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jueves, 12 de enero de 2017

Pacúes misioneros en Candelaria: una producción en desarrollo.

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Nota aparecida en el Portal de noticias El Territorio, de la provincia de Misiones. La provincia se reafirma como una de las principales productoras acuícolas de Argentina, basándose en especies nativas. La estación de Piscicultura de Candelaria lleva ya diez años de funcionamiento, una marca notable que debe inscribirse en la interesante pero dispersa y poco conocida historia de la acuicultura argentina.







En Candelaria, la estrella de la reproducción es el pacú
Jueves 12 de enero de 2017
Candelaria.
La Estación de Piscicultura ubicada en el Parque Ecológico El Puma de esta localidad cumple diez años. Y en esos diez años, el trabajo de investigación en el laboratorio para con las especies nativas de Misiones llevó a los especialistas a superarse con el pacú, considerado en la actualidad la estrella destacada para los pequeños productores de todo el territorio provincial, que se suman año a año.
“Los colonos buscan al pacú por varios motivos, porque es una especie bastante simple de alimentar, se parecen mucho a criar chanchos, su alimentación es fácil de obtener y su carne es muy rica”, sintetizó el veterinario Julio Miguel Cruz a El Territorio, uno de los cinco integrantes del equipo  que lleva adelante el proceso de selección de reproductores, de la inducción hormonal, la ovulación, la espermiación y la incubación.
Así, desde la Estación de Piscicultura de Candelaria, además, se trabaja de la misma manera con la boga, el sábalo y en menor medida con el surubí y dorados. “Con cualquier otra especie siempre que sea nativa”, explicó el veterinario.

El aprendizaje

Desde el equipo de trabajo de la Estación, integrada además por Juan Manulak, José Ferreyra, David Ceballoz, Mario Ledesma y actualmente Fiona, una pasante alemana, se destacó el asesoramiento técnico que se le brinda a los colonos de la provincia, desde el aprendizaje de la propia cultivación de peces al manejo del o los estanques.
Tras el trabajo de laboratorio, en donde todo empieza con la esperma y los óvulos, el período de alevinaje de los peces dura nueve meses, tras el ingreso de los ejemplares a las piletas de la Estación de Piscicultura, que se da en el cuarto día tras la mágica unión manual de los genes de las hembras y los machos.
La etapa de recría, según se detalló, se extiende desde febrero a  octubre y en la Estación dependiente del Parque El Puma pueden en la actualidad obtener una cantidad aproximada de 3 millones de alevinos.
Los colonos, por lo general, se llevan los peces en la etapa juvenil, cuando tienen alrededor de 80 a 100 gramos y luego ellos se encargan del engorde y su posterior comercialización.
De acuerdo a lo indicado por el veterinario Julio Cruz, hay 400 pacúes reproductivos y unas 1.200 bogas. Además, en uno de los piletones más cercanos al laboratorio, hay un lote de pacúes de unos 2 kilos de peso.

Virolitas para acuarios

Lo más reciente, lo nuevo, lo que están hasta descubriendo día a día, es el comportamiento y la vida del pequeño pez conocido o denominado virolita.
“Las virolitas son por ahora exclusivamente para la ornamentación, es decir, para las peceras, para acuarios, estamos en plena etapa de estudio”, dijo Cruz, mientras cumplían con uno de los procesos de continuar con su reproducción.

“Si hay menos peces en el río, es difícil asegurarlo”

El veterinario Julio Miguel Cruz, que está desde el primer día de funcionamiento de la Estación de Piscicultura del Parque El Puma, del Ministerio de Ecología de la provincia, aseguró no poder afirmar “si es verdad o mentira que en el Paraná hay cada vez menos peces. Eso es muy arriesgado decirlo. Para eso hay que hacer un estudio serio, un trabajo a lo largo y ancho del Paraná para establecer que así es. Puede que sí, como puede que no. Es relativo, porque cada tanto nos comentan que en tal o cual lado no sacan nada y después otros te muestran un ejemplar de 10 o más kilos”, dijo Cruz a El Territorio.
“En el río Paraná hay más de 240 especies, por lo que no es sencillo afirmar una cosa. No hay estudios en la actualidad como para afirmar una u otra supuesta verdad”, dijo.
La Estación de Piscicultura no realiza suelta de peces al río por períodos establecidos. Sólo lo hacen si se lo piden desde los clubes cuando se realizan o se van a realizar determinados torneos de pesca, dirigidos especialmente a alumnos de primarias con el objetivo de concientización para demostrar que el hombre también puede devolver al río lo que permanentemente se saca.





jueves, 3 de noviembre de 2016

Los problemas de ser surubí en el Paraná: la imperiosa necesidad de gestionar este recurso pesquero para recuperar sus poblaciones.

Una nota acerca de pesca continental. El caso del surubí, cuyos números poblacionales  muestran peligro de supervivencia. Comenta el colega Oldani que la situación no se revierte fácilmente, sobre todo si no hay un involucramiento de la sociedad en la protección y conservación del recurso. Este artículo fue publicado en el portal www.ellitoral.com. Otro interesante y más detallado trabajo se puede ver en http://www.señueleros.com.ar/surubi-triste-pero-real-reportaje-a-norberto-oldani/

Especie en peligro...
Tan sólo el 8% de los surubíes del Paraná son reproductores
El biólogo Norberto Oldani expuso sobre el estado poblacional del surubí en el río Paraná. Alertó acerca de los factores que afectan a la especie, entre ellos la excesiva pesca.

El profesional de extensa trayectoria disertó en Reconquista sobre la alarmante realidad que vive la fauna ictícola del Paraná, en especial la especie quizá más preciada de todas las que habitan el vasto ecosistema litoraleño, el surubí.
En condiciones normales una población de surubíes tiene el 80 por ciento de reproductores, mientras que actualmente la población de reproductores en el río “es del 8 por ciento”, alertó Oldani, en su exposición en el Centro Industrial y Comercial de Reconquista.
A la responsabilidad por el desmejoramiento de las variables que permiten pervivir a la especie emblemática del Paraná, Oldani las fijó en varios actores: “Si uno vive en Ituzaingó diremos que la represa de Yaciretá los afectó mucho; si en cambio viviéramos en Buenos Aires diríamos que es la contaminación; en Reconquista es la pesca, el surubí se termina porque lo pescan en exceso”, apuntó.
La comunidad tiene que saber que el surubí está en un problema de conservación y que tiene que tomar conciencia para revertir la situación, insistió. Hay varios problemas sobre el surubí pero, fundamentalmente, “el problema de conservación es que nos estamos quedando sin reproductores. Esto es una cosa que ya pasó en el río Paraná con otras especies como el manguruyú, el pacú o el salmón de río, pero pasó inadvertido; y ahora se lo estamos diciendo con tiempo para que haya una respuesta adecuada, es decir, hay que parar la mano”, explicó el biólogo.
Las afirmaciones de Oldani provienen de un estudio realizado en base a datos recogidos, sobre todo, en concursos de pesca deportivos. “Hemos construido un modelo de cómo sería la población en estado natural y cómo es la población en estado actual. Las diferencias son enormes y sin necesidad porque para que el sistema funcione y todos puedan disfrutar de los peces, tenemos que tener un río con peces”.
Oldani advirtió sobre la necesidad de “no dejar abierta la posibilidad para otra gente con otros intereses como las represas”, y subrayó que “cuando hablamos de conservación estamos hablando de que haya más peces para que todos los utilicen, y no conservar y no tocar”.
En la parte central de su exposición puso el acento en la “severa falta de reproductores y esto no es una situación que se va a revertir en cinco minutos con buena voluntad. Hay que presionar al gobierno para que tome medidas de conservación adecuadas”, remarcó.
Interrogado sobre las políticas nacionales y provinciales implementadas para revertir la presión de extracción al que se encuentra sometido el surubí, el investigador dijo que quien tiene que ocuparse del tema es la sociedad: “No se va a resolver el problema si la sociedad no toma participación activa, es decir, ocuparse del tema”.
Toda la información que sacamos para construir este modelo, manifestó, se hizo con la pesca deportiva, prácticamente sin recursos y “se pudo avanzar mucho más que en el Proyecto Sábalo, donde la Nación gastó medio millón de dólares y no publicaron ni una coma, y cada vez estamos peor. Entonces, no es con plata sino con voluntad como se cambian las cosas”, enunció. En resumen, el biólogo aseguró que el estado actual es calamitoso y reveló que en condiciones normales una población de surubí tiene un 80 % de reproductores, pero actualmente ese porcentaje se ve reducido “al ocho por ciento, diez veces menos, lo cual, es trágico”.
A modo de conclusión razonó que si el surubí tiene el 80 por ciento de reproductores es porque necesita una gran cantidad de reproductores para dejar descendiente. No es peligro de extinción “pero es una pérdida enorme de toda la gente que se beneficia con el recurso”, acotó, en el final de su participación.
Características
Según informes oficiales, los surubíes, largamente apreciados por su valor gastronómico, han sido diezmados por la pesca deportiva en los últimos años, así como por la alteración de su hábitat debida a la construcción de centrales hidroeléctricas y por la pesca con grandes redes por pescadores locales, ya sea para venta local al público como también para vender a fábricas de harina de pescado.
Las dos especies mayores son denominadas surubí atigrado y surubí pintado, siendo la primera la que alcanza el mayor tamaño e identificándoselo por sus flancos color oliváceo y unas rayas laterales negras. El surubí pintado debe su nombre a que posee unos círculos negros en sus flancos en lugar de rayas
Oscuro panorama. El biólogo Norberto Oldani aseguró que el estado actual “es calamitoso” y reveló que en condiciones normales una población de surubí tiene un 80 % de reproductores, pero actualmente ese porcentaje se ve reducido “al 8%, diez veces menos, lo cual, es trágico”.

viernes, 19 de diciembre de 2014

Un resultado del Plan Integral de piscicultura de Santa Fé: un criadero en San Javier

Toma la nota del Diario Digital Santa Fe. Interesantes las etapas del plan integral acuícola y el rol del Estado en este asunto...

La piscicultura avanza otro paso con la cría de alevines en San Javier



“Estamos cumpliendo un sueño”, expresó el gobernador Antonio Bonfatti, al inaugurar ayer  la Granja Piscícola San Javier, ámbito en el que se desarrollan los centros piloto para la formación en el cultivo y engorde de alevines o juveniles, la producción y fecundación de ovas, y el fomento de la investigación y ensayos con diferentes especies autóctonas de peces.
“Hace años que veníamos con la idea de promover la acuicultura y, en particular, la piscicultura en la provincia de Santa Fe. Hoy es una realidad y si nosotros le damos impulso, no tengan la menor duda de que la etapa de la industrialización va a llegar a esta región. Estamos avanzando en este camino de agregar valor no sólo a partir de la cría de peces en cautiverio, sino de la elaboración industrial y la generación de empleos”, precisó Bonfatti.
La iniciativa se enmarca en el Plan Integral de Acuicultura que lleva adelante el gobierno de Santa Fe, que consta de cuatro etapas. La primera, ya finalizada, consistió en demostrar que se podía engordar peces en jaulas en el río. La segunda buscaba tener una granja que provea de alevines para proceder a su engorde. En tanto que la tercera fase es el trabajo con la carne de pescado, su agregado de valor y comercialización, y la cuarta busca incentivar el consumo.
En este sentido, el gobernador indicó que en este tipo de proyectos “la tarea del Estado es investigar, crear las condiciones y garantizar las cadenas de comercialización, mientras que la producción debe pasar por el sector privado”.
A continuación, anunció que “la idea es que a partir del año que viene los 180 mil chicos que van a los comedores escolares de la provincia de Santa Fe tengan, cómo mínimo, una comida con pescado por semana, y además, se garantiza, desde el Estado, la compra de la ración”.
También tenemos que pensar en el comercio exterior, y en esto interviene el Ministerio de la Producción, que deberá buscar mercados para nuestro producto. Argentina en este momento está exportando 150 mil toneladas de carne vacuna, Chile está exportando 600 mil toneladas de peces criados en cautiverio y Egipto, que empezó hace 10 años con un proyecto similar al nuestro, está produciendo 1 millón de toneladas. Hagamos números y veamos lo que esta actividad puede significar para la provincia de Santa Fe”, ejemplificó el mandatario provincial.
El acto se llevó a cabo en el espacio emplazado en el kilómetro 151 de la ruta provincial 1 y estuvieron presentes el ministro de la Producción, Carlos Fascendini; el intendente de San Javier, Mario Migno; el asesor responsable del Plan Integral Sobre Acuicultura para la provincia de Santa Fe, Carlos Corvalán Romero; el secretario de Estado de Ciencia, Tecnología e Innovación, David Asteggiano; el senador por el departamento San Javier, José Baucero; el comisionado comunal de Colonia Teresa, Santiago Vigil; y el presidente del Consejo Municipal de San Javier, Sergio Fiorito; entre otras autoridades.

“UNA OPORTUNIDAD PARA LA ZONA”
A su turno, Migno recordó que “cuando se inició este proyecto, desde la Municipalidad de San Javier nos pusimos a disposición porque entendimos que era una oportunidad que no podía perderse nuestra zona”.
En ese sentido, el intendente agradeció a las autoridades provinciales que “hayan decidido que la experiencia piloto se haga en esta ciudad. Gracias a eso hoy tenemos esta realidad que es esta granja para producir los peces que después se van a transformar en las proteínas necesarias para nuestra población, además de ser una fuente de trabajo”.
Por su parte, Carlos Corvalán agradeció al gobernador ya que “con su impulso, en 2012, empezamos a forjar este sueño que hoy es realidad”.
“Han sido dos años de trabajo intenso, donde completamos la primera fase inaugurando el centro piloto y demostrando que se podía engordar peces en el río. Hoy nos toca iniciar la segunda fase, inaugurando la granja que nos va a proveer de alevines y nos servirá de base para explorar otras especies de nuestro río”, añadió.
Los próximos pasos a seguir serán “trabajar sobre la carne del pescado, su valor agregado, la comercialización y las bocas de expendio –que forman parte de la tercera fase– y por último, la intervención sobre el consumidor, difundiendo las propiedades de la carne de pescado de río para preparar nuestro mercado interno”, anticipó.

Fotos: gentileza Clara Mitchell