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domingo, 21 de agosto de 2016

Una guardería de centollas bebé (un tanto salvajes con sus primos, por lo que se ve) para recuperar la pesquería fueguina de la especie.

Resultado de imagen para mapa tierra del fuegoUna noticia tomada del portal de noticias Shelknam Sur (www.shelknamsur.com), que cuenta qué está pasando en nuestra provincia más austral, Tierra del Fuego.
Este caso de las centollas, la sobreexplotación, las dificultades para coordinar acciones entre los actores, la falta de discusión y los problemas para formular, implementar y/o sostener políticas públicas es una excelente oportunidad, en estos tiempos, de ejercitar nuestra forma de pensar la explotación de un recurso, incluyendo su recuperación, la inclusión de los actores involucrados en la toma de decisiones y gestión, la resolución de un problema en definitiva, que no deje a la gente afuera.

Cultivan larvas de centolla en laboratorios para repoblar el Canal Beagle

La iniciativa, desarrollada por investigadores del Centro Austral de Investigaciones Científicas (CADIC) dependiente del Conicet y que ya superó su etapa experimental, consiste en el cultivo de larvas en laboratorio y se aproxima a liberar unos 50 mil ejemplares jóvenes que podrían llegar al mar a fines de este año o durante 2017, explicaron los expertos a Télam.
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 “La sobreexplotación de la centolla en Ushuaia está expuesta por la disminución en el rendimiento de las capturas en los últimos 15 años. Centollas casi no se extraen y las conocidas como falsas centollas o centollones, también se encuentran en riesgo de sobrepesca”, explicó Gustavo Lovrich, doctor en Biología de la Universidad de Buenos Aires e investigador del Cadic. 

selknamsur.com)Según Lovrich, las centollas no tienen predadores naturales: “Son animales que están al tope de la trama trófica y son omnívoros, por lo que se alimentan de todo lo que la naturaleza les ofrece. El hombre es el único predador a través de la pesca”, precisó.
La especie se captura desde 1930, y los niveles de mayor extracción se produjeron en las décadas del 70 y del 80, cuando empezó a dar muestras de sobreexplotación.
Por ejemplo, la Secretaría de Desarrollo Sustentable y Ambiente fueguina aseguró que en 1975 se extrajeron 212.810 kilos de centolla del Canal Beagle; en 1980, 148.897 kilos, y en 1990, 96.004 kilos.
Entre 1990 y 2003, la cifra decreció (también producto de las vedas de pesca) hasta los 1295 kilos, aunque luego volvió a aumentar hasta alcanzar promedios de entre 30 y 60.000 kilos en los últimos años.
“El crecimiento de las centollas es muy lento. Un ejemplar tarda 8 años hasta convertirse en adulto y poder formar parte de la fracción pesquera. El Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (Inidep) monitorea periódicamente la especie y documentó la disminución de animales que quedan adheridos en las trampas”, sostuvo María Paula Sotelano, bióloga y una de las investigadoras del Cadic a cargo del proyecto de repoblamiento.
La especialista mencionó que pese a los períodos de veda, implementados en la década del 90 del siglo pasado, las características de crecimiento de estos crustáceos y la ausencia de controles exhaustivos llevó a que la especie no lograra recuperarse, y motivó a los científicos a evaluar distintos proyectos de regeneración, como por ejemplo la transgénesis.
“En materia de crustáceos no se conocen muchos casos de animales transgénicos. Para ello habría que desarrollar las técnicas y es muy posible que aun lográndose, sean rechazadas por determinados mercados”, opinó Lovrich.
En cambio, tomó fuerza la idea de cultivar larvas y ejemplares juveniles de centolla, mejorando los porcentajes de supervivencia en los primeros estadios de vida, que son los de mayor mortalidad, para luego devolverlos al mar en un momento que permita la recuperación de la especie a largo plazo.
“Hay una etapa experimental ya cumplida. Ahora estamos dentro de un proyecto de innovación productiva con el acompañamiento de la provincia. Nos encontramos en un momento de producción a escala piloto. Este año vamos a generar unos 50 mil centollas para después poder liberarlas”, detalló Sotelano.
La investigadora explicó que la principal limitante es la falta de espacio, no solo por la cantidad de huevos que puede portar una hembra (se estima en unos 60.000) sino porque los primeros ejemplares juveniles, cuando miden en el orden de los dos milímetros de caparazón, incurren en canibalismo y hay que separarlos.
“Las larvas no se alimentan de manera externa, sino que consumen reservas de la madre, pero los primeros juveniles atraviesan por una etapa en la que mudan el caparazón y llegan a comerse entre sí”, confirmó la bióloga.
Mientras tanto, las autoridades siguen trabajando en mecanismos de control sobre la pesca de centollas y centollones, una actividad que ha estado sujeta a incidentes y a discusiones normativas.
Una ley provincial que regula la captura de centollas entró en vigencia en mayo de 2013, pero después de una controversia que involucró al gobierno provincial, al Cadic y a las asociaciones de pescadores artesanales.
La norma fue sancionada en diciembre de 2012, vetada por el Poder Ejecutivo e insistida luego por la Legislatura.
La postura del gobierno y del organismo científico era proclive a la prohibición de la pesca hasta lograr la recuperación de la especie, mientras que la ley 931 terminó regulando condiciones para la extracción, como por ejemplo que solo puede ser llevada a cabo por pescadores autorizados, y solo puede incluir a “ejemplares machos adultos de un tamaño mínimo de 12 centímetros de ancho de caparazón”.
También se fijó una veda estacional entre el 1 de marzo y el 30 de junio, que tiene basamento en que para esa época los animales mudan su caparazón y acumulan mucha agua, por lo que su carne no posee la misma calidad.
A pesar de ello, la pesca furtiva de centollas es una preocupación constante de los funcionarios y da lugar a incidentes regulares, como el secuestro de trampas ilegales por parte de personal de la Prefectura Naval Argentina.
El año pasado, funcionarios argentinos llegaron a plantear una queja formal ante autoridades chilenas, por la aparición repetida de embarcaciones de ese país descubiertas mientras pescaban en aguas argentinas del Beagle.
El llamado “Clúster de la Pesca Artesanal de Tierra Del Fuego”, que integran organismos públicos y privados relacionados con la actividad, funciona desde noviembre de 2013 con la idea de articular los intereses de cada sector, y de solucionar los principales problemas que se presentan.
El clúster realiza ahora, junto a científicos del Cadic, un estudio para determinar la población actual de centollas en el Canal Beagle, a través de muestreos sistemáticos en los sitios de colocación de trampas.
En noviembre del año pasado, un grupo de pescadores artesanales logró la reapertura de la única planta de procesamiento de pescado de la ciudad, que permanecía inactiva desde hacía 10 años.
La iniciativa fue gestada por agrupaciones nucleadas en la Federación de Cooperativas de Tierra del Fuego, que se asociaron con el Municipio de Ushuaia para poner en funcionamiento y administrar en conjunto la “Planta de Procesamiento de Pescadores Artesanales del Fin del Mundo”.
La idea era que los 10 pescadores dedicados a los crustáceos, 3 marisqueros y 3 a pesca con red pudieran “traer su producto a la planta y llevárselo controlado por la autoridad provincial, certificándose su calidad en caso de animales vivos y, caso contrario, procesándolo y envasándolo”, explicó entonces Francisco Núñez, el ingeniero y jefe responsable de las instalaciones.
Sin embargo, el emprendimiento padeció problemas edilicios y de falta de capacitación de personal que obligó a suspender las actividades, y la Municipalidad prometió que reactivarán el establecimiento en los próximos días.
“La mayoría de la pesca artesanal de centollas se comercializa localmente, aunque una porción se exporta. Como recurso gastronómico, sigue siendo una de las principales atracciones para el turista”, comentó Sotelano, al fundamentar la importancia del proyecto de repoblamiento que se encuentra en pleno desarrollo
.

viernes, 27 de abril de 2012

Ingeniería Pesquera en Argentina: Capacitando alumnos en acuicultura continental

He aquí información relativa a la formación de recursos humanos en acuicultura y pesquería en Argentina... No ameritaría una vueltita por la Universidad del Comahue, también...?, Digo, para  aprovechar que la carrera de pregrado más añosa (para no decir vieja) se dicta bajo el logotipo azul, que ha formado a la gente que forma parte del desarrollo acuícola argentino...


Ingeniería Pesquera en Argentina: Capacitando alumnos en acuicultura continental

Noticia publicada el 27/04/2012

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La carrera de Ingeniería Pesquera se dicta desde el año 1994  
en la Universidad Tecnológica Nacional, Facultad Regional Chubut (UTN FRCh), en Puerto Madryn. Esta carrera es por su especialidad única en Argentina, formando recursos humanos preparados para desarrollar y optimizar la matriz productiva del sector pesquero y acuícola.
Desde el año 2007 el Área de Acuicultura a cargo de Cecilia Castaños y Diana Bohn,  dependiente del Departamento de Ingeniería Pesquera de la UTN FRCh, ha definido dentro de sus líneas prioritarias de acción el fortalecimiento de la formación de recursos humanos en acuicultura a través del Programa de Pasantías y Estadías de Trabajo para alumnos, docentes y graduados de Ingeniería Pesquera.
En el marco de dicho Programa, los interesados en recibir dicha capacitación cuentan con la oportunidad de formarse en las prácticas acuícolas en empresas como Truchas Alicurá en la Provincia de Neuquén e Isla Pé en Formosa y en establecimientos de investigación y desarrollo como el Criadero Patagónico de Especies Marinas (Criar) en la Provincia de Río Negro y el Centro Nacional de Desarrollo Acuícola (Cenadac), situado en la Provincia de Corrientes.
Al inicio del corriente año, fueron presentados al Departamento de Ingeniería Pesquera, los informes elaborados por los alumnos de esta Facultad. Los estudiantes O. Nieto y F. Del Giorgio, y la voluntaria del área acuicultura E. Perez Bruno, participaron durante la temporada diciembre 2011-marzo 2012 del programa de capacitación dictado por personal técnico y profesional de la Dirección de Acuicultura de la Nación, en el Centro Nacional de desarrollo Acuícola (Cenadac), en la Provincia de Corrientes. Cabe destacar que a la fecha ya se han capacitado en el Cenadac un total de diez alumnos y tres docentes de la carrera Ingeniería Pesquera.
El Cenadac, dependiente de la Dirección de Acuicultura de la Nación (Minagri), ocupa 16 hectáreas de terreno y tiene una batería de 40 estanques excavados en arcilla con unidades de 300 metros cuadrados hasta una hectárea. Cuenta también con un laboratorio de reproducción, otro para pruebas y elaboración de alimentos balanceados, oficinas, biblioteca, sala de capacitación y alojamiento para los pasantes. El programa de capacitación en acuicultura en el Cenadac tiene lugar en el período que abarca inicio de octubre a fines de mayo de cada año.
La duración de cada pasantía teórico-práctica, de carácter personalizada, en términos generales es de 15 días, consta de evaluación final y extensión de certificado.
En estas pasantías, los alumnos se interiorizan en el cultivo (semi intensivo y/o intensivo) tanto de peces de agua dulce, entre ellos, pacú, tilapia, rhamdia, boga, así como de crustáceos como la langosta australiana.
Esta actividad está enmarcada dentro de los objetivos del Área de Acuicultura del Departamento de Ingeniería Pesquera de la UTN FRCh.
  
Fuente: AQUA

miércoles, 11 de mayo de 2011

Otra buena noticia

Para los que se copan con el lado de afuera del criadero, la libertad de las tres dimensiones del río y todo eso...

Vean esta noticia, con la posibilidad de acceder al libro en formato pdf


Presentaron un libro sobre conservación de los peces de la Cuenca del Plata

  • La publicación “Conservación de los peces de la Cuenca del Plata en Argentina: enfoques metodológicos para su evaluación y manejo”, cuenta con ilustraciones color y blanco y negro, fotografías, tablas, gráficos y mapas.
  • Es uno de los resultados del proyecto “Conservación de los peces de agua dulce de la Cuenca del Plata”, coordinado por la Fundación Humedales / Wetlands International (WI), con la participación de la Fundación PROTEGER, la Fundación Óga y el Grupo de Trabajo de Recursos Acuáticos (GTRA) de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación.

La necesidad de contar con herramientas apropiadas para la evaluación del estado de conservación de las especies es cada vez más urgente. En la imagen: cubierta de la flamante publicación.
La necesidad de contar con herramientas apropiadas para la evaluación del estado de conservación de las especies es cada vez más urgente. En la imagen: cubierta de la flamante publicación.
Buenos Aires, 19 abril 2011.- Fundación Humedales / Wetlands International, Fundación PROTEGER y Fundación Óga informaron hoy sobre la reciente edición del libro “Conservación de los peces de la Cuenca del Plata en Argentina: enfoques metodológicos para su evaluación y manejo”, que tiene a Jorge Cappato, Victoria de la Balze, Julieta Peteán y Jorge Liotta, como editores.
La flamante publicación, de 76 páginas con ilustraciones a color y blanco y negro –fotografías, tablas, gráficos y mapas–, incluye a lo largo de seis capítulos contribuciones de los autores Claudio R.M. Baigún, Victoria de la Balze, Daniel E. Blanco, Jorge Cappato, Patricia Kandus, Jorge Liotta, Priscilla G. Minotti y Julieta Peteán.
La Cuenca del Plata constituye una de las mayores reservas de agua dulce a nivel mundial así como el hábitat de una notable diversidad de peces, incluyendo especies migratorias de gran importancia biológica, económica y social. No obstante, muchas de estas especies se encuentran hoy en día amenazadas, comprometiendo la conservación a largo plazo de sus poblaciones y la seguridad alimentaria de las comunidades locales que dependen del recurso –explican los editores.
La pérdida de diversidad biológica y en particular de las especies de peces de agua dulce es acelerada y global, la Cuenca del Plata no escapa a esta realidad. Entre las causas se pueden mencionar la fragmentación y degradación del hábitat, la alteración de los regímenes hídricos naturales, la pesca excesiva, la contaminación y la introducción de especies invasoras. La necesidad de tomar medidas para revertir estas amenazas es urgente, incluyendo el apoyo a la sustentabilidad de las poblaciones ribereñas y sus medios de vida –se cita en la introducción.
“La conservación de los peces de agua dulce en la cuenca también resulta esencial en las estrategias de reducción de la pobreza y para el mejoramiento de los ingresos y la calidad de vida, no sólo de las comunidades ribereñas dispersas sino también de una más amplia población que incluye habitantes de medianas y grandes ciudades con actividades ligadas directa e indirectamente a las pesquerías. El mantenimiento y generación de puestos de trabajo involucra a una vasta franja poblacional que va desde las comunidades de pescadores artesanales hasta los pescadores deportivos y operadores turísticos, así como las pequeñas y medianas empresas ligadas a la hotelería, gastronomía y comercialización de pescados de río” –señalan los editores.
Los capítulos
La necesidad de contar con herramientas apropiadas para la evaluación del estado de conservación de las especies es cada vez más urgente. Este libro analiza aspectos clave para la evaluación de peces de importancia comercial desarrollada en el marco del proyecto “Conservación de los peces de agua dulce de la Cuenca del Plata”, coordinado por la Fundación Humedales / Wetlands International (WI), con la participación de la Fundación PROTEGER, la Fundación Óga y el Grupo de Trabajo de Recursos Acuáticos (GTRA) de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación.
En el capítulo 2, se presenta una revisión de los trabajos efectuados en Argentina sobre categorizaciones del estatus de conservación de especies de peces dulceacuícolas, describiendo y analizando comparativamente los métodos utilizados, y se proponen recomendaciones para avanzar hacia una metodología adecuada para organismos de aguas continentales. El capítulo 3 refleja las recomendaciones del Taller “Evaluación del estado de amenaza de los peces de interés comercial de la Cuenca del Plata en Argentina. Análisis comparativo de dos metodologías”, llevado a cabo en Buenos Aires en agosto de 2010.
En el capítulo 4 se aborda la problemática planteada al aplicar criterios de riesgos de extinción cuando se evalúan especies de importancia pesquera y se proponen lineamientos generales a tener en cuenta para su mejor evaluación. El capítulo 5 considera conceptos clave que permiten definir y evaluar la distribución geográfica de las especies y estimar su tamaño; y se presenta una muestra de aplicación de potenciales herramientas que facilitarían la recopilación de información para evaluar el estado de conservación de los peces en la cuenca.
Finalmente, el capítulo de cierre se centra en cómo la pérdida de diversidad biológica se puede prevenir, reducir y revertir con la aplicación de metodologías de evaluación de especies y ecosistemas; con decisiones de gestión apropiadas; y con la adopción de medidas enérgicas, comprensibles y adecuadas a favor de la conservación, enmarcadas en un enfoque de manejo holístico y proactivo.
Asimismo se expone por qué la pesca artesanal representa una oportunidad de aplicar el Enfoque Ecosistémico para hacer frente a los enfoques sectoriales de manejo. Precisamente, esta publicación intenta contribuir a difundir y promover las necesidades de conservación de los peces de la Cuenca del Plata, particularmente en los procesos de toma de decisión y en discusiones sectoriales sobre pesquerías y manejo de cuencas.
Un trabajo sostenido
Las organizaciones que impulsan esta propuesta de conservación de los peces de la Cuenca del Plata tienen más de una década de trabajo en la región. Por su parte, Wetlands International incluyó a los peces de agua dulce en su Estrategia 2005-2014.
La preocupación por el uso sustentable de los recursos ictícolas tiene como antecedente reciente la realización del taller de “Evaluación subregional de los peces de agua dulce de la Cuenca del Plata: Paraguay y Argentina”, organizado en 2008 en Asunción por la Fundación Proteger, Guyrá Paraguay y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Desde 2009, Wetlands International Argentina trabaja por la conservación de los peces de agua dulce de la Cuenca del Plata, juntamente con la Fundación Proteger y la Fundación Óga, en colaboración con el Grupo de Trabajo de Recursos Acuáticos (GTRA) de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación.
Con este propósito y en colaboración con socios clave, Wetlands International organizó en 2010 un foro electrónico y un segundo taller para la “Evaluación del estado de amenaza de los peces de interés comercial de la Cuenca del Plata en Argentina. Análisis comparativo de dos metodologías”
El taller –cuyos resultados se recogen en esta publicación–, tuvo por objetivos revisar y adaptar los criterios de la Lista Roja de UICN a las necesidades de los peces de la región, así como difundir propuestas de conservación entre actores clave. Del trabajo participaron los especialistas Claudio Baigún, Nadia Boscarol, Darío Colautti, Lucio Danilo Demonte, Francisco Firpo Lacoste, Victoria Gobbi, Hugo López, Juan José Milillo, Priscilla Minotti, Oscar Padín, Arturo Mora, Cristina Morales, Nora Neris, María del Carmen Paradeda, Bibiana Sagrillo Gindri y Paul Van Damme.