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lunes, 16 de enero de 2017

De los extraños eventos de mortalidad de pejerreyes en la laguna Carrilaufquen, provincia de Río Negro; oportunidad para pensar...

Notas del diario regional Río Negro de enero de 2017. Dado que conozco el ambiente porque he trabajado con sus peces durante un tiempo, cuento la historia y comparto algunas reflexiones sobre la necesidad de realizar un manejo cuidadoso de los ecosistemas cuando se involucran introducciones de nuevas especies, programas o acciones de explotación o manejo, deseos de algunos que no se cumplen y corolarios de la ley de Murphy. Las notas del diario incluyen algunas especulaciones que son un tanto forzadas (mortalidad de una especie pero no de la otra, por caso... es que no sabemos si "la otra" especie está allí todavía) pero dan mucha información que de otra forma no es de fácil acceso, por ejemplo la siembra de truchas a fines de 2015.

Resultado de imagen para mapa laguna carrilaufquenEste es uno de los cuerpos de agua en los que se desarrollaban, hace ya algunos años, una pesquería comercial artesanal de pequeña escala basada en el pejerrey patagónico y que abastecía de pescado a la comunidad de Ingeniero Jacobacci, con algún excedente que iba a otras ciudades. Resulta que la laguna (o más bien la cuenca, que incluye otros cuerpos de agua) fue sembrada por primera vez con truchas en la década de 1940, promediando el siglo pasado. La idea era fundar una pesquería deportiva para la población local. Estas siembras mas o menos periódicas fueron desarrolladas por la Dirección de Pesca de Río Negro hasta la década de 1980. Pero desde fines de la década anterior comenzaron a sembrarse pejerreyes provenientes de la Estación Hidrobiológica que la provincia de Río Negro tenía operativa en el embalse Lago Pellegrini, en la localidad de Cinco Saltos. En el lago Pellegrini hay pejerrey patagónico, pejerrey bonaerense (dos especies emparentadas, pero distintas) y sus híbridos, que son fértiles. Es decir que a los cuerpos de agua de la estepa rionegrina fue introducido un "combo" de pejerrey. El objetivo era que las truchas tuvieran presas de mayor tamaño (que redundaría en mayor crecimiento de las mismas) y en poner a disposición del pescador otra especie que podría tener buena aceptación.

Pues no...

Resultado de imagen para pescado muerto dibujoLas lagunas de la zona son más propicias para pejerrey que para salmónidos (antes de las siembras no había fauna íctica de ningún tipo) y por eso, al cabo de un tiempo había poblaciones superabundantes de pejerrey, las características del agua se hicieron aún más inapropiadas para los salmónidos y ninguna de las dos especies constituían un atractivo para el pescador. Allí nace la iniciativa de un acuicultor local, que comenzó la explotación pesquera que comentara más arriba, que lo llevó a resolver cuestiones como construir una pequeña planta de faena, definir la estrategia de explotación, entrenar pescadores locales y ocuparse de la comercialización en un pueblo poco habituado a consumir pescado. Al cabo del tiempo, la explotación se discontinuó y ya no hubo pejerreyes de Carrilafquen disponibles...

Mas tarde aún, la laguna se secó, entre otras cosas por un período largo sin lluvias pero también, según comentan algunos lugareños, por usos no regulados del arroyo Maquinchao (que alimenta la laguna Carrilafquem), por parte de algunos ribereños. 

Resultado de imagen para pejerrey patagonicoLuego, la historia sigue como dicen las notas periodísticas: recolonización de las aguas por parte de pejerreyes, siembras de truchas para reconstruir una situación ya pasada, vedas que no pueden hacerse cumplir y, ahora, estas mortalidades "extrañas" pero que ya se habían dado en la laguna. Aquí en la Universidad del Comahue, nuestros patólogos están examinando las muestras traídas por los guardapescas rionegrinos que se hallaban por la zona. Pero en tanto estén los resultados que indiquen causas posibles de la muerte de los peces, les dejo un pálpito: a "ojo de acuicultor", lo que pasó allí fue una floración algal muy grande, que consumió el oxigeno disuelto en el agua. Las muestras de agua que están siendo analizadas también darán indicios de lo que pasó, pero el mayordomo en este caso es verde (o azul) y unicelular, me parece...

Reflexión final, esta sería una excelente oportunidad para pensar en un plan o estrategia de manejo integral de la laguna, que incluya desde para qué quiere uno que haya peces, qué peces son apropiados para ese ambiente y, dado el caso de una pesquería comercial, pensar toda la cadena de valor y acciones a desarrollar, para que la actividad sea sustentable no solo desde lo ambiental sino también desde lo económico y social.

Y dicen los periodistas del Río Negro...

Misterio por la mortandad la de pejerreyes en Jacobacci

En la laguna Carrilaufquen aparecieron miles de peces muertos sin conocerse el motivo. Las truchas arcoíris no resultaron afectadas.

13 ENE 2017 - 00:00
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La aparición de miles de peces muertos en la laguna Carrilaufquen genera preocupación en la comunidad de Jacobacci y en los organismos que investigan las causas, que por ahora son un misterio.
Durante los últimos días, las costas del espejo de agua, ubicado a unos 15 kilómetros al norte de Jacobacci por la Ruta Provincial 6, aparecieron cubiertas de peces muertos. Pejerreyes de distintos tamaños tiñeron la arena de gris sembrando un interrogante.
Durante varios años la laguna había desaparecido por la gran sequía, y en 2014 volvió a recuperar su estado natural. Las 461 hectáreas de superficie volvieron estar cubiertas con el agua casi en su totalidad.
La laguna se nutre de las lluvias y del arroyo Maquinchao. Con el ingreso de este arroyo, también volvieron los pejerreyes, especie que está en todos los espejos de agua de la zona. A principios de 2015 la provincia sembró 5.000 alevinos de truchas arcoíris, dando curso a un pedido de los vecinos y dispuso mediante resolución vedar la pesca hasta el 15 de diciembre de 2017.
El año anterior se registraron importantes precipitaciones y la laguna generó un ambiente ideal para la proliferación de los pejerreyes que se reproducen dos veces al año.
Si bien las dos especies habitan en la laguna, la mortandad sólo afectó a los pejerreyes y las truchas resultaron indemnes. Un fenómeno similar se registró hace ya más de una década. “Nos preocupa lo que está pasando. Si bien los estudios van a determinar qué es lo que sucedió, sospechamos que puede ser por una superpoblación”, señaló el Secretario de Servicios Públicos local, Carlos Quisle.
Ayer los acuicultores Amílcar Bernardino y Ramiro Carranza, integrantes de la Mesa de Pesca Deportiva de la Zona Andina, visitaron la laguna para tomar muestras de agua y recolectar ejemplares de peces para enviar a la Universidad de Nacional del Comahue. Los técnicos admitieron que “puede haber sido provocada por un rayo, por la proliferación de algas o por la superpoblación de peces”.
Operarios del municipio realizaban una limpieza de las costas recolectando los peces muertos que estaban en la arena.
El fenómeno
2006
fue cuando este fenómeno ocurrió por primera vez, y piensan que puede ser una superpoblación de peces.

Protegen la laguna Carrilaufquen

El gobierno provincial anunció que pondrá freno a la pesca furtiva en el ojo de agua que se encuentra a 15 kilómetros al norte de Jacobacci. La medida se tomó porque en las últimas semanas se observó que personas sacan peces con red.

07 ENE 2017 - 23:06
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El Ministerio de Producción, Ganadería y Pesca de la provincia busca frenar la pesca furtiva en la laguna Carrilaufquen, lugar al que algunos vecinos acuden a pescar con red. El espejo de agua, ubicado a 15 kilómetros al norte de esta localidad por la Ruta Provincial 6, recuperó su fisonomía en el 2014 luego de una intensa sequía que lo había secado.
Durante muchos años, esta laguna era un lugar privilegiado para la pesca de salmónidos. Sin embargo en la década del 80 se decidió sembrar pejerreyes, especies que con los años se apoderó este ambiente y de los arroyos que lo nutres.
A fines del 2014, con el objetivo de recuperar la pesca de otros años, desde el gobierno provincial se sembraron 5.000 alevinos de truchas arco iris y se dispuso mediante resolución vedar la pesca hasta el 15 de diciembre de 2017. Sin embargo, este año las abundantes lluvias llenaron de agua las 461 hectáreas y también proliferaron los pejerreyes.
La gran cantidad de estos peces lleva a los vecinos de Jacobacci a pescar con red haciendo caso omiso la veda.
En este marco, desde el Ministerio de Producción señalaron que la norma tiene el propósito de permitir la recuperación de las poblaciones de peces, tanto las existentes como las que han sido sembradas con importante esfuerzo del Estado provincial, y respondiendo a una iniciativa de vecinos y fuerzas vivas .
“Este esfuerzo conjunto, invertido en algo tan caro a los intereses de muchos pobladores de la región, pero también de una estratégica relevancia para el desarrollo económico local, podría verse afectado por personas que, con conocimiento o no de las normas y el daño que están causando, están extrayendo peces en grandes cantidades, mediante la utilización de redes.
La pesca en la laguna Carrilaufquen Chica se encuentra prohibida, por lo que tales actividades representan una grave transgresión a la normativa, que será sancionada con el rigor que la legislación permita”, dijeron desde el organismo provincial.
La intención, más allá del rol que le compete en la detección y castigo de las transgresiones, es advertir del daño que se estaría causando, concientizar e informar a quienes lo practican, y persuadirlos para que cesen en la ejecución de acciones que perjudican el ambiente .
Recuperación
5.000
alevinos de truchas arco iris se sembraron en la laguna y se prohibió la pesca hasta el 15 de diciembre de este año.
El espejo de agua sufrió los efectos de la gran sequía que atravesó la Región Sur, pero recuperó su fisonomía en la temporada del 2014.








jueves, 28 de julio de 2016

Fauna íctica en el NEA: estudios en Yaciretá parea manejo y gestión pesquera: una tarea para el INICNE

Tomada de la página de ACUI, esta nota que refiere a estudios de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE) y el ente binacional Yaciretá, para estudios de ictiofauna

Buscan el mejoramiento de recursos pesqueros y fauna íctica del NEA




Foto ilustrativa: Gobierno de Chaco
Ciudad de Corrientes, Corrientes | NEA RURAL |La Universidad Nacional del Nordeste, a través del Instituto de Ictiología de la Facultad de Ciencias Veterinarias (INICNE), renovó dos convenios de vinculación con la Entidad Binacional Yacyretá (EBY). El acuerdo tiene como objetivo producir información necesaria para el monitoreo y evaluación de recursos pesqueros y de la fauna íctica de la Central Hidroeléctrica.
La firma de ambos acuerdos se realizó el pasado viernes 1 de julio en la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad y estuvo a cargo del Decano de la Unidad Académica y Vicerrector de la UNNE, Dr. Elvio Eduardo Ríos; el Consejero de la Entidad Binacional Yacyretá, Ing. Marcelo Gatti; y el Sub Director del Instituto de Ictiología del Nordeste (INICNE), Dr. Juan Pablo Roux.
Uno de los acuerdos establece la voluntad de las partes para realizar el monitoreo y la evaluación de la estructura y biomasa de peces que son transferidos por las instalaciones de la Central Hidroeléctrica, como también proponer medidas para mejorar sus capacidades de atracción y establecer parámetros poblacionales. Vale mencionar que este convenio se viene ejecutando desde el año 1996 y se renueva todos los años con previa aprobación de los informes finales respectivos.
El otro trabajo es un Convenio Específico que establece la vinculación entre la EBY, la Universidad Nacional de Misiones y la UNNE, a través del Instituto de Ictiología del Nordeste que depende de la Facultad de Ciencias Veterinarias. Este proyecto se viene ejecutando desde el año 2000 y tiene como finalidad el monitoreo y la evaluación de la fauna íctica transferida por las instalaciones para peces de la Central Hidroeléctrica Yacyretá.
Dicho acuerdo contempla además la posibilidad de producir información necesaria para profundizar el conocimiento sobre la actual fauna íctica aguas debajo de la represa, a fin de determinar el grado de influencia de la obra hidroeléctrica en todo el tramo del Alto Paraná. Esto comprende la ejecución de un análisis comparativo, propendiendo a generar las bases para el desarrollo de estrategias y normas de manejo regional de los recursos pesqueros.
Vale mencionar que el trabajo conjunto entre la UNNE, la Entidad Binacional Yacyretá (EBY) y el Instituto de Ictiología es importante para la región y específicamente para la provincia de Corrientes, por la importancia que tienen los recursos ícticos tanto para la pesca deportiva como para la artesanal. Asimismo, estos convenios permitirán la formación de recursos humanos especializados en ictiología, de suma importancia para atender las demandas de la región.
Instituto de Ictiología del Nordeste
El INICNE fue creado en 1990 para brindar servicios de asesoramiento, asistencia técnica y extensión en las áreas de Patología, Piscicultura, Toxicología y Sanidad. Entre sus objetivos, se encuentra la realización de trabajos de investigación, formación de recursos humanos especializados, transferencia tecnológica, asesoramiento técnico al sector rural en explotaciones de organismos acuáticos, entre otras.

Además, cuenta con una publicación semestral que es editada por el Instituto “Revista de Ictiología” (ISSN 0327-6090), en la que se publican artículos científicos originales, comunicaciones breves y revisiones sobre temas de ictiología referidos a especies de agua dulce.

miércoles, 24 de junio de 2015

De Monsanto, solo el nombre... efectos del glifosato sobre peces que después capaz que uno se come...

En la página de la web nexciencia.exactas.uba.ar, apareció esta nota que describe los  resultados de un trabajo de investigación sobre efectos de glifosato sobre peces, habida cuenta de que al agua van los pesticidas, fertilizantes y demás químicos que se usan para producir soja, trigo, maíz, lechuga, etc. Ya el Dr. Rolando Quirós y su grupo habían comenzado a estudiar los efectos de los agroquímicos sobre la calidad de agua y la biota de las lagunas de la región pampeana, allá `por la década de los famosos 90. La agricultura intensiva tiene efectos sobre otros componentes del ecosistema que a veces no son tenidos en cuenta. Estos peces pueden ser consumidos por humanos, otros mamíferos y aves, cabría preguntarse entonces si hay efectos sobre estos, cómo se vería influida una pesquería y hasta dónde se multiplican las cuestiones negativas del uso de agroquímicos 


El glifosato pone en jaque a los peces nativos

TAPA — POR  EL 24/06/2015 A LAS 12:55 
La exposición al glifosato en los niveles reportados en ríos y lagunas de la región pampeana produce cambios en el metabolismo energético de los peces y también afecta su sistema nervioso central. La información surge de experimentos realizados con pejerreyes y madrecitas de río.


Expuesta a un formulado de glifosato, se observaron efectos sobre el sistema nervioso central de una especie nativa ampliamente distribuida en la región: “la madrecita” (Cnesterodon decemmaculatus). Foto: chucao/wikipedia.
En la Argentina, desde fines de la década de 1990 hasta 2013, la superficie cultivada con soja aumentó de 9 millones de hectáreas a más de 20 millones. Como consecuencia de ello, la aplicación de herbicidas y pesticidas se incrementó de 127 mil toneladas, en 1999, a más de 280 mil en 2013. Teniendo en cuenta que esas sustancias potencialmente tóxicas van a parar a las lagunas y ríos, es dable pensar que los peces que habitan en esos cuerpos de agua pueden verse afectados.
En efecto, si el pejerrey (Odontesthes bonariensis) es expuesto a un formulado de glifosato, su metabolismo energético resulta afectado, lo que indica que la presencia del herbicida le genera estrés, según indica Renata Menéndez Helman, investigadora que desarrolló su doctorado en el INQUIMAE (Instituto de Química Física de los Materiales, Medio Ambiente y Energía) de Exactas UBA. Asimismo, se observaron efectos del principio activo sobre el sistema nervioso central de otra especie nativa ampliamente distribuida en la región: la madrecita (Cnesterodon decemmaculatus).
Gasto energético
“El objetivo era evaluar efectos subletales, es decir, que no produjeran la muerte sino que sirvieran como señales tempranas de la exposición a contaminantes”, explica Menéndez Helman. Ella se ocupa de estudiar el metabolismo energético, es decir las reacciones de síntesis y degradación de las moléculas energéticas en el interior de la célula en distintos tejidos (hígado, cerebro, músculo) del pejerrey. Estos experimentos formaron parte de su tesis doctoral, dirigida por María dos Santos Afonso (investigadora del INQUIMAE) y Alfredo Salibián, de la Universidad Nacional de Luján, y fueron realizados en colaboración con Leandro Miranda del INTECH Chascomús.
Los investigadores midieron los niveles de las moléculas de ATP, “que es la moneda energética de la célula”, según comenta la investigadora. Cuando el organismo necesita energía, el ATP entrega fosfatos y se convierte en ADP, pero puede seguir cediendo energía hasta convertirse en AMP. “Cuando disminuye el ATP y aumentan las otras especies, ello es indicador del estado energético de las células”, comenta Menéndez Helman. Cuando un organismo está expuesto a un estresor ambiental, tiene un mayor gasto de energía. En consecuencia, la medición del balance entre los adenilatos (ATP, AMP y ADP) puede informar si un organismo estuvo en situación de estrés.
Para evaluar los efectos del herbicida, los peces fueron colocados, durante quince días, en recipientes con agua que contenían 1 ppm (una parte por mil, que equivale a un miligramo por litro) y 10 ppm de glifosato, que son concentraciones dentro del rango de las reportadas en cuerpos de agua de la llanura pampeana.
Luego de la exposición al glifosato, la investigadora realizó la disección de los peces, extrayendo el hígado, el cerebro y el músculo. Estos tejidos fueron luego procesados con el fin de obtener las moléculas y medirlas mediante una técnica específica denominada HPLC (cromatografía líquida de alta eficacia). Según indica la investigadora, “la extracción de las sustancias es un proceso muy delicado, debido a que éstas son poco estables, y se degradan con facilidad”.
Al realizar las mediciones en los tres tejidos, tanto en los peces expuestos al glifosato como en los que funcionaron como control, los investigadores encontraron significativas diferencias. “En particular, en el hígado y en el músculo encontramos que disminuyen los niveles de ATP frente al total de adenilatos, y esto muestra, de alguna manera, que al ser expuesto al herbicida el organismo está sufriendo estrés”, confirma Menéndez Helman. Estos resultados fueron publicados en Ecotoxicology and Environmental Safety.
Tóxico para las neuronas
En otros experimentos, Menéndez Helman quiso averiguar si el glifosato ejercía algún efecto en el sistema nervioso de los peces. Para ello, analizó la actividad de la enzima acetilcolinesterasa, cuyo rol fisiológico es inactivar un neurotransmisor, la acetilcolina, al finalizar la transmisión sináptica. La inhibición de esta enzima provoca una acumulación anormal de acetilcolina, con la consiguiente sobre estimulación de la sinapsis.
Precisamente, ciertos insecticidas inhiben la acetilcolinesterasa en algunos organismos. Tal efecto se produce porque los pesticidas organofosforados, del subgrupo fosfato, se unen a esa enzima de manera irreversible.
María dos Santos Afonso y Renata Menéndez Herman.
María dos Santos Afonso y Renata Menéndez Herman. Foto: Diana Martinez Llaser
“El glifosato es un pesticida organofosforado, pero no pertenece a ese subgrupo, por lo que no se esperaba que tuviera algún efecto sobre la enzima”, indica Menéndez Helman. En realidad, algunos estudios realizados con el formulado de glifosato mostraban efectos, por ello la investigadora quiso indagar qué sucedía con el principio activo, y probó con madrecitas de agua.
“Hicimos ensayos de exposición aguda, durante 96 horas, en concentraciones desde 1 hasta 35 ppm, y encontramos que el glifosato, en esas condiciones, inhibía la enzima”, asegura Menéndez-Helman. El trabajo fue publicado en Bulletin of Environmental Contamination and Toxicology.
Las intoxicaciones por inhibidores de la acetilcolinesterasa pueden culminar con un colapso cardiorrespiratorio y conducir a la muerte. En peces, cuando están expuestos a esos contaminantes, se han observado problemas en el equilibrio y efectos sobre los patrones de locomoción.
Cabe destacar, de paso, que el glifosato junto con algunos pesticidas ya forma parte de la lista de cancerígenos “posibles” o “probables”. En efecto, en marzo de este año, este herbicida, al igual que los insecticidas diazinón y malatión, fueron clasificados por la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC), que depende de la Organización Mundial de la Salud, como “probablemente cancerígenos para los seres humanos”.

lunes, 11 de marzo de 2013

Investigadores de la Universidad de Rosario: y qué tienen que ver la bioquímica y los peces??

Tomado de Rosario 12: los resaltados y fotos ilustrativas a la nota son de este bloguero...

El impacto ecológico que genera la pesca indiscriminada

La genética de los peces

La cercanía que tiene Rosario con el río fue el disparador para iniciar una línea de investigación que profundice los sus recursos acuáticos, su conservación y el desarrollo de tecnología para la producción comercial de peces.

Por Victoria Schmuck y Silvana Di Stefano *
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Arranz y su equipo de trabajo del área Biología General de la Facultad de Bioquímicas.
Una investigación de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) estudia el impacto ecológico que genera la pesca indiscriminada de determinadas especies como el sábalo. "Nos interesan el río Paraná y sus recursos acuáticos, su conservación y el desarrollo de tecnología para la producción comercial de peces", señaló Silvia Arranz, profesora titular del área Biología General de la Facultad de Ciencias Bioquímicas y Farmacéuticas de la UNR y directora de la Plataforma de Biotecnología Acuática del Instituto de Biología Molecular y Celular de Rosario.
El interés por esta investigación surge cuando en el año 2000 la investigadora advierte el escaso desarrollo  de tecnología de cultivo de peces nativos en Argentina. Más aún, la cercanía que tiene Rosario con el río fue el disparador para iniciar una línea de investigación y formar recursos humanos que profundicen la temática. Arranz y su equipo de trabajo participan también de un proyecto internacional que trata de catalogar con un código de barras genético a todas las especies de animales y plantas del mundo.
Parte de esta investigación se desarrolla en un laboratorio donde se realizan ensayos con peces en condiciones controladas y que funciona en los laboratorios reacondicionados del antiguo Acuario de Rosario, propiedad de la Secretaría de Estado de Ciencia, Tecnología e Innovación provincial que financia parte de estas investigaciones, junto con la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica de la Nación.

 Arranz explicó que con su equipo de trabajo, formado por bioquímicos, licenciados en biología y en biotecnología, entre otros temas, se especializan en el desarrollo de marcadores moleculares en peces para estudiar poblaciones naturales, y contribuir al manejo sustentable de poblaciones de cultivo, incluyendo futuros programas de mejora genética. "Las especies que trabajamos son pacú, pejerrey, surubí y boga. Esas son las primeras especies con las que empezamos a trabajar y en las que hemos desarrollado ya marcadores de este tipo", detalló la científica.
De acuerdo a la especie, se intenta solucionar distintos aspectos relacionados a su cultivo, a la producción. "Con el pejerrey trabajamos en entender cómo se regula el crecimiento para poder cultivar esta especie de manera rentable, ya que es un pez que crece muy lento pero su carne es muy apreciada en el mundo. Un pez que nos interesa para cultivo es el pacú, seleccionar reproductores y que resistan bajas temperaturas", precisó Arranz, para luego aclarar que uno de los problemas del cultivo del pacú en Santa Fe es que no resisten las bajas temperaturas de la zona.
"También nos ocupamos de una especie en conflicto que es el sábalo. Es la especie más sobreexplotada en el bajo río Paraná. La idea fue desarrollar marcadores moleculares que nos posibiliten evaluar el estado de ese recurso en el río. Cuánto la explotación pesquera impacta sobre la variabilidad genética de esas poblaciones y cuáles podrían ser las consecuencias", agregó la investigadora. Arranz indicó además que alrededor de la pesca del sábalo hay conflictos sociales, la realidad del pescador artesanal y el modelo productivo de los acopiadores. Desde este proyecto se pueden aportar herramientas de evaluación de la situación. "Tenemos algunas conclusiones sobre el estado del recurso, hemos comparado las poblaciones del río Paraná inferior con las de toda la cuenca, incluyendo Brasil".
La investigadora y su equipo de trabajo participan también de un proyecto internacional (International Barcode of Life Project) que trata de catalogar con un código de barras genético a todas las especies de animales y plantas del mundo. "Nosotros participamos intentando catalogar a la mayor cantidad de especies de peces del río Paraná inferior, ya llevamos un año de trabajo y hemos etiquetado 70 especies diferentes. Hay que avanzar ya que en esta región han sido descriptas más de 150 especies", apuntó Arranz.
La investigadora explicó que se fotografía a cada espécimen, se toma un trocito de músculo que es utilizado para la caracterización genética, y se hace un banco de tejido de cada especie a la que puede acceder cualquier persona en todo el mundo, para evitar tener que volver a pescar. Entonces se genera un banco de tejido, y de ejemplares, ya que cada ejemplar se guarda, en etanol, en un museo. "En nuestro caso, en el Museo provincial de Ciencias Naturales Angel Gallardo, donde se creó la colección Ictiofauna del río Paraná a partir de este proyecto", detalló Arranz.
En cuanto al cultivo de peces, Arranz contó que en Santa Fe existen unos pocos emprendimientos de cultivo de peces, uno de trucha en Pujato y otro de pacú en Reconquista. "Es una provincia con gran extensión en la dirección norte﷓sur, unos 800 kilómetros, por lo cual presenta climas diferenciados y distintas potencialidades para el cultivo de peces en cada región. Peces como el pacú sólo se pueden cultivar en el norte y con riesgo de que la temperatura sea un factor crítico", puntualizó.
La investigadora y su equipo colaboran con el Ministerio de Producción y la Secretaría de Estado de Ciencia, Tecnología y Innovación de Santa Fe en el emplazamiento de una prueba piloto que se está haciendo en San Javier, 150 kilómetros al norte de la ciudad capital. "Se está cultivando bagre sudamericano y pacú en jaulas en el río para determinar si bajo las condiciones de esa región son viables esos cultivos. Y una vez finalizada la prueba piloto se espera poder contar con datos para armar un programa de impulso de la actividad para productores", apuntó Arranz. Esta experiencia de cultivar en jaula no es común en Argentina. En el sur se las utiliza para la trucha, mientras que en Misiones se están utilizando para el cultivo de surubí.
Los resultados de esta investigación son alentadores. La posibilidad de brindar información a los productores para mejorar la calidad de su producción marca un punto importante en este trabajo. "La idea de que cada uno pueda etiquetar y conocer la genética de sus peces reproductores trae ventajas y favorece al productor. Estamos muy cerca de brindar servicios de ese tipo", concluyó la investigadora.
* Integrantes de la Dirección de Comunicación de la Ciencia UNR