Mostrando entradas con la etiqueta pesca artesanal. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta pesca artesanal. Mostrar todas las entradas

domingo, 7 de octubre de 2018

Ser pescador artesanal en Argentina: una profesión de riesgo... o una profesión en riesgo?


Resultado de imagen para emoticon enojadoHablando de pesca ahora, comparto interesante artículo del diario La Capital de Mar del  Plata, firmado por María Aguirre. Vean ustedes aquí cómo se expresa la problemática del pescador artesanal de la costa argentina, casi calcado de la situación de los pescadores artesanales de la cuenca del Paraná. El problema es la actuación de empresas o barcos más grandes, la falta de regulaciones, la falta de fiscalización, las dificultades para comercializar... para quienes no vivan en Argentina, la Subsecretaría de Agricultura Familiar mencionada en la nota no existe más... es decir que al parecer no hay quien nuclee al sector.

En resumen: la falta de políticas públicas que protejan al sector más vulnerable producirá casi seguramente la desaparición de ese sector, que deberá ir a trabajar de otra cosa a los cinturones suburbanos de las ciudades más grandes, ya pobladas de gente con diversos oficios que deben abandonarlos por falta de valorización de esos trabajos.


Los pescadores artesanales corren peligro de extinción

Son los primeros que sufren las consecuencias de una excesiva explotación de mares y ríos, que ponen en riesgo la sustentabilidad de los recursos pesqueros.
Pescadores en plenas tareas. Foto: Télam/ Carlos Cermele
por María Aguirre
Los pescadores artesanales de la costa argentina subsisten en la periferia de un sistema que los condena a la informalidad, que los corre de sus territorios de origen a medida que avanza el desarrollo turístico y que niega su derecho histórico y cultural a conservar un oficio heredado de generaciones anteriores, con técnicas que no depredan la fauna ni agreden el ecosistema.
Todos los días, sin francos ni feriados, Rodolfo Morales empuja su lancha de 6 metros de eslora sobre el agua fangosa y sale con las redes a probar suerte en la Bahía de Samborombón. “Las vacaciones nos las impone el mal clima o alguna rotura de motor”, sonríe resignado.
Ayer volvió sólo con dos cajas: lisas, corvinas y palometas. Una pobre recompensa, lejos del ideal de diez o quince cajones que justifican los 100 litros de combustible que se necesitan para salir a pescar, explica este hombre de 54 años, padre de tres hijas, que en el 2008 debió dejar su ciudad natal, Chascomús -cuando “prohibieron y corrieron” a los pescadores artesanales-, mudarse a Pipinas y aprender sobre mareas, a la altura de las desembocaduras del Samborombón y el Salado sobre el Río de la Plata.
“No podemos pescar en invierno porque unas 30 embarcaciones de Mar del Plata vienen por la corvina rubia y negra, se meten en la zona costera y arrasan con todo, se llevan puestas las redes nuestras”, se queja sobre el sistema de arrastre de esos pesqueros, uno de los más dañinos e invasivos del ecosistema.
La llegada de días más cálidos y largos renuevan las esperanzas de Morales y alivian el mal trago que sufrió su cooperativa, Coopechás, fundada en el 2010 entre seis familias, que llegó a vender 9.500 kilogramos de pescado fresco durante la Semana Santa del 2012 en los mercados populares de La Boca, Villa Carbonilla, Chacarita, villa 11.14 y Barracas, a un precio que no llegaba a la mitad de lo que entonces se pagaba en pescaderías y supermercados.
Víctima de una estafa en la renta a 10 años de un terreno, Copechás perdió dos cámaras frigoríficas, una planta de fileteo y una pequeña fábrica de harina de pescado, retenidas ahora por el dueño del predio que dijo desconocer que su propiedad había sido subalquilada.
“Los permisos de pesca los tienen los frigoríficos y Prefectura no se mete con ellos; por eso muchos pescadores prefieren trabajar para las empresas y no tener problemas para salir a pescar, aunque les paguen mucho menos de lo que podrían ganar por su cuenta”, relató Morales y detalló que los marplatenses pueden cargar alrededor de 2.700 kilogramos de corvina rubia por embarcación, que venden a 11 pesos el kilo a los frigoríficos.
La cadena de frío necesaria para el traslado del pescado y la logística de venta son algunas de las mayores dificultades de los pescadores artesanales, además de que los dos puertos privados de la zona, el Virgen de Luján y el Salado, les prohíben los amarres y las descargas. “Cambian los gobiernos, pero la pesca siempre está manejada por las mismas manos”, deslizó Morales y mencionó con nombres y apellidos la sociedad político-empresaria que controla permisos, cuotas y ventas de pescado en la provincia de Buenos Aires.
“Los dirigentes no entienden que no se trata sólo de un permiso de pesca, sino de toda una vida dedicada a esta actividad y de la comida en la mesa de las familias”, insistió.
Como ejemplo de la paradoja, en Chacomús, unas 22 familias viven de la pesca artesanal en forma ilegal porque están prohibidas en las 7 lagunas de la zona. Por un cajón de pejerrey ganan unos 2.000 pesos, pero no pueden venderle a los restaurantes de esa zona turística. También eso les está vedado, aunque el filet se destaca en los menúes como la especialidad de la casa, a precios que no bajan de los 150 pesos.
“A alguien les compran, ¿no?”, se preguntó Morales, entusiasta de la idea de que por fin los pescadores artesanales se den cuenta que deben unificar esfuerzos en una asociación que le dé peso de negociación al sector.
“El filet de lisa en Verónica (ciudad distante a 15 kilómetros de Pipinas) cuesta 90 pesos, pero a nosotros no nos dejan venderlo ahí, entonces lo trasladamos en camionetas con barras de hielo hasta Buenos Aires y aún así, con ese gasto, podemos venderlo a 50 pesos”, graficó.
Rodolfo recordó con nostalgia la creación de la Dirección Nacional de Pescadores Artesanales, durante la gestión del dirigente social Emilio Pérsico al frente de la subsecretaría de Agricultura Familiar de la Nación y reivindicó la idea del gobierno kirchnerista de “ayudar y formalizar a los pescadores desde Magdalena hasta Mar del Plata, capacitarlos y extender esa organización a los compañeros del litoral”.
La pesca artesanal marítima es la de mayor relevancia económica, con una plataforma continental de 769.400 kilómetros cuadrados y una rica fauna ictícola, donde se disputan grandes intereses entre la soberanía nacional, el derecho a fiscalizar, la pesca industrial y la pesca a pequeña escala, junto a la sustentabilidad del recurso.
“La pesca es como el juego de azar: casi siempre perdés y alguno que otro día te sacás un premio grande”, resume Pablo Bustos, referente de la Asociación de Pescadores Artesanales de la ría de Bahía Blanca y quien vive desde hace 33 años exclusivamente de la captura de pescadillas, corvinas, palometas y gatuzos.
Padre de seis hijos, Bustos integra un grupo de 30 hombres que salen con sus lanchas a esas aguas, un estuario formado por el ingreso del mar a la cuenca de un río, donde este año se registró “la peor pesca de los últimos diez”.
Los pescadores artesanales son los primeros que sufren las consecuencias de una excesiva explotación de mares y ríos, que ponen en riesgo la sustentabilidad de los recursos pesqueros, con la captura a gran escala de barcos de gran porte que intrusan el límite entre las millas 12 y 201.
Además de alterar el ecosistema, la depredación de las aguas dejó en los últimos años al borde del colapso algunas de las principales especies comerciales y quebró la estabilidad económica de los pescadores de baja escala.
“La pesca es mínima y a veces nula, tenemos que hacer hasta 60 kilómetros para encontrar peces; estamos en una situación desesperante; se acumulan los impuestos sin pagar y se hace difícil mantener una mesa digna”, insistió Bustos y pidió al gobierno que “se haga cargo en forma urgente” de la situación de los pescadores porque no tienen “a quién recurrir”.
La rotunda merma de peces tiene su origen en la contaminación que ocasionó el funcionamiento del Polo Petroquímico de Ingeniero White, por lo que en el 2010 la asociación presentó una denuncia judicial y exigió, por un lado, que las empresas realicen inversiones para la recuperación del agua, y, por el otro, que el municipio deje de direccionar los desechos cloacales a la ría.
Los trabajos de dragado también ahuyentaron a los peces, que no viven en esas aguas, sino que hacen su paso por la ría entre septiembre y abril de cada año.
“Vacían el sedimento dragado en zonas de pesca o en sus adyacencias y eso hace que el fondo cambie dramáticamente y que sepulte en minutos la flora y fauna; el continuo depósito de desechos creó bancos donde no los había y eso afectó la normal migración de especies que entraban a la ría en distintas épocas del año y ya no lo hacen”, explicó Bustos.
Como la captura del camarón y del langostino tiene sus “altibajos”, los pescadores artesanales se fueron acostumbrando a ganarse el día con pescadilla, corvina, gatuzo, pejerrey, lenguado, lisa y palometa, entre otras especies, pero en los últimos años cada vez es menor la variedad de peces que entran a la ría.
Los llamados pescadores artesanales no sólo deben lidiar con los magros resultados económicos que les da actualmente la pesca, sino también con la competencia desleal de embarcaciones ilegales y con el poder de acción de pesqueros más grandes, o con propias factorías a bordo, que trabajan asociados a frigoríficos de la costa.
“En Monte Hermoso, por ejemplo, de 120 embarcaciones, sólo 20 tienen los permisos en regla”, graficó Bustos, para quien la situación es “grave” y la ecuación por lo general revela que -en algunas zonas de la costa argentina- la cantidad de pescadores ilegales es cinco o seis veces mayor a la de quienes están autorizados.
Advirtió que Prefectura “o no tiene los medios para controlar, o no tiene voluntad” y aseguró que, cada tanto, esa fuerza se “ensaña” con las lanchas chicas y las “vuelve locas con controles”.
Otra de las dificultades pasa por los permisos de pesca. Los pescadores artesanales trabajan en aguas fiscalizadas por la provincia y deben renovar sus autorizaciones anualmente.
“Los permisos son una herramienta de apriete”, denunció Pablo y advirtió sobre cierto “manejo discrecional” de las autorizaciones, casi siempre atado a los “vínculos” que los intendentes tienen con empresarios locales.
Casi en el extremo sur de la provincia de Buenos Aires, en la Bahía San Blas del partido de Patagones, los pescadores artesanales perdieron en el 2008 su derecho histórico de pescar.
Un fallo judicial desoyó entonces el legítimo interés de los pescadores, fundadores de la villa a principios del siglo XX y quienes hasta entonces desarrollaron su actividad en forma sustentable, con apenas una participación de 16 embarcaciones de captura y durante sólo dos meses al año, entre octubre y diciembre.
El peso económico del sector turístico avanzó sobre la pesca artesanal y congeló su práctica, pese a que sólo era desarrollada con redes agalleras de fondo, dirigidas a una única especie, el gatuzo.
En Bahía Anegada, por ejemplo, los desembarques totales no alcanzaban en promedio el 2 por ciento de la captura de gatuzo en todo el país, pero la actividad sostenía la economía de todo un año de los pobladores locales.
Paradójicamente, en los últimos años se multiplicó la actividad hotelera en la región, con una fuerte impronta en pesca deportiva y esparcimientos náuticos. Las aguas están prohibidas para los pescadores artesanales, pero no para las lanchas de turistas y visitantes.
De hecho, desde hace más de una década, Bahía San Blas recibe cada Semana Santa un millar de pescadores deportivos que participa de un concurso de seis horas, que premia a los ganadores con autos cero kilómetros, de acuerdo al peso de su pesca. En esa época, las 3.500 plazas de alojamiento de la bahía están ocupadas.
(*): Del equipo de investigación de la agencia Télam.

jueves, 27 de abril de 2017

Cluster de la Pesca Artesanal de Tierra del Fuego, un video explicativo-educativo

Resultado de imagen para nasa centollaUn video institucional del Cluster de Pesca Artesanal de Tierra del Fuego. Un ejemplo de cómo juntar actores e intereses para trabajar en un sentido común, aunque con sus individualidades. No solo se habla de peces acá, pego los enlaces.


Resultado de imagen para pesca artesanal tierra del fuego





https://youtu.be/LOEag6Z_3sk

https://www.youtube.com/attribution_link?a=JYE30idbE7E&u=%2Fwatch%3Fv%3DLOEag6Z_3sk%26feature%3Dshare

lunes, 12 de diciembre de 2016

Carpas en el río Negro: manejo o dinamita?

Nota aparecida en el diario regional Río Negro, que habla de la carpa del río homónimo y se suma a las entradas que ya hicimos con el punto de vista del pescador deportivo. Problema muy complejo este de las invasiones de organismos exóticos en ecosistemas de por sí bastante vapuleados por prácticas humanas. El problema lleva a pensar soluciones posibles, mejores prácticas, más educación ambiental (y ética, porqué no, cuando alguna gente considera que una ley es opcional), valoraciones de nuestros ecosistemas, entre  otros temas.
Resultado de imagen para dinamita dibujoLa carpa ya está en el río, no llegó sola (así como no llegaron solos las vacas, caballos, perros, gatos, álamos, sauces, trigo y soja...) y no se va a ir sola. Hay que estudiar muy a conciencia los efectos de las acciones humanas y sus resultados. Hay ya trabajos en curso que permitirán tener una idea del grado impacto de la presencia de la carpa sobre otros integrantes de la biota, así como de otras prácticas humanas, el calentamiento global, etc.

Se puede plantear una explotación racional y sustentable del recurso en lugar de proponer extinciones masivas (que además no serían selectivas, créanme...) por vaya a saber qué medios? 

Esta nota permite pensar sobre eso y deja interrogantes a resolver por todos los actores involucrados: cómo llegó la especie? porqué se distribuyó tan expansivamente? cuales son sus efectos concretos sobre el ecosistema? se puede controlar y cómo? soporta una explotación que permite aprovechar esa proteína en tanto se reducen los números? Cómo evitamos que haya nuevas introducciones sin control, sin seguimiento y sobre todo sin conocer efectos directos e indirectos?

Uno de los entrevistados realiza una explotación muy artesanal y propone aprovechamiento integral del animal pescado. Valdría la pena estudiar esa ecuación económica un poco, habiendo necesidad de trabajo y alimento, a la vez que de control de los números poblacionales de la carpa.

Les dejo la inquietud...


La carpa lucha contra su mala fama y sus defensores revelan los beneficios

La principal característica de la carpa es su modalidad invasora en los ecosistemas, su capacidad de reproducción y la adaptación a los distintos ríos.

12 DIC 2016 - 00:00




Desde su aparición en la cuenca del río Negro, las carpas, o como se las denomina científicamente Cyprinus carpio, generaron gran sorpresa en propios y extraños de la pesca, la ciencia y la gastronomía. Con el tiempo, se convirtieron en una especie más dentro del ecosistema y dejaron la “mala prensa” de lado.


De origen asiático, se cree que llegaron al río Negro a través de los canales de riego desde el Valle Medio, y por su capacidad reproductiva lograron expandirse hasta el río Limay inferior.
Una de sus características es moverse en cardúmenes y lograr una rápida adaptación en los lugares donde habita, como en nuestra zona a los ríos correntosos, y a diferentes temperaturas.
En los últimos años lograron una gran aceptación entre los pescadores y cocineros, que despertaron el interés comercial en la región y realizan distintas comidas con la carne del pescado. “Todo lo que podemos hacer con otros pescados, lo hemos realizado con carpa” dijo Leandro Pistagnesi, cocinero de Allen.
Romper el mito
“Tenemos una gran aceptación. Aprovechamos cada espacio para romper con el mito de su gusto barroso” dijo Leandro, y caracterizó al color de la carne como “rosada”. En su emprendimiento desarrollan un sistema para quitar las espinas de una forma “más práctica y efectiva”
“Llegan hasta Arroyito por suerte, porque es una gran barrera mecánica” admitió Guillermo Blasetti, ecólogo y trabajador de la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas (AIC), quien en conjunto con la dirección de Piscicultura de la provincia de Neuquén, realizaron un estudio sobre la situación de las carpas en el río Limay inferior y su convivencia con el resto de las especies.
En el estudio determinaron que sigue predominando el pejerrey, y a pesar su gran capacidad de reproducción, por sobre los demás peces, “la carpa (en numero) está por debajo del resto de los peces”.
“La carpa es un integrante más del ecosistema” afirmó Blasetti y agregó que “para no tener problemas en el ecosistema, tenemos que regular y controlar las especies presentes en el río Limay inferior”.
Aunque no se la considere una amenaza, Blasetti deslizó que “tenemos una especie en expansión que va a generar una competencia sobre individuos que tengan las mismas necesidades que ella, que como todo animal inserto en un ecosistema, puede generar problemas”.
Alarma de ecologistas
Desde que se empezaron a encontrar ejemplares en la zona, se encendieron las alarmas de grupos ecologistas que temían por complicaciones que podría traer un pez como la carpa para la vida de los ríos. Lejos de esta situación, el ecólogo explicó que “siempre existe un equilibrio, que aun no está, pero existirá cuando alguna especie frene la capacidad de reproducción”.
“Hasta que no venza la capacidad de reproductiva y dispersión que tiene el pejerrey y la perca, nunca va a ser dominante” prosiguió en su explicación Blasetti, y aseguró que “las arco iris ó marrón, no se comen los huevos de las carpas. Si puede ser que se coman los alevinos”.
Una especie invasora, que tiene antecesoras
El estudio de la AIC, determinó que la carpa no es la única especie que ha sido insertada en la región, ya que mojarras y almejas fueron introducidas artificialmente en el río Limay inferior.
Una carpa de cuatro kilos desprende por año cuatro cientos mil ovas de una sola vez.
Por kilo puede arrojar 100.000 huevos al año
Guillermo Blasetti:
“La carpa tiene ventajas por sobre la trucha marrón por ejemplo, ya que no necesita un ambiente de desove tan sofisticado. Puede esparcir sus huevos en raíces, ¿y que tenemos en las costas? muchas raíces. Esto facilita su tarea”.
“El pejerrey necesita una gran cantidad de oxigeno en agua. La carpa no, es la que menos necesita. Estas facilidades que brinda el ecosistema en la región, potencian la reproducción de la carpa, que puede arrojar hasta cien mil huevos por kilo al año, mientras que una trucha ronda los tres mil en el mismo período”.
“La carne es muy aprovechable...”
Leandro Pistagnesi:
“Un día estaba pescando pejerrey y saqué una carpa, no entendía nada. Pregunté, me dijeron qué era y empecé a averiguar. Descubrimos que es uno de los peces más consumidos del mundo”.
“Decidimos cocinar en vivo en las ferias, para romper el mito de su sabor ‘barroso’, una vez que la prueban, la gente se rectifica. Se puede hacer todo lo que se hace con otros pescados. Su carne es muy aprovechable. Se debería enseñar a la gente, porque está en el río y se puede comer con facilidad si se sabe cocinar. Podría ayudar a las familias”.

martes, 6 de enero de 2015

Encuentro nacional de Pescadores Artesanales 2014: una curiosa vertiente de la agricultura familiar

En diciembre de 2014 hubo trabajo e intercambio de ideas con respecto a la pesca  artesanal también. Esta vez en el seno de la Secretaría de Agricultura Familiar del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca argentino.

La nota está tomada de la página institucional del Ministerio, resalta de forma positiva para este bloguero la cuestión de un área de pesca artesanal y acuicultura en pequeña escala, con un referente y responsable y seguramente con fondos para trabajar. Resulta interesante observar cómo encarará el trabajo esta gente, de allí el resaltado en negrita propio.

Y dice:

Encuentro Nacional de Pescadores Artesanales 2014

En el marco de la creación de la Dirección de Pesca Artesanal y Acuicultura en pequeña escala, dependiente de la Secretaría de Agricultura Familiar de la Nación, se desarrolló el Encuentro Nacional de Pescadores Artesanales, marítimos y continentales en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, con la presencia de más de 100 pescadores de todo el país.




El Secretario de Agricultura Familiar, Emilio Pérsico, junto al responsable del Área de Pesca Artesanal y Acuicultura en Pequeña Escala de la SAF, Roberto Gandolfi, y la diputada nacional Adela Segarra.








La Secretaría de Agricultura Familiar de la Nación realizó el 2 y 3 diciembre el Encuentro Nacional de Pescadores Artesanales en el hotel Cooperativo Bauen de la ciudad de Buenos Aires, con el propósito de generar un espacio de intercambio y fortalecimiento organizativo del sector. El mismo contó con la presencia de Emilio Pérsico, Secretario de Agricultura Familiar del Ministerio de Agricultura Ganadería y Pesca de la Nación, y Roberto Gandolfi, responsable del Área de Pesca Artesanal y Acuicultura en Pequeña Escala de dicha Secretaría; junto a referentes de más de treinta organizaciones que nuclean a pescadores artesanales de todo el territorio nacional. 

Además, participaron del debate Néstor Miguel Bustamante, Subsecretario de Pesca y Acuicultura del MAGyP, Osvaldo Chiaramonte, Subsecretario de Ejecución de Programas para la Agricultura Familiar, Alit Fasce Pollicelli, del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, y Adela Segarra, Diputada Nacional, entre otros.

En el marco del Encuentro Nacional de Pescadores artesanales se trabajó tanto la caracterización del sector a través del intercambio de experiencias de organizaciones marítimas y continentales como los principios ordenadores de las políticas públicas que contribuirán al desarrollo social, económico, productivo y organizativo de los pescadores artesanales. En ese sentido, Pérsico señaló: "La regulación de la Pesca Artesanal es una política que se plantea desde distintos organismos nacionales e internacionales, tenemos aquí una gran oportunidad de desarrollo y generación de mano de obra". Además, remarcó la necesidad de "formar, duplicar y cuadriplicar la cantidad de pescadores artesanales que salen al mar y evidencian con su trabajo el potencial de la pesca artesanal". 



La pesca artesanal marítima es la de mayor relevancia económica, con una plataforma continental de 769.400 km2 y una rica fauna ictícola donde se disputan grandes intereses entre la soberanía nacional, el derecho a fiscalizar, la pesca industrial y la pesca a pequeña escala junto a la sustentabilidad del recurso. La pesca artesanal continental (la de ríos, lagos y lagunas) esta principalmente localizada en la Mesopotamia, en la cuenca del Río Paraná y sus afluentes. No obstante, por el momento no existen datos estadísticos nacionales que contabilicen la dimensión real del sector siendo uno de los desafíos propuestos de la Dirección de Pesca Artesanal, la implementación en todas nuestras costas del Registro Nacional de la Agricultura Familiar (Renaf). 
El encuentro organizado por la Secretaría de Agricultura Familiar convocó bajo el lema "Construyendo Políticas Públicas con los Pescadores Artesanales", alrededor de 100 representantes de diferentes organizaciones marítimas y fluviales de las provincias con mayor desarrollo de la actividad pesquera a pequeña escala, y se propuso la conformación de un Consejo Asesor de organizaciones para acompañar a la Dirección creada recientemente. Por su parte, el Subsecretario de Pesca y Acuicultura apoyó la iniciativa del encuentro para conocer las necesidades de esta población y promover su desarrollo.

Movida pesquera-maricultora en Península Valdés: un Cluster en movimiento...

Nota tomada de la edición digital del diario El Chubut del 6 de enero de 2015. El concepto  interesante es el de desarrollo participativo, el desarrollo integrando actividades y la escucha de los propios pescadores-productores en cuanto a sus problemas.
Hay otros ejemplos exitosos de conformación de clusters acuícolas en el país, el del NOA por caso, pero también ejemplos de fracasos bastante duros, como el del Cluster Arco iris, aquí nomás en nuestra zona cordillerana de Neuquén y Río Negro. En octubre de 2014, la gente del PROSAP recorrió esta zona nuevamente para estudiar la posibilidad de crear un nuevo cluster (ya con la experiencia del éxito y del fracaso previos), pero me parece que todavía falta un rato para que los productores trucheros se puedan juntar a ver por dónde ir...


El Clúster de Pesca Artesanal y Maricultura comenzó a planificar la mejora competitiva de los productores

El Gobierno Provincial, junto a integrantes de las organizaciones de productores vinculados a la actividad pesquera, comenzó a trabajar en la elaboración de un Plan de Mejora Competitiva para impulsar la producción, en el marco del Primer Foro del Clúster de Pesca Artesanal y Maricultura de Península Valdés desarrollado en la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) de Puerto Madryn.

 

Esta propuesta se enmarca en las Iniciativas de Desarrollo de Clústers del Programa de Servicios Agrícolas Provinciales (PROSAP) y se impulsa en conjunto con CORFO Chubut. El PROSAP es uno de los programas que forman parte de la Unidad para el Cambio Rural (UCAR) que depende del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación. En el encuentro se presentaron los objetivos y la propuesta metodológica de la herramienta. Además, se validó el equipo de trabajo y a la coordinadora de la iniciativa. 
En esta oportunidad se hizo hincapié en la necesidad de fortalecer el entramado socio-productivo vinculado al sector de la pesca artesanal y la maricultura. “Estuvimos trabajando e identificando en la provincia sectores que podrían tener el formato de clúster para trabajar en un plan de mejora competitiva, y se definió que era una alternativa trabajar con la pesca artesanal y maricultura en esta zona que, de acuerdo a la ley de pesca, es Zona 1 e incluye a los golfos Nuevo, San Matías y San José”, explicó la gerenta general de CORFO, Claudia Mundet. La metodología es un proceso participativo, donde se van convalidando los foros.

“El objetivo es llegar a la formulación del plan de mejora competitiva, que contendrá proyectos de tipo colectivo que apunten a mejorar el sector, encontrar oportunidades o sanear problemas que enfrenta hoy el sector. Son proyectos consensuados”, agregó Mundet. 

Actividad participativa

En el foro se presentó información sobre la situación del sector, dando cuenta del contexto nacional e internacional de la producción de pesca artesanal y maricultura. Los resultados del diagnóstico fueron elaborados por un equipo técnico compuesto por especialistas locales que acompañarán el proceso de formulación e implementación de un Plan de Mejora Competitiva a la medida de la pesca artesanal y maricultura en la zona en la que se emplaza el clúster.

Finalmente se realizó un taller participativo con el objetivo de poner en discusión la información expuesta y lograr los consensos y compromisos necesarios para dar continuidad a este proceso de trabajo conjunto.


Esta actividad permitió identificar algunos espacios por los cuales comenzar a trabajar la mejora competitiva. Los próximos pasos serán la profundización del análisis de la competitividad del clúster, a fin de identificar las estrategias que lo conduzcan a su mejora competitiva. El encuentro contó con la participación de integrantes de todas las organizaciones de productores de la zona que abarca el clúster, así como de representantes del Gobierno Provincial y Municipal, de las instituciones técnicas vinculadas a la actividad y técnicos del PROSAP.


Y esta es la nota del 7 de octubre que informa y explica la creación del Cluster y aparece en el portal informativo de la provincia. Y dice:

Con técnicos del Ministerio de Desarrollo Territorial, de CORFO y la Secretaría de Turismo aspira a generar infraestructura, mejorar procesos, una nueva forma de comercializar productos y diseñar un nuevo circuito turístico para Península Valdés.
La ministra de Desarrollo Territorial y Sectores Productivos de la Provincia, Gabriela Dufour, junto al secretario de Turismo de Chubut, Carlos Zonza Nigro, y la gerente general de CORFO, Claudia Mundet, presidió este martes el acto de lanzamiento del Cluster de Pesca Artesanal y Maricultura para las zonas de los golfos Nuevo, San José y San Matías.
El objetivo del Gobierno Provincial, a través del Ministerio de Desarrollo Territorial, CORFO y la Secretaría de Turismo, es “avanzar con hechos concretos en un trabajo conjunto, pensando en el proceso de comercialización” actual que tienen esos productos, en los procesamientos, en las capturas, y en el apoyo mismo a los pequeños productores”, por lo que es hacia todas las etapas de la labor de quienes están involucrados en la actividad, sostuvo Gabriela Dufour.
De acuerdo a lo que explicó la funcionaria, el objetivo es “armar un proyecto que después tenga financiamiento. Incluir a todas las familias dedicadas a la pesca artesanal en la región, tanto los que residen en Puerto Madryn como en la península, por lo que prevemos será un proyecto de mucho impacto, con expectativas de que ellos mismos digan cuáles son las necesidades que demandan y nosotros canalizarles las respuestas”, añadió.
En ese marco, la ministra de Desarrollo Territorial y Sectores Productivos explicó que desde esa cartera se ha venido trabajando “con la Unidad de Cambio Rural (UCAR) del Ministerio de Agricultura y Ganadería de la Nación, en la línea de financiamientos internacionales, un equipo del Ministerio de Desarrollo Territorial y Sectores Productivos y de la Corporación de Fomento (CORFO-Chubut), quienes realizaron durante dos meses todo un relevamiento y análisis de cuáles son los clusters de esta provincia que presentan condiciones previas interesantes y buenas oportunidades para el desarrollo”.
“Estudiaron las opciones y surgió que este, el de la pesca artesanal y en particular la que se desarrolla en Península Valdés, tiene una serie de oportunidades y capacidades que pueden ser fortalecidas a partir de un apoyo financiero que se dará a través del PROSAP”, remarcó.
En el Aula Magna de la Universidad Tecnológica Nacional, en Puerto Madryn, este martes “se realizó la presentación ante quienes están vinculados con la pesca artesanal, sobre la base de que no es un tema estrictamente pesquero, sino vinculado con el turismo y con el Área Protegida Península Valdés, por lo que convocamos también a esas áreas del Gobierno y a sectores científicos, además de los productores, porque es una muy buena oportunidad para un proceso de planificación y conseguir los fondos para que, de una vez por todas, este sector termine consolidándose y desarrollándose aprovechando todas las capacidades, el trabajo y trayectoria que tiene este sector en la región”, argumentó en su presentación la funcionaria provincial.
Nuevas formas de comercializar y diseñar un nuevo circuito turístico
Por su parte, el secretario de Turismo de Chubut, Carlos Zonza Nigro, describió que “el trabajo está dirigido a la puesta en valor de toda la zona del Riacho San José a través de un Cluster de Pesca Artesanal, un conjunto de acciones vinculadas con el desarrollo productivo, con el turismo, con la producción y la pesca artesanal”.
“Lo primero es darle ordenamiento y luego avanzar en una forma diferente, sobre toda la pesca artesanal de Península Valdés, como actividad de muchos años pero que debemos ponerle un nuevo orden como espacio. Es parte del programa poner en valor los pescadores y darle una diferenciación para que tengan una nueva forma de comercialización”, indicó.
A su vez, “dentro del marco del proceso de actualización del Plan de Manejo de Península Valdés creemos que hay espacios que tenemos  que ordenar, y dentro de esos espacios consideramos que está el Riacho San José. Ordenar pasa por los permisos pesqueros, los procesos de pesca y la infraestructura de la zona, que necesita una apuesta diferente y que también es parte del programa”, explicó.
En cuanto a los tiempos, “hoy se hace el lanzamiento, pero ya tenemos el financiamiento a nivel nacional, lo que permite poner a los técnicos a trabajar en el relevamiento, para darle forma y que en 6 meses podamos estar concluyendo la primera etapa”, añadió.
Dentro de los lineamientos trazados está el “lograr una forma nueva de comercializar, que puedan hacerlo directamente a las manos de los compradores; pero además, hoy toda esa zona no es parte de ningún circuito turístico y consideramos que podría ser parte de un nuevo espacio a poner en valor dentro de Península Valdés”, finalizó.