos ejemplares pequeños.

VUELTA DE TABA

Cuando parecía que teníamos las carpas en el bolsillo, nos denigraron durante los próximos dos días, mostrándonos cuan difíciles pueden ser. Un día fue en compañía de Favio Stork, las encontramos en buen número, pero ninguna se estaba alimentando y el pique fue imposible. El último día, invitados por Luis Maldonado (Jefe de Guardapescas de Río Negro) fuimos a visitar un brazo cerca de Allen que usan para realizar sus monitoreos. El lugar era un paraíso de aguas cristalinas donde carpas de 2 a 7 kilos se paseaban como en una pecera. Tanto desde una balsa como a pie, les tiramos a cientos, unas veinte o treinta siguieron la mosca a centímetros, pero ninguna se digno a tomar.
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Estaban asoleándose o crucereando, dejándonos completamente claro que si las carpas no se alimentan sacarlas con mosca es casi un imposible. A la vuelta Gustavo decía –“son unas hdpestas carpas me dejaron temblando de adrenalina, nunca me divertí tanto sin sacar un pez”.
Al momento del cierre mis amigos de Roca, enviaron fotos de nuevas carpas capturadas. Están completamente enloquecidos con el descubrimiento, y ahora la posta es de ellos. Nos vemos el año que viene, esta vez para que ellos me enseñen cuanto descubrieron en ese río olvidado, que tienen a minutos de su casa.
Agradecemos al Club Náutico de General Roca por brindar las instalaciones. A Vinos Distribuidora Roca, por donar las botellas de Humberto Canale para la charla. También a la municipalidad de General Roca, muy especialmente a Guillermo Navone (Director de Medio Ambiente) y Cintia Monsalves (Directora de Turismo).